La m¨²sica estrecha el di¨¢logo entre creencias en la jornada inaugural
Aquel para¨ªso perdido que fue la vieja Hesperia, donde jud¨ªos, cristianos y moriscos convivieron, revivi¨® con fuerza el viernes por la noche en la catedral de Girona en la inauguraci¨®n de la tercera edici¨®n del Festival de M¨²sicas Religiosas. La Escolan¨ªa de Montserrat, el Coro Infantil de Fez (Marruecos) y el Coro Li-ron Herzelia de Israel unieron sus voces blancas para estrechar en una simb¨®lica jornada el di¨¢logo entre creencias religiosas.
La m¨²sica, lenguaje capaz de traspasar el muro de las ideolog¨ªas y las creencias que separan irremisiblemente a las personas, cobr¨® el viernes por la noche en Girona una especial dimensi¨®n llena de simbolismo en un mundo en el que la intolerancia gana terreno d¨ªa a d¨ªa. El pasado com¨²n de las culturas cristiana, jud¨ªa y ¨¢rabe en la pen¨ªnsula Ib¨¦rica fue evocado en una jornada en la que el futuro que representan los ni?os y adolescentes de los tres coros protagonistas abre puertas a la esperanza.
El estreno por parte de los tres coros de La casa de les flors, obra con texto del poeta Enric Casassas encargada por el festival al compositor Feliu Gasull, era el plato fuerte de la velada, pero la simbolog¨ªa de di¨¢logo y convivencia fue m¨¢s potente que la fuerza de la m¨²sica, convertida en este caso en la mano de almirez de un concierto en el que los tres ingredientes, los coros cristiano, jud¨ªo y musulm¨¢n, emulsionaron como s¨ªmbolos sin dificultad. En lo musical, la homogeneizaci¨®n requer¨ªa m¨¢s ensayos.
Los ni?os sobre un escenario, al margen de sus cualidades canoras, ya tienen de entrada, y antes de abrir la boca, ganado el favor del p¨²blico. Algunos incluso, como la Escolan¨ªa de Montserrat, por el simple hecho de jugar en terreno propio tuvieron al p¨²blico rendido desde el mismo momento de su entrada en el escenario situado en el altar de la catedral. Pero en el aspecto estrictamente musical el Coro Li-ron Herzelia de Israel se impuso con contundencia en la primera parte del concierto, con intervenciones individuales de cada uno de los coros, al voluntarioso y meritorio Coro Infantil de Fez, dirigido por el prestigioso especialista en m¨²sica ¨¢rabe-andalus¨ª Mohamed Briouel, e incluso a la reputada Escolan¨ªa de Montserrat, soberbia en su interpretaci¨®n del rom¨¢ntico Nigra sum, de Pau Casals, pero muy desigual en las dif¨ªciles y bellas Letan¨ªas a la Virgen bruna, de Francis Poulenc.
Integrado por 18 chicas adolescentes y 2 ni?os, el Li-ron Herzelia destaca por su afinaci¨®n y perfecta conjunci¨®n, y por una impecable presentaci¨®n de las canciones con una coreograf¨ªa en la que se mezcla el lenguaje gestual de los sordos con antiguas y serenas danzas de origen hebreo. Impecablemente dirigida por Ronit Shapira, emocion¨® la emotiva interpretaci¨®n de Halicha Lekeisarya, pieza basada en un poema de la jud¨ªa h¨²ngara Hannah Senesh, asesinada por los nazis en 1944, y convertida en un simb¨®lico canto por el pueblo jud¨ªo en memoria de los muertos en el holocausto. Desde una capilla lateral de la catedral, los ni?os del Coro Infantil de Fez ovacionaron intensamente la interpretaci¨®n del coro jud¨ªo.
Como colof¨®n del concierto inaugural, Josep Prats dirigi¨® en la segunda parte el estreno de La casa entre les flors, obra para coro de voces blancas y conjunto instrumental de Feliu Gasull interpretada conjuntamente por los tres coros. Gasull ha conjugado con gran acierto la m¨²sica cl¨¢sica occidental con la m¨²sica de origen suf¨ª y sefard¨ª en una muy bella partiturta, que requiere de los siete instrumentistas dotes virtuos¨ªsticas y de los dos percusionistas una gran versatilidad en la interpretaci¨®n de instrumentos propios de una orquesta y de las culturas musicales ¨¢rabe y hebrea.
Uno a uno, los tres coros se unieron en el escenario accediendo a ¨¦l mientras interpretaban una melod¨ªa melism¨¢tica sobre la vocal o. La obra, que en algunos momentos divide al gran coro en ocho voces, reserva para el coro musulm¨¢n la melod¨ªa, mientras que el jud¨ªo y el cristiano se encargan de la polifon¨ªa. La interpretaci¨®n se resinti¨® de un n¨²mero de ensayos insuficientes para conjuntar a los tres coros y de la excesiva reverberaci¨®n de la nave g¨®tica de la catedral. Obra a tener en cuenta, La casa entre les flors merece una nueva audici¨®n en un recinto con ac¨²stica adecuada para un juicio m¨¢s depurado.
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