Una 'heroica' historia de guerra
El juicio a un coronel ruso por la muerte atroz de una joven chechena simboliza el horror del conflicto del C¨¢ucaso
'Que matara a la chechena, es comprensible, pero no que la hubiera violado'. Un joven empleado de hotel de Rostov del Don interpreta seg¨²n su propia moral de guerra la confluencia en el destino del coronel de carros de combate Yuri Bud¨¢nov y de Elsa Kung¨¢yeva, que ten¨ªa 18 a?os cuando el oficial, condecorado dos veces con la medalla del valor, la secuestr¨®, maltrat¨® y estrangul¨®. Sucedi¨® en marzo de 2000 en el pueblo de Tangu¨ª, al final de la jornada en que Vlad¨ªmir Putin fue elegido presidente de Rusia.
Bud¨¢nov tiene hoy 39 a?os y se sienta en el banquillo del Tribunal Militar del Distrito del C¨¢ucaso del Norte, con sede en Rostov del Don. Es el oficial del Ej¨¦rcito ruso de mayor graduaci¨®n acusado de cr¨ªmenes en Chechenia. Hasta ahora, los militares se niegan a aceptar este proceso que se acerca ya a su fin como el desenlace de un vulgar crimen. Prefieren verlo como una heroica historia de guerra.
El coronel fumaba en calzoncillos y el cuerpo de la muchacha yac¨ªa desnudo sobre su catre
El cad¨¢ver de Elsa Kung¨¢yeva ten¨ªa el himen desgarrado y traumas en la zona genital y anal, seg¨²n el primer examen realizado por el experto del Ministerio de Defensa Vlad¨ªmir Lianenko. Bud¨¢nov nunca fue acusado de violaci¨®n. El tribunal se dio por satisfecho con el testimonio de uno de sus subordinados, que dijo haber introducido el mango de una pala en la vagina del cad¨¢ver. Por este ultraje fue condenado (y amnistiado) el sargento Alexandr Yeg¨®rov.
Los hechos por los que se juzga al coronel ocurrieron en la noche del 26 al 27 de marzo. Bud¨¢nov hab¨ªa bebido. Moderadamente y a mediod¨ªa, seg¨²n sus abogados. Abundantemente y hasta el fin la jornada, seg¨²n los testimonios iniciales de sus soldados. Fuera como fuese, a medianoche, el coronel, al mando de una patrulla de 20 personas y tres carros blindados, se present¨® en la casa de los Kung¨¢yev en Tangu¨ª y se llev¨®, enrollada en una manta, a la mayor de los cinco hijos. De vuelta al regimiento, se encerr¨® con ella en sus aposentos y puso m¨²sica a todo volumen. Cuando abri¨® la puerta de nuevo, fue para ordenar a sus soldados que enterraran el cad¨¢ver de Elsa y que guardaran silencio. El coronel fumaba en calzoncillos y el cuerpo de la muchacha yac¨ªa desnudo sobre su catre. La ropa de ella hab¨ªa sido desgarrada con un objeto cortante. Los familiares de la joven y las autoridades de Tangu¨ª hab¨ªan alertado al general Guer¨¢simov, un superior de Bud¨¢nov. El general, un interino al frente de la tropa, puso en marcha el mecanismo de la justicia. Si hubiera estado el jefe titular de la agrupaci¨®n, el general Vlad¨ªmir Sham¨¢nov, hoy gobernador de la provincia de Uli¨¢novsk, tal vez el curso de los acontecimientos hubiera sido diferente. Sham¨¢nov declar¨® ante el tribunal que Bud¨¢nov era un valiente defensor de la vida de sus soldados y que hab¨ªa actuado de acuerdo con sus competencias. Elsa Kung¨¢yeva, en cambio, era una 'francotiradora' y Tangu¨ª un pueblo desleal, que encubr¨ªa a los guerrilleros.
El coronel habr¨ªa perdido a sus camaradas a manos de los chechenos. Hasta ¨¦l habr¨ªa llegado la fotograf¨ªa de un grupo de francotiradores, donde aparec¨ªa Elsa Kung¨¢yeva. Un informante le habr¨ªa conducido a la casa donde viv¨ªa la familia de los Kung¨¢yev, y el coronel se habr¨ªa llevado a Elsa con el ¨²nico prop¨®sito de interrogarla. La joven habr¨ªa proferido insultos contra Bud¨¢nov, su familia y el Ej¨¦rcito ruso, adem¨¢s de intentar apoderarse del arma del oficial. Ofuscado, el coronel la estrangul¨® y luego se habr¨ªa tenido que cambiar de pantalones porque la chica se habr¨ªa orinado al morir. De los tres soldados que se hab¨ªan llevado el cad¨¢ver para enterrarlo, dos habr¨ªan cavado la fosa y el tercero, motivado por el mismo af¨¢n vengativo que su jefe, habr¨ªa metido el mango de la pala en la vagina de la muerta. ?sta es la versi¨®n de la defensa.
Pero la foto del grupo de francotiradores nunca fue presentada al tribunal. Tampoco apareci¨® el supuesto informante que mostr¨® la casa de los Kung¨¢yev al coronel. De los tres ex¨¢menes m¨¦dicos a los que ha sido sometido ¨¦ste, dos se?alan que actu¨® en plenitud de sus facultades. El tercer diagn¨®stico, seg¨²n el cual el oficial actu¨® en estado de ofuscaci¨®n temporal, va firmado por la doctora Piech¨¦rnik, la misma que en el pasado enviaba a disidentes antisovi¨¦ticos al psiqui¨¢trico. Bas¨¢ndose en el informe de esta doctora, el fiscal ha pedido que se rebajen los cargos contra el oficial y que ¨¦ste sea condenado a tres a?os de prisi¨®n y amnistiado simult¨¢neamente. El oficial podr¨ªa pues quedar en libertad y 'sometido a un tratamiento ambulatorio', se?ala su abogado Anatoli Mujin. 'Bud¨¢nov no necesita ser aislado de la sociedad. Al contrario, la sociedad necesita de gente como ¨¦l', asegura Mujin.
El presidente del Tribunal, V¨ªktor Kostin, desestim¨® los deseos de los abogados de la familia Kung¨¢yev, que quer¨ªan presentar m¨¢s pruebas, y decidi¨® que el caso esta listo para escuchar las ¨²ltimas declaraciones del acusado y dictar sentencia. Los letrados, Abdul¨¢ Jamz¨¢yev y Stanislav Mark¨¦lov, abandonaron la sala del juicio en se?al de protesta, tras etiquetar el proceso de 'bufonada'. '?ste no es un enfrentamiento de rusos contra chechenos, sino un dilema entre el derecho o la venganza', se?ala Mark¨¦lov. El proceso ha sido 'una continuaci¨®n de las acciones b¨¦licas' donde 'la venganza ha funcionado como un atenuante y no un agravante', afirma Mark¨¦lov. 'Lo que est¨¢ en juego', asegura, 'es si el Estado de derecho es v¨¢lido tambi¨¦n en Chechenia'. 'Justamente porque soy ruso y porque defiendo el uniforme de oficial ruso, estoy a favor de de que no se identifique la instituci¨®n militar con el coronel Bud¨¢nov', afirma el abogado de 27 a?os.
El lunes pasado, un furg¨®n carcelario llev¨® a Bud¨¢nov a la sala del juicio. Separado del tribunal por una reja, el oficial clavaba sus ojos azules en los periodistas, mientras conversaba con sus abogados. El presidente del tribunal decidi¨® posponer la sesi¨®n hasta el 1 de julio por enfermedad de una de sus ayudantes. Tanto el coronel como sus abogados daban muestras de irritaci¨®n. El motivo hab¨ªa sido un programa de la cadena estatal rusa de televisi¨®n. En Rusia las tomas de posici¨®n de un canal televisivo estatal no suelen ser casualidades y el programa (Z¨¦rkalo) hab¨ªa sido muy cr¨ªtico con Bud¨¢nov. En la calle, frente al edificio del juzgado hab¨¬a un grupo de patriotas rusos. 'Estrangular o no estrangular, ¨¦se es un problema personal. Nosotros no comentamos el asesinato, sino que nos limitamos a defender a un ruso', se?alaba Yuri Nakaliuzhni, entrenador de lucha grecorromana y dirigente local del partido ultranacionalista Unidad Nacional Rusa. 'Si no fuera por personas como ¨¦l, hace mucho que ser¨ªamos esclavos en manos de las minor¨ªas nacionales', se?ala Nakaliuzhni. 'Deber¨ªan elegirle gobernador de la provincia', agrega.
En Rostov del Don, esta gran ciudad meridional rusa, los conflictos del C¨¢ucaso se viven de cerca . 'Siento pena por su familia', me dice el empleado del hotel. No se refiere al padre tuberculoso y la madre inv¨¢lida de Elsa Kung¨¢yev y sus cuatro hijos, que residen en un campo de refugiados de la rep¨²blica de Ingushetia. Se refiere a la esposa de un oficial ruso que procura no mostrarse en p¨²blico y que tambi¨¦n ha tenido que buscar refugio en Ucrania, por temor a las consecuencias del juicio contra su marido. La l¨®gica de la guerra conduce a la venganza. No a la justicia.
'Actos injustificados de violencia'
Mientras el presidente Vlad¨ªmir Putin se gana el aprecio de sus colegas occidentales, los militares rusos desaf¨ªan de forma descarada el sistema de justicia de su propio pa¨ªs con operaciones de limpieza que culminan con la desaparici¨®n y muerte de los detenidos. Formulada en lenguaje directo y no diplom¨¢tico, ¨¦sta es la idea que inspira las recomendaciones efectuadas por el comisario de derechos humanos del Consejo de Europa, ?lvaro Gil-Robles, en relaci¨®n a los arrestos y detenciones en Chechenia. Las recomendaciones, difundidas esta semana, constatan que las operaciones de limpieza se han transformado en 'actos injustificados de violencia por parte de los soldados contra la poblaci¨®n civil'. El comisario se declara especialmente preocupado por las denuncias de desapariciones de detenidos en operaciones regulares, durante las cuales mujeres y hombres j¨®venes son trasladados en camiones militares con rumbo desconocido para nunca m¨¢s volver. La llamada Orden N¨²mero 80, mediante la cual el comandante de las fuerzas de Chechenia, el general Moltensk¨®i, estableci¨® reglas estrictas para las operaciones de limpieza, no se aplica y los esfuerzos de la fiscal¨ªa civil no han podido evitar las violaciones de los derechos humanos durante esas operaciones de los militares. Los fiscales civiles que trabajan en Chechenia no han logrado hasta ahora ejercer sus poderes en los territorios de las bases militares, se?ala Gil-Robles, que califica de 'inadmisible' la actitud de los uniformados, que no dan a los fiscales civiles informaci¨®n sobre el n¨²mero de detenidos, el lugar de detenci¨®n y el motivo de los arrestos. Defensores de los derechos humanos en Rusia temen que una sentencia benigna contra Bud¨¢nov incremente la insolencia de los militares en Chechenia y deje las manos libres a todos los que quieren dar rienda suelta a sus instintos, ya sean militares rusos, cabezas rapadas o vengadores chechenos, opinaba en Mosc¨² Svetlana G¨¢nushkina, del centro de derechos humanos Memorial. G¨¢nushkina denuncia la muerte de 20 personas y la desaparici¨®n de otras tantas en una reciente operaci¨®n de limpieza en el pueblo checheno de Mesker-yurt.
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