Los tel¨¦fonos de la torre de control suiza tambi¨¦n fallaron la noche del accidente a¨¦reo
El controlador perdi¨® un tiempo precioso al intentar, sin ¨¦xito, hablar con un aeropuerto alem¨¢n
El altamente improbable hecho de que dos aviones se encuentren en la inmensidad del cielo -tal y como sucedi¨® en la noche del pasado lunes, cuando un Tupolev 154 y un Boeing 757 chocaron en el sur de Alemania- s¨®lo se puede explicar con la desafortunada confluencia de varios factores. Hasta el momento era sabido que en Z¨²rich, donde se vigilaba el trayecto de los aparatos, estaba desactivado el sistema de alerta anticolisi¨®n y que uno de los dos controladores a cargo del espacio a¨¦reo se hab¨ªa tomado un receso. Ayer se conoci¨® otro problema: el sistema de comunicaci¨®n telef¨®nico tampoco funcionaba.
El nuevo dato, dado a conocer por la Oficina Federal de Investigaci¨®n de Accidentes A¨¦reos (BFU) alemana, organismo que dirige las pesquisas sobre la cat¨¢strofe, podr¨ªa contribuir a explicar por qu¨¦ el controlador s¨®lo alert¨® al Tupolev 44 segundos antes de la colisi¨®n. Aquella no fue una noche tranquila en la sala de control que vigila el espacio a¨¦reo suizo. Todo indica que el controlador estaba desbordado: sobre una pantalla ten¨ªa que vigilar el recorrido de cuatro aviones que en esos momentos cruzaban por el espacio a¨¦reo suizo y, sobre otra, coordinar el aterrizaje de un quinto aparato en el aeropuerto de Friedrichshafen, en la orilla alemana del lago Constanza.
Para esta ¨²ltima operaci¨®n deb¨ªa ponerse en contacto telef¨®nico con los operadores del aeropuerto. Al no poder hacerlo a trav¨¦s de la l¨ªnea principal, desconectada por labores de mantenimiento, tuvo que recurrir a una conexi¨®n telef¨®nica de reserva que daba problemas. Durante casi ocho minutos, entre las 23.25 y las 23.33, intent¨® comunicarse una y otra vez, siempre sin ¨¦xito. Un minuto despu¨¦s -como si repentinamente hubiese advertido el riesgo que implicaban los trayectos encontrados del Tupolev y del Boeing- orden¨® por primera vez al avi¨®n ruso que maniobrara para perder altura.
?Por qu¨¦ no se dio cuenta antes del peligro? Por el problema telef¨®nico, quiz¨¢, pero tambi¨¦n porque el sistema de alerta anticolisi¨®n de Z¨²rich tambi¨¦n hab¨ªa sido desconectado, a las 23.10, para un mantenimiento rutinario. As¨ª, en la sala de control, no hubo alarma visual o sonora que lo pusiera al tanto de la inminente colisi¨®n, que caus¨® la muerte de 71 personas, 52 de ellas menores de edad.
El Tupolev no reaccion¨® a la primera advertencia. Tuvieron que transcurrir otros 14 segundos hasta un segundo llamamiento al que s¨ª hicieron caso sus pilotos, haciendo descender inmediatamente el avi¨®n. Para entonces, ya s¨®lo faltaban 30 segundos para la colisi¨®n. Aun as¨ª, todo hubiera podido salir bien de no ser que tambi¨¦n el Boeing 757 optara por una maniobra de descenso que, al parecer, le fue ordenada por su propio sistema anticolisi¨®n, el llamado TCAS.
Aqu¨ª aparece la ¨²ltima disyuntiva en esta tr¨¢gica concatenaci¨®n de hechos: por alg¨²n problema t¨¦cnico, el TCAS del Boeing no estableci¨® comunicaci¨®n con el correspondiente dispositivo anticolisi¨®n del Tupolev, lo que, todav¨ªa en ese momento, hubiese podido evitar el choque al forzar a uno de los dos aviones a volver a ganar altura. ?Acaso no funcion¨® este sistema a bordo del avi¨®n ruso? ?Era de un est¨¢ndar t¨¦cnico distinto al del Boeing? ?Qu¨¦ sucedi¨® con los TCAS? A tenor del actual estado de las investigaciones, ¨¦sta es la mayor inc¨®gnita a¨²n por resolver. Para dilucidarla, habr¨¢ que esperar la evaluaci¨®n de la informaci¨®n contenida en las llamadas cajas negras y los registros de voz de ambos aviones, que est¨¢n siendo examinados en Braunschweig, sede de la BFU.
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