Iberia: La seguridad s¨ª es el valor m¨¢s rentable del mercado
El autor, en el aniversario del paro de vuelos de Iberia, reflexiona sobre la importancia de la seguridad de las compa?¨ªas a¨¦reas.
En estos d¨ªas los aeropuertos del mundo registran los mayores ¨ªndices de tr¨¢nsito de viajeros. Volar hoy est¨¢ pr¨¢cticamente al alcance de casi todos los bolsillos. A pesar de que el factor econ¨®mico por el abaratamiento de tarifas ha contribuido a la popularizaci¨®n del uso del avi¨®n, no hay que olvidar que la verdadera raz¨®n de la expansi¨®n y consolidaci¨®n del sector aeron¨¢utico es sin duda la seguridad. Nadie en su sano juicio optar¨ªa por un billete a un euro para volar en un avi¨®n de papel al mando de pilotos inexpertos. La seguridad es por tanto la mejor inversi¨®n que las compa?¨ªas a¨¦reas pueden realizar y el aut¨¦ntico salvoconducto de su desarrollo futuro.
Es obvio que si el avi¨®n no inspirara confianza como un medio de transporte seguro, las compa?¨ªas a¨¦reas entrar¨ªan en bancarrota. Y es que la seguridad sencillamente no puja en los mercados, no se arrodilla ante ofertas asombrosas, ni tarifas a la baja, no necesita aliados poderosos, ni busca protagonismo en spots publicitarios impactantes, no se arrima a los grandes directivos para salir en la foto ni se la compra o se la calla con stock options.
La seguridad es mucho m¨¢s, es la piedra angular de las compa?¨ªas a¨¦reas, el esp¨ªritu que debe presidir cada una de las operaciones de vuelo y la norma ¨¦tica n¨²mero uno de colectivos como los controladores a¨¦reos, profesionales de mantenimiento de aeronaves, auxiliares de vuelo y por supuesto de los pilotos. La desidia o descuido en su permanente mantenimiento con el fin de que las empresas de aviaci¨®n ahorren costes acaba lamentablemente pasando la factura m¨¢s alta e irreparable: p¨¦rdida de vidas humanas en accidentes y cat¨¢strofes a¨¦reas.
Desgraciadamente, el horror del 11 de septiembre pasado, as¨ª como el ¨²ltimo y reciente accidente ocurrido en el espacio a¨¦reo suizo, vuelven de nuevo a despertar las conciencias acerca de la importancia del mantenimiento y mejora de la seguridad en el transporte a¨¦reo.
Los pilotos, como ¨²ltimo eslab¨®n de una gran cadena que pasa por controladores y mec¨¢nicos, somos los garantes de ella, ya que asumimos la responsabilidad de transportar con seguridad a los pasajeros de las aeronaves. Esta premisa, que a primera vista resulta m¨¢s que evidente, sin embargo puede convertirse parad¨®jicamente en impopular y conflictiva. Por un lado, los pilotos nos topamos frecuentemente con el descontento y la incomprensi¨®n de los pasajeros. Es el caso de situaciones como los retrasos, cuando ¨¦stos se producen porque la aeronave detecta fallos o aver¨ªas y, por consiguiente, el piloto decide, en aras de la seguridad, no despegar hasta que estas anomal¨ªas hayan sido solucionadas. Otro ejemplo es cuando los pilotos deciden no seguir volando porque se han sobrepasado los l¨ªmites de su actividad laboral, y por tanto la fatiga y disminuci¨®n l¨®gica de sus reflejos podr¨ªan poner en peligro la seguridad del vuelo, y por extensi¨®n la vida de los pasajeros.
Pues bien, aunque cualquier persona entiende que ser¨ªa una temeridad que por evitar el tiempo de una demora o la suspensi¨®n de un viaje se pusiera en peligro su vida, cuando esa misma persona se convierte en pasajero de un avi¨®n y atisba que va a llegar tarde a una cita, o que tendr¨¢ que pernoctar antes de llegar por fin a su destino, la comprensi¨®n se nubla... y se acude al recurso f¨¢cil de que el piloto tiene la culpa, olvid¨¢ndose de que ¨¦ste, que tambi¨¦n sufre los retrasos y llegar¨¢ m¨¢s tarde a casa, ha velado por la seguridad.
Por otra parte, la seguridad tambi¨¦n choca en muchas ocasiones contra la cada vez m¨¢s insaciable b¨²squeda de rentabilidad de las compa?¨ªas. As¨ª pues, lamentablemente muchas aerol¨ªneas orientadas a resultados econ¨®micos a corto y medio plazo no dudan en descuidar o socavar la seguridad, factor siempre caro. Escatimar en el mantenimiento de las aeronaves, disminuir la formaci¨®n y entrenamiento continuo de las tripulaciones y realizar presiones laborales encaminadas a que se baje la guardia en la estricta y sagrada vigilancia de la seguridad son los indicadores m¨¢s fiables de que una compa?¨ªa a¨¦rea est¨¢ perdiendo el rumbo, y est¨¢ abocada a caer en picado, por mucho marketing que despliegue o muy buena imagen que tenga. Si adem¨¢s a esto se une el descontento entre los trabajadores y la conflictividad laboral hace acto de presencia, no hay duda que la seguridad antes o despu¨¦s se va a resentir. Los nervios y los disgustos nos son buenos compa?eros de viaje.
Si bien resulta preocupante la tentaci¨®n de disminuir la seguridad en aras de la econom¨ªa, resulta a¨²n m¨¢s chocante que incluso se convoque su nombre para ser utilizado como mero parapeto de maniobras empresariales.
Hoy hace un a?o que lberia, para resolver las conflictivas negociaciones con sus pilotos, ces¨® sus operaciones de vuelo en la madrugada del 12 al 13 de julio dejando en tierra a m¨¢s de 80.000 pasajeros con la excusa de no poder garantizar la seguridad. As¨ª pues, en esta iniciativa que conmocion¨® al mundo empresarial y al sector aeron¨¢utico, Iberia hizo un mal uso del sagrado t¨¦rmino de la seguridad. Este hecho le cost¨® una sanci¨®n del Ministerio de Fomento y manch¨® a nivel internacional el buen nombre de la gran aerol¨ªnea de bandera espa?ola.
Aquel d¨ªa fue una jornada triste para la aviaci¨®n y ha pasado a la historia aeron¨¢utica como un d¨ªa negro sin precedentes. Por primera vez una empresa a¨¦rea que debe basar, al igual que todas, su desarrollo en la seguridad, utilizaba a ¨¦sta como excusa para abortar su despegue. Por eso, aunque hayan transcurrido 12 meses de aquel 12J, los pilotos queremos estar seguros de que todos los responsables del sector hemos aprendido la lecci¨®n y no vamos a permitir que se vuelva a repetir.
Sirva pues este desgraciado aniversario para hacer una reflexi¨®n constructiva que permita seguir trabajando en lo que ese d¨ªa fue indignamente utilizado: la seguridad. Valga esta fecha para recordar a los pasajeros que a veces sufren al igual que nosotros incomodidades y retrasos, as¨ª como a las compa?¨ªas de aviaci¨®n ¨¢vidas de ¨¦xitos empresariales que por encima de cualquier premisa, ya sea de poder, econ¨®mica, pol¨ªtica, o particular, los profesionales, seguiremos luchando con firmeza, sin descanso y todos los d¨ªas para que la seguridad a¨¦rea no se degrade. Lo tenemos muy claro. Al igual que la vida no tiene precio ni cotiza en Bolsa, la seguridad tampoco est¨¢ en venta.
Jaime Lacasa Mara?¨®n es jefe de la Secci¨®n Sindical de SEPLA en Iberia.
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