Comienza a escampar en el sureste asi¨¢tico
Cinco a?os despu¨¦s de la gran crisis financiera, las econom¨ªas asi¨¢ticas se recuperan, pero sin una reforma radical del estilo de negocios que provoc¨® la debacle
Hace poco m¨¢s de cinco a?os, en la madrugada del 2 de julio de 1997, estall¨® la peor crisis financiera mundial de la historia moderna. Ese d¨ªa, el ministro de Finanzas de Tailandia, Thanong Bidaya, liber¨® el tipo de cambio de la divisa del pa¨ªs, el baht, despu¨¦s de haber agotado casi todas sus reservas en defender la moneda en un in¨²til intento de evitar la cat¨¢strofe. Bidaya apenas llevaba dos semanas en su puesto, pero ten¨ªa una idea m¨¢s que vaga de que el Estado y las empresas hab¨ªan acumulado una enorme deuda en d¨®lares y que una devaluaci¨®n acabar¨ªa por arrastrar la econom¨ªa a la quiebra.
Entre julio de 1997 y enero de 1999, las econom¨ªas de distintos continentes se desplomaron como fichas de domin¨®, una tras otra. Tailandia, Indonesia, Malaisia, Singapur, Corea del Sur, Rusia, Brasil... arrastraron en su ca¨ªda a vecinos, socios comerciales... A todos. Europa no se salv¨® de aquello y a EEUU le cost¨® la acumulaci¨®n de un d¨¦ficit comercial sideral.
Los pa¨ªses de la regi¨®n contin¨²an siendo muy dependientes de las exportaciones
Un lustro despu¨¦s, con 110.000 millones de d¨®lares de pr¨¦stamos concedidos por el Fondo Monetario Internacional (FMI) y 10 millones de puestos de trabajo perdidos, los pa¨ªses del sureste asi¨¢tico, con mayor o menor fortuna, han vuelto a crecer econ¨®micamente tras las reformas de sus pol¨ªticas econ¨®micas y monetarias. Todos estos pa¨ªses, entonces conocidos como los tigres asi¨¢ticos, han registrado crecimiento positivo en los ¨²ltimos dos a?os y para este a?o se prev¨¦ que contin¨²en por la misma senda, a pesar de las turbulencias burs¨¢tiles de estos d¨ªas.
Cambios estructurales
Las monedas ya no est¨¢n sujetas a una banda de tipo de cambio, las deudas a largo plazo, tanto la externa p¨²blica como la de las empresas, han sido recortadas, mientras que el endeudamiento a corto plazo es casi inexistente. Los bancos centrales ya no sostienen las econom¨ªas, las entidades privadas han reanudado las l¨ªneas de cr¨¦dito para los particulares y las pymes y las grandes compa?¨ªas acuden al mercado de capitales para financiarse. En cinco a?os se han producido cambios, pero la regi¨®n es a¨²n vulnerable.
Bajo las grandes reformas macroecon¨®micas todav¨ªa se esconde un estilo de hacer negocios con alto riesgo. A pesar del crecimiento, Corea del Sur sigue siendo muy dependiente de las exportaciones. 'Las empresas surcoreanas, por ejemplo, tienen un alto nivel de activos reales, pero, al mismo tiempo, soportan un enorme exceso de capacidad productiva', explica el profesor Jos¨¦ Manuel Bra?as del Centro de Estudios Internacionales de la Universidad Aut¨®noma de Barcelona (UAB). 'Este exceso de capacidad se financia con un alto endeudamiento que lastra a las empresas. Si las compa?¨ªas no consiguen colocar sus productos, eliminan puestos de empleo, y, si esto pasa, cae el consumo y la demanda de esos bienes baja a¨²n m¨¢s. Es un c¨ªrculo vicioso, y en este c¨ªrculo est¨¢ inmerso hoy Jap¨®n', a?ade.
Corea del Sur ha sido la econom¨ªa que m¨¢s r¨¢pidamente se ha recuperado de la crisis. Con los 57.000 millones de d¨®lares que le dio el Fondo en diciembre de 1997, Se¨²l recapitaliz¨® los bancos y elimin¨® varios chaebols (conglomerados industriales). Hab¨ªa 30 antes de la crisis y ahora quedan 16, mientras que de las 2.100 instituciones financieras hoy sobreviven 1.600. El capital regres¨® a la Bolsa surcoreana, que registr¨® un avance del 33% durante 2001 y gana un 14,30% en lo que va de a?o.
Los logros de Bangkok han sido importantes en estos a?os, pero no tanto como los de Se¨²l. A¨²n hoy los pr¨¦stamos incobrables representan el 10% del total. Por cada empresa tailandesa que mejora, hay miles que evitan la reestructuraci¨®n y se resisten a pagar sus deudas. Al igual que en Corea del Sur, el exceso de capacidad de producci¨®n es un problema grave.
En este momento, si la industria surcoreana utiliza el 75% de su capacidad, la tailandesa echa mano s¨®lo de un 58%. 'La dependencia de los ingresos por exportaciones es tan alta en estos pa¨ªses que, en cuanto la demanda de EEUU se reduce, sus econom¨ªas se resienten', comenta Jos¨¦ Ram¨®n D¨ªez, experto en econom¨ªa internacional de Caja Madrid. 'Otro problema que tienen, es la deuda. En el caso de Indonesia representa el 76% del PIB. Es m¨¢s baja que hace cinco a?os, pero a¨²n es de las m¨¢s altas del mundo', a?ade.
'Hay que tener en cuenta, adem¨¢s, que el movimiento de capitales derivados del comercio representa s¨®lo el 25% del PIB mundial, el otro 75% es capital que se mueve en busca s¨®lo de la mejor rentabilidad', comenta Bra?as. Es decir, que, adem¨¢s de que estos pa¨ªses dependen mucho del comercio exterior, este negocio no salva por s¨ª mismo una econom¨ªa.
Durante los a?os de la crisis, la econom¨ªa estadounidense ya acumulaba ocho a?os de crecimiento ininterrumpido. La bonanza era tal en ese momento, que los estadounidenses se largaron a comprarlo todo. El consumo dispar¨® las importaciones y elev¨® el d¨¦ficit comercial de EEUU a un r¨¦cord de 35.000 millones de d¨®lares. Era tanto lo que EEUU compraba en el exterior que no s¨®lo ayud¨® a la recuperaci¨®n de los pa¨ªses asi¨¢ticos, sino tambi¨¦n al resto del mundo. Para 2000, el comercio mundial lleg¨® a crecer un 12%, el ritmo m¨¢s veloz en la historia. Pero pas¨® lo que no se esperaba que sucediese tan repentinamente.
El ciclo de crecimiento estadounidense, el m¨¢s prolongado que se hab¨ªa registrado, termin¨® en el tercer trimestre de 2001 y, tras el 11-S, la situaci¨®n empeor¨®. Para las econom¨ªas del sureste asi¨¢tico, incluyendo la de Jap¨®n, la desaceleraci¨®n econ¨®mica de EEUU, por un lado, y el modesto crecimiento de la UE, por otro, han hecho caer las exportaciones. El descenso fue significativo. Las de Tailandia, por ejemplo, cayeron un 14% al final del primer trimestre de este a?o.
'EEUU ha salido de la crisis gracias a la guerra. A trav¨¦s del gasto p¨²blico en defensa, ha mantenido la actividad econ¨®mica. Pero Asia s¨®lo tiene sus exportaciones', explica Bra?as. 'En ambos casos se ha visto que por un lado se favorece el libre mercado pero por el otro se ha recurrido a la intervenci¨®n del Estado', a?ade. Washington ha aprobado una ayuda p¨²blica a la econom¨ªa privada de m¨¢s de 40.000 millones de d¨®lares, y Tokio interviene en el mercado de divisas para debilitar el yen y favorecer las exportaciones.
'No creo que en Asia se repita una crisis como la de 1997-1998. Si hay una, ser¨¢ m¨¢s gradual; habr¨¢ una contracci¨®n paulatina de la actividad', dice el profesor Bra?as. 'Ese riesgo est¨¢ m¨¢s que latente debido a que las reformas estructurales no se han completado y en la regi¨®n se siguen haciendo a¨²n muchos negocios como se hac¨ªan hasta hace cinco a?os. En favor de Asia debo decir que es un continente con una enorme capacidad real de crecimiento'.
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