La vida es bella para Igor y Beloki
Los l¨ªderes del ONCE-Eroski se declaran optimistas para el asalto a Armstrong
Manolo Saiz est¨¢ en su salsa: sentado en una silla, rodeado de periodistas franceses. El director c¨¢ntabro est¨¢ expansivo. Habla y habla. Es el protagonista del d¨ªa de descanso. Habla serio, precavido, respeta a Armstrong, no cree en su hundimiento, se coloca en el papel de secundario, el Tour es muy dif¨ªcil, es muy largo, hay que ir d¨ªa a d¨ªa, es sensato pero una media sonrisa le delata. Manolo Saiz no cabe en s¨ª de gozo y es natural. Por una vez no ha venido al Tour a sufrir; a los suyos les sale todo, o casi todo, bien. No hay pinchazos ni aver¨ªas extempor¨¢neas, ca¨ªdas ni cortes ni malos rollos. No son los tiempos de Z¨¹lle, ni de Jalabert, quien anunci¨® ayer su retirada a final de a?o. Son los tiempos en que es el l¨ªder y todos le respetan. Y tiene a dos majos mozos all¨ª arriba, Igor y Beloki. La vida es bella.
Hace apenas media hora que Igor y Beloki, los dos, primero y tercero en el Tour que ya est¨¢ en la mitad, rodajas de bimbo en un s¨¢ndwich en el que Armstrong hace, en todo caso, de jam¨®n York, han concedido una conferencia de prensa. La sala de hotel, en las afueras de Burdeos, es una sauna. Hace calor. Se suda, pero nadie se va. Habla Manolo, pero permanece la imagen de los dos ciclistas despeinados, que durante un buen rato han disputado una sorda pelea comunicativa, lanzando mensajes entre l¨ªneas, sonri¨¦ndose, alab¨¢ndose tambi¨¦n.
Su an¨¢lisis es sencillo. Aunque parezca que no Armstrong es todav¨ªa Armstrong o incluso Superarmstrong, y en la monta?a lo veremos. Porque si ataca como el a?o pasado en Alpe d'Huez, que pas¨® como una exhalaci¨®n ante los dos, pues no hay nada qu¨¦ hacer. Pero... pero nuestra mentalidad no es pensar que nos va a dejar tirados; pero nosotros somos mejores que el a?o pasado y estamos en una situaci¨®n privilegiada, con el maillot amarillo, y el tercero, y gente muy bien colocada, porque tenemos buenos escaladores en el equipo, tenemos a Serrano y a Azevedo y tambi¨¦n a Jacksche. Y, adem¨¢s, tambi¨¦n ahora aparecer¨¢n caras nuevas por la cabeza, comienza el Tour de los escaladores, de Sevilla, Mancebo, Hamilton, Sastre, Frigo, Rumsas... Los dos que son los l¨ªderes del ONCE-Eroski est¨¢n de acuerdo y Manolo Saiz, ben¨¦volo con sus chicos, sonr¨ªe desde el fondo. Y m¨¢s cuando Beloki, que est¨¢ a 1.23m de su compa?ero en la general, dice que son bobadas eso que dice Igor de que ¨¦l, Beloki, dos veces tercero en el Tour, es el l¨ªder del equipo y precisa que lo que hace fuerte al equipo es 'la uni¨®n entre los dos'.
Pero Igor se pone serio. Necesita dejar claro su mensaje. Es asombrosa su personalidad, su fuerza, su don que estaba como oculto esperando aparecerse cuando el liderato del Tour estuviera en sus manos. Igor es un l¨ªder nato y no admite que le tosan. Y por segundo d¨ªa consecutivo repite el mismo lema, la misma directa: 'La clave del Tour es que podemos hacerle da?o a Armstrong los dos pero s¨®lo si pensamos en los dos, s¨®lo si cuando uno act¨²a piensa en el otro, y no en su beneficio personal. Entonces se habla de posibles t¨¢cticas utilizando las fuerzas de los dos, de Beloki, escalador m¨¢s explosivo, de Igor, m¨¢s regular y diesel, m¨¢s de ritmo. Igor habla de c¨®mo Beloki puede seguir a los escaladores y ¨¦l a Beloki; Beloki habla de que eso de atacar habr¨¢ que pensarlo, seg¨²n y c¨®mo. Y entonces le preguntan que estar¨ªa muy bien un ataque lejano para desestabilizar al equipo de Armstrong, pero Beloki, entonces, no se postula como candidato a tal suicidio, sino que apunta al equipo. 'Para eso tenemos a Azevedo, que est¨¢ bien colocado'. Y Beloki recuerda que est¨¢ mejor colocado de lo que pod¨ªa so?ar, mejor que nunca y todo eso.
Entonces le dicen que es imposible que ganen dos, que uno se tendr¨¢ que sacrificar por el otro. Y Beloki saca a colaci¨®n un asunto duro, el del Alpe d'Huez 2001, cuando Saiz le orden¨® a un renuente Igor que atacara a Armstrong. Fue un ataque desganado y sin futuro. Un ataque que fundi¨® a Igor (termin¨® a 3.27m de Armstrong) y ahorr¨® fuerzas a Beloki para encaramarse al tercer puesto (termin¨® a 1.35 del estadounidense). Y dijo Beloki: 'Si Igor fue capaz de sacrificarse por m¨ª, por qu¨¦ este a?o no se puede dar la situaci¨®n inversa?'.
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