Diez millones de hipotecados

Ahora o nunca. O se compra usted una vivienda o corre el riesgo de que dentro de unos meses le cueste varios millones de pesetas m¨¢s cara. En esa tesis coinciden los presidentes de cooperativas, promotores inmobiliarios y gran parte de los expertos consultados. El problema es que para comprar una casa se necesita mucho dinero. Y cada vez m¨¢s.

Germ¨¢n P¨¦rez Barrio, director gerente de la empresa de tasaci¨®n Tinsa, es uno de los expertos m¨¢s consultados en el tema de la vivienda. El a?o pasado, su empresa efectu¨® m¨¢s de 221.000 valoraciones de inmuebles. Una vez cada tres meses, P¨¦rez Barrio analiza los informes de sus 777 tasadores, se presenta ante los periodistas, informa de cu¨¢les son los precios del mercado y anuncia por d¨®nde van a ir los tiros en el mercado.

'Hay un anuncio que explica la situaci¨®n. Un hijo le pregunta a los padres: '?C¨®mo es que vosotros, con el sueldo de pap¨¢, pudisteis comprar un piso, y mi novia y yo, con dos sueldos, no podemos?'

'Mientras se vendan un mill¨®n de pisos al a?o no se puede decir que haya problema de vivienda en Espa?a', asegura el director de la empresa de tasaci¨®n Tinsa

Carlota espera parir en agosto, pero asegura que no se marchar¨¢ de la acera del Instituto de la Vivienda de Madrid hasta que no le adjudiquen un piso

'Se hacen 500.000 viviendas al a?o, s¨ª, pero a precios que son inaccesibles al 65% de la poblaci¨®n', dice el presidente de la Confederaci¨®n de Cooperativas

'El suelo tiene una repercusi¨®n tremenda en el precio del piso. A veces influye en un 50%. Eso es una locura', se?ala un representante de los promotores

'Conocemos suelos en las nuevas urbanizaciones de Madrid que se han vendido hasta cinco veces', asegura un experto de la Federaci¨®n de Vecinos de Madrid

En 1993, la mitad de las casas construidas era de protecci¨®n oficial. Sin embargo, el a?o pasado s¨®lo el 7% del medio mill¨®n construidas lo era

A mediados de junio, dos semanas antes de publicar su ¨²ltimo estudio, P¨¦rez Barrio ofrec¨ªa un mensaje esperanzador: 'Los precios ya no van a subir m¨¢s. Siempre hay una temporada en que los precios siguen subiendo aunque la demanda disminuya. Pero ya se ha alcanzado un tope. A quien se compr¨® una casa en los a?os 1996, 1997 y 1998 le toc¨® la loter¨ªa. Probablemente ha visto duplicarse el precio del piso. Pero eso se acab¨®. Los intereses han bajado todo lo que pod¨ªan bajar y la vivienda no subir¨¢ m¨¢s'. Punto.

Pero el martes 2 de julio, con su informe en la mano, Germ¨¢n P¨¦rez Barrio se present¨® ante decenas de periodistas y les dijo: 'No s¨¦ por qu¨¦ segu¨ªs haci¨¦ndome caso. De verdad. Si no hago m¨¢s que equivocarme'. Y acto seguido reconoci¨® que la vivienda, a pesar de todos los pron¨®sticos, segu¨ªa dispar¨¢ndose hasta arriba: en los ¨²ltimos 12 meses, los pisos nuevos subieron un 15%, y los usados, un 17%.

?La raz¨®n? 'S¨®lo se me ocurre pensar que la desconfianza de la gente hacia la Bolsa les lleva a invertir en la vivienda', arguy¨® P¨¦rez Barrio.

Cada mes, los precios van a peor. Y cada a?o, a mucho peor. 'Hay ahora un anuncio en la radio', comenta Julio Rodr¨ªguez, ex presidente del extinto Banco Hipotecario, 'que da en el clavo. Un hijo les pregunta a sus padres: '?C¨®mo es que vosotros, con s¨®lo el sueldo de pap¨¢, os pudisteis comprar un piso, y mi novia y yo, con dos sueldos, no podemos?'. ?sa es la clave. Los estudios de mercado nunca hablan de la gente que no puede comprar viviendas'.

'El precio medio de una casa nueva alcanz¨® en Espa?a la cifra de 20 millones de pesetas', se?ala el presidente de la Asociaci¨®n de Gestoras de Cooperativas de Viviendas (AGECOVI), Orencio Osuna. 'Eso significa que un comprador medio espa?ol deber¨ªa emplear el total de su salario, ?el total!, durante cinco a?os y medio de su vida para comprar un piso. Y si vive en Madrid, ser¨ªan siete a?os en vez de cinco y medio'.

Con semejante panorama era previsible que esta semana el l¨ªder del PSOE, Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, atacara al Gobierno en el debate sobre el estado de la naci¨®n con el problema de la vivienda. 'Con usted', le espet¨® Zapatero al presidente del Gobierno, Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, 'el precio de la vivienda ha subido un 50%, a un ritmo del 9% anual, y en a?os como ¨¦ste, algo m¨¢s. Durante su periodo de Gobierno hay un tercio menos de viviendas de protecci¨®n oficial'.

El suelo del Ej¨¦rcito

Lo que no era previsible es que Aznar no tuviese preparada alguna respuesta. S¨®lo cuando en la siguiente r¨¦plica Zapatero le record¨® que Aznar no hab¨ªa entrado al toro de la vivienda durante el debate y le propuso que Defensa destinara el 40% de su suelo para la construcci¨®n de casas de promoci¨®n p¨²blica, el presidente del Gobierno le dijo que Defensa ya viene haciendo eso desde hace tiempo.

'Hab¨ªa demagogia en las palabras de Zapatero', comenta el presidente de la Asociaci¨®n de Promotores Inmobiliarios (Asprima), Manuel Mart¨ª, 'pero Aznar no quiso entrar al trapo de lleno porque sabe que una parte de lo que ha hecho es insuficiente. El precio del suelo tiene una repercusi¨®n tremenda en lo que paga la gente por la vivienda. A veces llega hasta el 50%, lo cual es una locura. A los promotores tampoco nos interesan estos precios tan desorbitados. Lo que queremos es un crecimiento estable, continuo y moderado', concluye Mart¨ª.

'La despreocupaci¨®n que tiene el Gobierno de la naci¨®n respecto a la pol¨ªtica de la vivienda es tremenda', se?ala Alfonso V¨¢zquez, presidente de la Confederaci¨®n de Cooperativas de Viviendas de Espa?a. 'Yo tengo 72 a?os. Llevo 42 trabajando en el sector. Y puedo asegurarle que la situaci¨®n de la vivienda social nunca ha estado peor que ahora. Se hacen 500.000 viviendas al a?o, s¨ª, pero a precios que no son accesibles al 65% de la poblaci¨®n. Tengo muchos m¨¢s amigos en el PP que en la oposici¨®n. Pero he de reconocer que si Aznar no le respondi¨® a Zapatero es porque sabe que lo est¨¢ haciendo mal. Sobre el suelo prima el estraperlo. Los ayuntamientos especulan con los solares. Y encima les ponen a las viviendas protegidas unos precios tan baratos que no se ajustan a la realidad. El resultado, ?cu¨¢l es? Que nadie quiere construir viviendas protegidas porque no es rentable. Y que hay algunos sitios donde se usa dinero negro para comprarlas a precios mucho m¨¢s altos que los oficiales'.

No s¨®lo Aznar se muestra parco al hablar de vivienda. Este peri¨®dico lleva intentando desde hace m¨¢s de cinco semanas recabar la opini¨®n del director general de la Vivienda, Fernando Nasarre, pero desde el Ministerio de Fomento s¨®lo han respondido con el silencio.

No obstante, si la Administraci¨®n no va hacia los ciudadanos, a veces los propios vecinos se plantan ante los t¨¦cnicos y los pol¨ªticos.

Carlota Teresa Fern¨¢ndez D¨ªaz no ha visto el debate sobre el estado de la naci¨®n. Tiene 28 a?os, un hijo de 10, una hija de 8, y est¨¢ embarazada de siete meses con trillizos en camino. Lleva plantada un mes frente al Instituto de la Vivienda de Madrid (Ivima) con una pancarta que dice: 'El Ivima se niega a dar un piso, viviendo en una nave con dos ni?os y tres en camino, y teniendo pisos cerrados'. Espera dar a luz en agosto, pero dice que no se ir¨¢ de la acera hasta que no le adjudiquen un piso.

Luis Eduardo Cort¨¦s, consejero de Obras P¨²blicas de la Comunidad de Madrid, asegura que as¨ª no adelantar¨¢ nada: 'La gente piensa que con los medios de comunicaci¨®n los pol¨ªticos se asustan. Pero desde la Administraci¨®n no se puede funcionar a golpe de coraz¨®n. Aunque parezca mentira, a¨²n hay gente mucho m¨¢s necesitada que esta familia. Se le adjudicar¨¢ algo cuando le llegue su turno'.

Al marido de Carlota, el tapicero Esteban Cavanillas, lo despidieron de la f¨¢brica hace a?o y medio. Dejaron de pagar las 80.000 pesetas por un piso alquilado y se fueron a vivir a la nave de 182 metros cuadrados que ten¨ªan alquilada en San Sebasti¨¢n de los Reyes, un municipio de Madrid.

En su momento, Carlota y su marido intentaron hacerse con una casa en la vor¨¢gine del mercado libre. 'En el peri¨®dico Segunda Mano ves muchos anuncios de ventas de pisos: te ponen que s¨®lo tienes que dar 80.000 pesetas mensuales y que no necesitas avales. Pero cuando vas y hablas con ellos, te das cuenta de que todo es una trola. Si el piso vale 15 millones, te piden 8 o 10 de avales', comenta Esteban Cavanillas.

Comprar un piso es imposible. Y para alquilarlos compiten con los emigrantes, quienes pagan m¨¢s porque est¨¢n dispuestos a vivir con m¨¢s personas en menos espacio. 'El otro d¨ªa fui a llevar unas sillas tapizadas a una casa y, donde ten¨ªa que haber una familia, me encontr¨¦ a cuatro o cinco familias de marroqu¨ªes, los ni?os apelotonados en los pasillos, durmiendo todos juntos, y las bombonas de butano tambi¨¦n en el pasillo, que cada familia usaba la suya', comenta el marido de Carlota.

Malika Abdelazid, miembro de la Asociaci¨®n de Trabajadores Inmigrantes Marroqu¨ªes en Espa?a (ATIME), recuerda que en Madrid se pagan 'hasta 30.000 pesetas por acceder a una cama en habitaciones de cuatro camas'. 'No olvidemos que los inmigrantes son ya el 3% de la poblaci¨®n espa?ola. Y una familia de emigrantes cobra entre 80.000 y 120.000 pesetas al mes. Muchos inmigrantes quieren quedarse en este pa¨ªs, comprar una casa, pero no hay apenas viviendas de protecci¨®n oficial. Y cuando salen ofertas, s¨®lo se publican en espa?ol'.

'No hay problema'

Sin embargo, no todo el mundo cree que los precios de la vivienda est¨¢n por las nubes. Germ¨¢n P¨¦rez, director de la sociedad de tasaci¨®n Tinsa, cree que no se puede hablar de carest¨ªa en t¨¦rminos absolutos. 'Si los pisos estuvieran tan caros, no se vender¨ªan cada a?o medio mill¨®n de viviendas nuevas y otro medio mill¨®n de pisos de segunda mano. Mientras se venda un mill¨®n de viviendas al a?o, no se puede decir que haya un problema. Hay mucha complicidad de mucha gente en el hecho de que est¨¦n tan caras las viviendas. En realidad, cuando suben los precios, todos los que tenemos casa nos ponemos muy contentos. Hay 14 millones de familias en Espa?a, y el 85% de esas familias son propietarias'.

'Esa opini¨®n me resulta graciosa', se?ala Francisco Ca?o, el encargado de la Vivienda en la Federaci¨®n Regional de Asociaciones de Vecinos de Madrid. 'Decir que el mercado de la vivienda est¨¢ muy bien porque se venden un mill¨®n cada a?o es lo mismo que decir que el de la droga marcha bien porque hay mucha demanda y no deja de circular la mercanc¨ªa. S¨ª, el mercado est¨¢ mejor que nunca. Pero eso s¨®lo significa que la vivienda se ha convertido en un objeto de mercado, y no en un derecho constitucional. Todos tenemos derecho a un espacio digno. Sin embargo, la juventud no puede emanciparse. Para que no se dispare el precio de la vivienda, se necesita potenciar la p¨²blica. Y no se hace'.

'La gente compra suelo no para construir, sino para revenderlo', contin¨²a el representante de la Federaci¨®n de Asociaciones de Vecinos. 'Conocemos terrenos en las nuevas urbanizaciones al norte de Madrid que se han vendido hasta cinco veces. Se vende, revende y se cambian solares como quien cambia cromos. Se est¨¢n firmando hipotecas por 30 a?os. ?Cu¨¢ndo se ha visto eso? Yo pude pagar mi piso en 12 a?os con un solo salario. ?Ser¨ªa eso posible? Hoy, una pareja tiene que contar con la ayuda de los padres y endeudarse todos por unos 25 a?os. Por eso hoy hay m¨¢s pisos embargados que nunca'.

Averiguar cu¨¢ntas hipotecas se est¨¢n pagando ahora mismo en Espa?a no es f¨¢cil. La Asociaci¨®n Hipotecaria de Espa?a remite al Banco de Espa?a, que a su vez remite a la Asociaci¨®n Espa?ola de Banca, y ¨¦sta a su vez, a la Asociaci¨®n Hipotecaria de Espa?a. Esta asociaci¨®n, integrada por 35 entidades financieras, estima que desde los ¨²ltimos 20 a?os se est¨¢n pagando en Espa?a unos diez millones de hipotecas. 'Pero no tenemos las cifras exactas', se?ala una fuente de la Asociaci¨®n Hipotecaria, 'porque los bancos se niegan a revelar esas cifras. Compiten entre ellos y no quieren soltarlas'.

S¨®lo la Confederaci¨®n Espa?ola de Cajas de Ahorros aporta una cifra: tres millones de hipotecas contratadas en la actualidad con las cajas de ahorro. ?Y durante cu¨¢nto tiempo se pagan? Aunque tampoco hay cifras exactas, la Asociaci¨®n Hipotecaria asegura que el periodo oscila entre los 20 y los 25 a?os.

Lo que s¨ª est¨¢ claro es que en los ¨²ltimos siete a?os, las familias han pasado de endeudarse desde un 40% de su renta bruta hasta un 77% en 2001, seg¨²n ha anunciado el Banco de Espa?a. Y el 75% de esa deuda se dedica a financiar la vivienda.

De esta situaci¨®n, arguyen algunos afectados, no s¨®lo es responsable el Gobierno del PP. El pasado 4 de abril, EL PA?S publicaba la carta de un lector madrile?o, Pedro Pablo Pell¨®n Pulido, que dec¨ªa: 'Tengo 33 a?os y todav¨ªa vivo en casa de mis padres; seguramente tendr¨¦ que vivir con ellos hasta los 40 a?os -o m¨¢s- y todo, ?gracias a qui¨¦n? Pues a los in¨²tiles e incompetentes pol¨ªticos que tenemos en Espa?a'.

'Primero debo dar las gracias al PSOE, que tuvo la feliz idea de permitir que desgravaran las compras de inmuebles; esta idea en principio parec¨ªa buena, porque incentivaba el mercado inmobiliario, pero -como siempre- sal¨ªan perdiendo las capas bajas de la sociedad, ya que se desgravaba igual una pareja humilde que se compraba la primera vivienda que un especulador que comprase ocho pisos como inversi¨®n'.

'Despu¨¦s lleg¨® el PP y cre¨® su famoso Plan 2000, del cual -para sonrojo del Ministerio de Fomento- no se ha cumplido ni el 10%'.

'Pero la realidad es demasiado testaruda y ah¨ª est¨¢n los datos: seg¨²n The Economist, entre 1980 y 2001, el precio de la vivienda en Espa?a subi¨® un 726% en t¨¦rminos nominales y un 124% en t¨¦rminos reales (descontada la inflaci¨®n) o, lo que es lo mismo: en Espa?a la vivienda subi¨® 6,5 veces m¨¢s que en cualquier pa¨ªs del mundo. ?Y qu¨¦ han hecho nuestros pol¨ªticos? Pues pr¨¢cticamente nada, dos pomposos planes de vivienda, que fueron un fracaso, y poco m¨¢s'.

'Afortunadamente para los pol¨ªticos, vivo en un pa¨ªs en el que los j¨®venes s¨®lo se indignan y manifiestan por cosas tan peregrinas como el descenso de la categor¨ªa de su equipo favorito, o cosas tan abstractas como la 'antiglobalizaci¨®n'. L¨®gicamente, nunca votan, porque pasan de pol¨ªtica; l¨¢stima que no se den cuenta de que la pol¨ªtica no pasa de ellos', conclu¨ªa Pell¨®n en su carta al director.

El lector, Pedro Pablo Pell¨®n Pulido, de 33 a?os, fue contactado por este peri¨®dico la pasada semana. Pedro Pablo es un funcionario del Ministerio de Medio Ambiente. Gana 928 euros al mes. Viv¨ªa con su ex mujer hasta hace un a?o y ahora vive con sus padres en un piso de protecci¨®n oficial. 'Me quedan limpias 80.000 pesetas al mes. Y con ese dinero me temo que seguir¨¦ viviendo en casa de mis padres, en los 50 metros cuadrados, para el resto de mi vida', se?al¨®.

Las rupturas matrimoniales como la de Pedro Pablo Pell¨®n est¨¢n creciendo en Espa?a a un ritmo muy superior al de las bodas. Por primera vez, el a?o pasado se alcanz¨® una cifra de seis d¨ªgitos: 102.403 sentencias de separaciones y divorcios. Una de ellas fue la de Teresa L¨®pez, de 44 a?os, quien, tras separarse, se ha ido con su hija y sus tres hijos a vivir a la casa de la hija mayor, de 24 a?os. 'Viv¨ªa con mi marido en una casa de alquiler. Nos separamos en Nochebuena. Y me vine con mis tres ni?os a esta casa de 60 metros cuadrados. Nos cuesta 52.000 pesetas al mes. Y la paga mi yerno con una n¨®mina de 82.000 pesetas. He solicitado una vivienda, y no me la han dado porque se supone que no tengo los puntos necesarios'.

Todo espa?ol que gane menos de 5,5 veces el salario medio interprofesional, es decir, menos de 34.049 euros al a?o (5.665.343 pesetas), tiene derecho a solicitar una vivienda de protecci¨®n oficial. El problema es que no se encuentran ya esos tesoros por las calles. En el a?o 2000 se construyeron 500.000 viviendas. Y de ellas, s¨®lo 30.000 (el 7%) gozaban de subvenci¨®n p¨²blica.

Jam¨¢s el n¨²mero de casas ha sido tan alto y jam¨¢s el n¨²mero de viviendas protegidas tan bajo. Basta echarle un vistazo al gr¨¢fico de esta p¨¢gina, elaborado con cifras del propio Ministerio de Fomento. En 1993, la mitad de las casas construidas era de protecci¨®n oficial. Desde entonces, la cifra no ha hecho m¨¢s que disminuir.

'En realidad', se?ala el representante de la Asociaci¨®n de Promotores Inmobiliarios, Manuel Mart¨ª, 'todo el mundo quiere sacar parte del bot¨ªn de la vivienda. Los ayuntamientos, las comunidades aut¨®nomas, el Gobierno... Los pol¨ªticos saben que los promotores somos los malos de la pel¨ªcula. Y al final resulta que somos los ¨²nicos que defendemos los intereses de este sector, porque la vivienda no tiene sindicatos'.

'Yo no quer¨ªa comprar piso'

En las grandes estad¨ªsticas sobre el mercado de la vivienda nunca se recoge la situaci¨®n de gente como Carmen Cervera, nombre supuesto de una periodista que cobra al a?o 12 pagas de 185.000 pesetas. 'Yo no quer¨ªa comprarme un piso. Siempre lo he visto como una atadura. Hace dos a?os, yo viv¨ªa de alquiler en Colonia, Alemania. Todos mis amigos estaban de alquiler porque las ventajas fiscales les compensan. Y gracias a que viv¨ªa as¨ª pude venirme a Espa?a de un d¨ªa para otro. Pero viendo c¨®mo suben y suben y suben los precios, he terminado dej¨¢ndome machacar por el capitalismo', comenta Cervera con sorna.

'As¨ª que en octubre me puse en la cola de los que buscan. Dos o tres colegas periodistas de los que trabajan en suplementos inmobiliarios y econ¨®micos me aconsejaron que esperase a que se implantara el euro. Cre¨ªan que los precios iban a bajar. Pero un piso que hace cinco meses costaba 30 millones de pesetas, ahora me puede costar 33. Tengo que pagar las consecuencias de haberme hecho la lista'.

'Te pones a buscar en los peri¨®dicos', contin¨²a Cervera, 'y ves algunos chollos, pisos de particulares con unos precios bastante baratos. Pero despu¨¦s llamas y descubres que detr¨¢s de los chollos siempre hay una agencia inmobiliaria. Y que el piso ese no existe. Ni el precio ese tampoco. Toman tus datos y te ofrecen otros pisos a precios mucho m¨¢s caros. De cada 50 pisos, unos tres son de particulares'.

'Si encuentro un piso con mi novio, alquilaremos una habitaci¨®n', contin¨²a Cervera. 'Mi novio se est¨¢ planteando dedicarse a especular directamente. Sabemos que no es ¨¦tico. Pero a veces no te queda m¨¢s remedio. ?l compr¨® hace dos a?os un bajo por nueve millones, y una empresa se lo ha tasado ahora en 22. Hace poco vio otro bajo en Lavapi¨¦s por nueve millones de pesetas y est¨¢ intentando comprarlo para rehabilitarlo y despu¨¦s venderlo', concluye Cervera.

Mientras hasta a los m¨¢s pobres se les despierta el apetito especulador, la carrera de los precios contin¨²a imparable. De momento.