Ajetreo consular

Cuando Aurelio D¨ªaz, ciudadano estadounidense, tomaba un vuelo en Atlanta con direcci¨®n a Valencia para encontrarse con su mujer y su hijo de siete a?os, no se imaginaba la sorpresa con la que se encontrar¨ªa horas despu¨¦s en el aeropuerto de Manises. All¨ª le aguardaban su esposa Stacey y el peque?o Huitzi, pero el gesto torcido de su mujer reflejaba que algo no iba bien: le hab¨ªan robado el bolso en el mismo aeropuerto. Los 1.200 d¨®lares (cifra casi id¨¦ntica en euros), las tarjetas de cr¨¦dito y los pasajes de vuelta a su pa¨ªs se los hab¨ªa llevado un ladr¨®n. '?Qu¨¦ bienvenida!', ironiza Aurelio en la oficina consular de EE UU en Valencia mientras su mujer rellena unos formularios para conseguir los nuevos documentos.

Al igual que los D¨ªaz, miles de extranjeros visitan durante el verano los consulados de sus pa¨ªses de origen, aunque no siempre por motivos tan desagradables como ¨¦ste. La mayor¨ªa acude para solucionar alg¨²n tr¨¢mite burocr¨¢tico o para pedir informaci¨®n. En cualquier caso, la actividad var¨ªa seg¨²n el pa¨ªs al que pertenezca la oficina consular.

En el consulado estadounidense atienden a los miles de conciudadanos que residen en la Comunidad Valenciana, Murcia y Albacete. 'Renovamos pasaportes, inscribimos nacimientos en el registro, hacemos todo tipo de tr¨¢mites administrativos', afirman fuentes del consulado. En verano las tareas se multiplican,entre otras razones porque, aunque los espa?oles ya no necesitan visado para viajar a EE UU, son muchos los estudiantes que acuden al consulado para solicitar informaci¨®n antes de marcharse a cursar sus estudios. 'Vienen sobre todo a partir de mayo y hasta finales de julio', afirma la misma persona. En este mes los hurtos les han dado m¨¢s trabajo del habitual. 'La semana pasada tuvimos tres casos de robo de documentos, y la anterior cinco m¨¢s, tres en un mismo d¨ªa', cuenta.

En el consulado marroqu¨ª, una treintena de personas aguarda paciente su turno, entre ellos, Abdelatif, que est¨¢ casado con una espa?ola y lleva 10 a?os viviendo en Espa?a. Ha venido desde Murcia para renovar su pasaporte, uno de los tr¨¢mites m¨¢s comunes en la oficina consular. Durante el periodo estival el trabajo es m¨¢s intenso. 'Recibimos entre 40 o 50 visitas m¨¢s diariamente', cuenta Hamid, trabajador del consulado. No s¨®lo atienden a los m¨¢s de 40.000 marroqu¨ªes que residen en la Comunidad Valenciana y Murcia, tambi¨¦n despachan a otros compatriotas residentes en pa¨ªses como Francia o B¨¦lgica que hacen un alto en su marcha hacia Marruecos, adonde van a pasar sus vacaciones, si es que surge alg¨²n problema durante el viaje.

Desde hace poco tiempo, en la oficina consular marroqu¨ª expiden visados. 'Los que lo solicitan suelen ser argelinos y ciudadanos de otros pa¨ªses de ?frica', cuenta Hamid a la vez que recuerda que los espa?oles no necesitan pasar por este tr¨¢mite para entrar en el pa¨ªs magreb¨ª.

En otros consulados la incidencia del verano es menor. En el alem¨¢n se trabaja siempre a destajo, seg¨²n afirma una fuente del mismo. 'Es un consulado at¨ªpico ya que nuestra labor consiste b¨¢sicamente en atender a los pensionistas espa?oles que emigraron a Alemania', afirma esta persona. Las cuestiones relacionadas con el registro civil: matrimonios mixtos, nacimientos o defunciones, forman tambi¨¦n parte del grueso de la actividad consular.

Hace 24 a?os el consulado de Gran Breta?a se traslad¨® desde Valencia a Alicante porque all¨ª se concentra la mayor¨ªa de la comunidad brit¨¢nica. El volumen de trabajo tampoco var¨ªa por estar en verano. Cambian los asuntos que tratan. 'Muchos residentes, la mayor¨ªa jubilados, se marchan a Inglaterra a pasar las vacaciones porque aqu¨ª hace mucho calor y viene gente bastante m¨¢s joven', cuenta un responsable consular. Con los hooligans ya se sabe lo que sucede: borracheras tremendas y gresca asegurada. Las trifulcas suelen acabar en comisar¨ªa. 'No son incidentes graves', asegura esta persona, 'si acaso alguna reyerta, alg¨²n joven que tira a un camarero a la piscina...'.