Las autoridades indias afirman que la viuda fue 'empujada' a la pira
El Gobierno local considera que los culpables salieron de la multitud que asisti¨® al 'sati'
El Gobierno del Estado indio de Madhya Pradesh afirm¨® ayer que la viuda de 65 a?os que muri¨® quemada el pasado martes en la pira funeraria de su marido fue 'empujada a las llamas por varias personas de la multitud' de unos 1.000 asistentes a la cremaci¨®n. Hay 15 detenidos, pero los hijos del matrimonio no figuran entre ellos. Las relaciones de ambos c¨®nyuges, seg¨²n algunos testimonios, siempre fueron malas.
'Varias personas de la multitud estaban empujando a la mujer, Kuttu, para que se lanzase a la pira ardiendo', dijo ayer Mahendra Baudh, ministro del Interior. Baudh describi¨® ante el Parlamento local el testimonio de uno de los dos polic¨ªas que intentaron impedir los hechos, pero a quienes la muchedumbre rechaz¨® a pedradas. Una llamada hab¨ªa informado a la polic¨ªa de que en la aldea de Patna Tamoli, a 415 kil¨®metros de Bhopal, una mujer iba a sacrificarse en un sati, un ritual milenario, prohibido en 1829, en el que la viuda muere en la pira funeraria del marido.
El Gobierno central conden¨® ayer, a trav¨¦s del Comit¨¦ Nacional de Mujeres, la 'atrocidad'. Este organismo enviar¨¢ de inmediato un equipo para investigar.
Las versiones sobre el terreno son contradictorias. 'Teor¨ªas, hay un mont¨®n, pero nadie dice haber visto a la mujer sentarse entre las llamas o permanecer sentada all¨ª', escribe el enviado del The Telegraph de Calcuta. Los hechos, a?ade, yacen bajo 'capas de rumor, fe, superstici¨®n y conspiraci¨®n'.
'La pareja, Mallu y Kuttu, estaba distanciada desde hace mucho; siempre se peleaban y casi siempre estaban separados', dijo ayer Ravindra Pastor, un magistrado de Patna Tamali, quien sugiere que Kuttu pudo actuar por desesperaci¨®n ante su propio sentimiento de culpabilidad hacia Mallu.
Patna Tamoli tiene unos 800 vecinos, en general cultivadores de betel (las hojas se emplean como estimulante), pero los testimonios indican que a la cremaci¨®n llegaron muchos forasteros por el anuncio de un sati inminente. Hist¨®ricamente, las viudas que se sacrificaban en la pira se convert¨ªan en objeto de veneraci¨®n. De hecho, ahora la aldea est¨¢ tomada por polic¨ªas, que intentan impedir todo intento de glorificaci¨®n.
'Siempre existe coerci¨®n en algo as¨ª', dijo a la BBC un periodista local, Ambrish Mishra. 'Adem¨¢s, hay mucho dinero en el asunto. Un sati pone a una aldea en el mapa, significa que ya tienes una diosa entre tus paisanos, as¨ª que puedes sacar dinero para construir templos'.
'Lo importante es que la familia y el pueblo hayan apoyado un acto as¨ª: la mujer habr¨ªa cumplido un sacrificio, un gesto de lealtad hacia el marido', explic¨® a France Presse el redactor jefe de The Times of India, Dilip Padgaonkar. 'El hecho de que semejante gesto se reproduzca en 2002 evidencia que la ley que proh¨ªbe el sati no ha sido interiorizada por la sociedad. De hecho, se trata de un asesinato, pero no en la mente de los lugare?os, para quienes no hay nada m¨¢s bello que una mujer que se sacrifica'.
El ¨²ltimo caso similar ocurri¨® en 1987, cuando una viuda de 18 a?os ardi¨® en la pira de su marido. Su suegro y su cu?ado fueron detenidos, pero en 1996 los jueces fallaron que se hab¨ªa tratado de un suicidio y les puso en libertad.
Los expertos disienten sobre el origen del ritual del sati. Unos lo remontan al periodo de los libros sagrados Vedas (3000 antes de Cristo), y otros al primer siglo de nuestra era, con la llegada de los guerreros escitas.
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