Italia pone en cuesti¨®n el pacto de estabilidad acordado por la UE
Berlusconi trata de cumplir a toda costa su promesa de reducir los impuestos
Italia vuelve a cuestionar la validez del Pacto de Estabilidad y Crecimiento, aprobado en Dubl¨ªn en 1996 y que limita al 3% del PIB el d¨¦ficit p¨²blico de los socios comunitarios, con obligaci¨®n de aproximarse al d¨¦ficit cero en 2004. El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, de vacaciones en Cerde?a, guarda silencio, pero no pasa d¨ªa sin que alg¨²n miembro de su Gabinete se lamente del rigor que impone el Pacto de Estabilidad a las econom¨ªas europeas.
El principal enemigo del pacto, es, por razones obvias, Giulio Tremonti, ministro italiano de Econom¨ªa, que ha visto corregidas a la baja, la pasada semana, todas sus previsiones de crecimiento econ¨®mico y de recaudaci¨®n fiscal, lo que pone en peligro el ambicioso plan de recorte de impuestos anunciado para el a?o pr¨®ximo. El d¨¦ficit italiano, tras una revisi¨®n, supera ya el 2,2% del PIB.
Tremonti no se ha referido directamente al pacto por su nombre, pero, en declaraciones al diario estadounidense The Wall Street Journal, abogaba por una inmediata sustituci¨®n del poder de los tecn¨®cratas por el de los pol¨ªticos, si se quiere evitar el declive de Europa, en la misma l¨ªnea de su ofensiva anti-Comisi¨®n Europea de enero.
Una primera tarea de los pol¨ªticos ser¨ªa, evidentemente, la de aliviar el rigor de las normas elaboradas por los tecn¨®cratas, como el Pacto de Estabilidad. El Gobierno de centro-derecha no ha elevado ninguna petici¨®n concreta a la Comisi¨®n Europea porque, como admiten diversos cargos del Ejecutivo, esta tarea corresponde a Francia o Alemania, pa¨ªses con alto d¨¦ficit, pero sin la carga negativa de una deuda p¨²blica que, en el caso de Italia, es del 109% del PIB.
Las recientes intervenciones de Tremonti, y de los ministros de Cultura, Giuliano Urbani; de Comercio, Antonio Marzano, y de Defensa, Antonio Martino, abogando machaconamente a favor de una reforma del Pacto de Estabilidad, que no contabilice las inversiones p¨²blicas en infraestructuras o en reformas sociales o ampl¨ªe el d¨¦ficit autorizado, han decidido al presidente de la Comisi¨®n Europea, el italiano Romano Prodi, a entrar en la pol¨¦mica.
En declaraciones a la cadena italiana RAI, Prodi asegur¨® ayer que los Estados de la UE, 'igual que han suscrito un pacto, lo pueden cambiar. Pero hablando con los gobernantes de esos pa¨ªses me he dado cuenta de que no est¨¢n dispuestos, no quieren desperdiciarlo'.
Peligros
Asimismo, en una entrevista concedida al diario de su ciudad, La Gazzetta di Reggio, Prodi advierte de los peligros de retocar el pacto. 'Los mercados financieros y los responsables de econom¨ªa examinan con el microscopio las decisiones econ¨®micas del Banco Central Europeo y de la Uni¨®n Europa', dice Prodi, de ah¨ª la importancia de mantener un pacto que, lejos de ser una muestra de rigidez, env¨ªa 'un mensaje de seriedad y coherencia' a todos los mercados.
Los vientos que han tra¨ªdo la pol¨¦mica y que alimentan los presagios de un oto?o 'caliente' no proceden de Bruselas, sino de Roma. Las previsiones de crecimiento y de recaudaci¨®n fiscal, hechas por el Ministerio del Tesoro, sobre las que se basan los presupuestos de 2003, se revelaron err¨®neas la semana pasada, a la luz de los datos provisionales del Instituto de Estad¨ªstica Nacional y de los c¨¢lculos del Banco de Italia. Seg¨²n el Istat (el equivalente italiano del INE), el crecimiento econ¨®mico del segundo trimestre de 2002 fue de apenas el 0,2%, mientras el primer trimestre el PIB aument¨® s¨®lo el 0,1%, se?alando una preocupante tendencia para el conjunto del a?o. Si el ¨²ltimo trimestre no lo remedia, el 2002 se cerrar¨¢ con un crecimiento de apenas el 0,8% del PIB, frente a una previsi¨®n oficial del 1,3%. La recuperaci¨®n podr¨ªa no llegar tampoco en 2003, a?o en el que, seg¨²n el Fondo Monetario Internacional (FMI), Italia crecer¨¢ s¨®lo un 2,3%.
El otro 'aguafiestas' fue el Banco de Italia, cuyo bolet¨ªn recoge una menor entrada de impuestos en el primer semestre del a?o. El Tesoro recaud¨® un 0,4% menos que el a?o anterior, es decir, casi 20.000 millones de euros menos. Un duro golpe a los c¨¢lculos presupuestarios del ministro Tremonti, que se basaban en un aumento de un 1,5% de la recaudaci¨®n fiscal. Con los datos en la mano, algunos socios de la coalici¨®n de Gobierno han adelantado ya que ser¨¢ necesario plantearse una reforma de las pensiones para 'salvar' la reducci¨®n de impuestos de 2003.
La advertencia de Marco Follini, l¨ªder de uno de los dos partidos centristas del Gobierno, ha desencadenado las protestas de los sindicatos y ha obligado a un rotundo desmentido al ministro de Trabajo, Roberto Maroni. La oposici¨®n ha reclamado la dimisi¨®n de Tremonti, como responsable de una planificaci¨®n econ¨®mica err¨®nea, y Berlusconi se ha limitado a trasmitir su disgusto por el 'terrorismo psicol¨®gico' de la izquierda, a trav¨¦s de algunos de sus m¨¢s estrechos amigos y colaboradores. La tregua terminar¨¢ en oto?o.
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