Las 64 l¨ªneas celulares aprobadas hace un a?o por Bush no han llegado a los cient¨ªficos de EE UU
Mientras en Europa las muy diferentes legislaciones de los distintos pa¨ªses dificultan la utilizaci¨®n de c¨¦lulas madre embrionarias humanas para investigar posibles usos m¨¦dicos, en Estados Unidos las limitaciones impuestas por el Gobierno de Bush est¨¢n produciendo pr¨¢cticamente el mismo efecto. Hace un a?o, Bush anunci¨® que los cient¨ªficos estadounidenses s¨®lo podr¨ªan utilizar en investigaciones financiadas con fondos federales determinadas l¨ªneas celulares generadas antes de su anuncio, que, seg¨²n los Institutos Nacionales de la Salud (NIH) de EE UU, eran 64 en cuatro continentes.
Un a?o despu¨¦s, aunque el n¨²mero total ha aumentado hasta 71, s¨®lo cuatro de estas l¨ªneas se encuentran de hecho en manos de la comunidad cient¨ªfica en general, es decir, de aquellos investigadores que no trabajan directamente en los laboratorios que las generan, seg¨²n una evaluaci¨®n de la situaci¨®n realizada por la revista Science. Las expectativas generadas por el anuncio de Bush se han quedado en pr¨¢cticamente nada, debido a una mezcla de burocracia, desconfianza respecto a los derechos de las patentes, falta de inter¨¦s de los laboratorios por compartir sus c¨¦lulas madre y, sobre todo, falta de calidad suficientemente acreditada de la mayor¨ªa de las l¨ªneas celulares.
Los cient¨ªficos se desesperan ante una situaci¨®n que tiene ribetes kafkianos. Algunas de las l¨ªneas celulares, como las del Instituto Karolinska de Suecia, est¨¢n congeladas y nadie sabe si seguir¨¢n funcionando como c¨¦lulas madre cuando se descongelen, mientras el citado instituto trabaja sobre otras nuevas que Bush no acepta. Otras l¨ªneas celulares se anunciaron precipitadamente y todav¨ªa falta comprobar que lo son verdaderamente.
En general, las c¨¦lulas madre embrionarias humanas resultan mucho m¨¢s dif¨ªciles de cultivar que las de rat¨®n, ha explicado un representante de la empresa m¨¢s avanzada, WiCell, relacionada con la universidad de Wisconsin, donde se lograron las primeras c¨¦lulas madre en 1998. Crecen m¨¢s despacio, necesitan de otras c¨¦lulas y tienen que ser vigiladas constantemente para evitar que se conviertan en c¨¦lulas diferenciadas, lo que les privar¨ªa de su valor. '?C¨®mo voy a pedir una l¨ªnea celular a la India, si cuando lleguen no tengo medio de saber que son verdaderas c¨¦lulas madre?', se pregunta Ali Hemmati-Brivanlou, de la Universidad Rockefeller,
Los NIH est¨¢n haciendo un gran esfuerzo para que sus investigadores dispongan de estas c¨¦lulas y han empezado por financiar a los laboratorios que las producen para que las caractericen y multipliquen m¨¢s r¨¢pidamente, pero las condiciones impuestas por Bush est¨¢n demostrando ser un verdadero freno.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.