C?MICS: DE SPIDERMAN AL 'CORRALITO' ARGENTINO

Mientras el c¨®mic estadounidense de superh¨¦roes se ha convertido en la reserva imaginativa del cine comercial, en Europa una nueva corriente reivindica la vigencia creativa y cultural del medio desde una perspectiva de autor. La autobiograf¨ªa y la historieta de trasfondo social son los caminos emprendidos por estos nuevos creadores para demostrar la vigencia del c¨®mic. Norma Editorial prepara la edici¨®n en septiembre de Pers¨¦polis, de la francesa de origen iran¨ª Marjane Satrapi, uno de los m¨¢s representativos ejemplos de esta tendencia.

Marjane Satrapi obtuvo con la segunda parte de Pers¨¦polis el premio Alph Art al mejor gui¨®n concedido en la pasada edici¨®n del festival de c¨®mic de Angulema, todo un s¨ªntoma de que las obras hasta ahora consideradas como independientes han encontrado un importante hueco en el mercado franc¨¦s, el m¨¢s potente de Europa. Aunque sus 30.000 ejemplares vendidos no hagan sombra a cl¨¢sicos como la ¨²ltima aventura de Ast¨¦rix, que ha vendido el pasado a?o en Francia 2,3 millones de libros, o La extra?a cita, la ¨²ltima peripecia de los personajes de Jacobs, Blake y Mortimer, escrita por Jean Van Hamme y dibujada por Ted Benoit, que se ha acercado en el mismo periodo al medio mill¨®n de vol¨²menes vendidos, s¨ª que han hecho despertar el inter¨¦s de los editores convencionales, que han fijado su atenci¨®n en las hasta ahora ignoradas editoriales independientes. ?stas han sido, con su esp¨ªritu atrevido e innovador, el motor de la actual renovaci¨®n del c¨®mic, atrapado ¨²ltimamente por el convencionalismo hist¨®rico, la pornograf¨ªa, el influjo japon¨¦s o la lucha maniquea de los superh¨¦roes. El nuevo c¨®mic que ha cuajado en pa¨ªses con tradici¨®n historiet¨ªstica como Italia, Portugal y Espa?a, adem¨¢s del mercado franco-belga, se caracteriza por el di¨¢logo ¨ªntimo del autor con el lector, con una clara tendencia al relato autobiogr¨¢fico dentro de un contexto de reflejo de la realidad social. Todo ello conducido por una nueva generaci¨®n de editores que han sabido encontrar un sutil equilibrio entre el riesgo creativo y la industria.

Pers¨¦polis tiene un car¨¢cter autobiogr¨¢fico. Marjane Satrapi era una ni?a cuando estall¨® la revoluci¨®n isl¨¢mica que derroc¨® a la monarqu¨ªa del sha de Persia. Satrapi, perteneciente a una familia occidentalizada opuesta al antiguo r¨¦gimen, descubre al triunfar la revoluci¨®n su falta de acomodo a la nueva situaci¨®n pol¨ªtica y social de Ir¨¢n. En la escuela le obligan a vestirse el velo y algunos de sus familiares son encarcelados por sus h¨¢bitos opuestos a los principios del fundamentalismo isl¨¢mico. En Francia, la obra ha sido editada por L'Association, una editorial independiente que ha representado la punta del iceberg de la nueva edici¨®n europea de c¨®mics.

Otro de los triunfadores de lo que los franceses se han apresurado a denominar nouvelle vague del c¨®mic es David B., que, publicado en el mercado espa?ol por Sinsentido, es uno m¨¢s de los autores auspiciados por L'Association. David B. defiende una manera de hacer historietas que entronca con la realidad y que, sin renunciar a las caracter¨ªsticas imaginativas del medio, permite un relato de historias sentidas. ?ste es el caso de La ascensi¨®n del Gran Mal, donde el autor exorciza todos los demonios de su infancia, incluidas las crisis de epilepsia de su hermano.

In¨¦dita en nuestro mercado permanece Rural!, de ?tienne Davodeau, que recoge a modo de drama campestre las preocupaciones ecol¨®gicas de una nueva generaci¨®n de campesinos. La obra contiene un pr¨®logo del l¨ªder sindical Jos¨¦ Bov¨¦.

La cosecha en esta l¨ªnea en el mercado espa?ol es abundante y de calidad. La pasada edici¨®n del Sal¨®n del C¨®mic de Barcelona fue abundante en premios para las editoriales independientes. El galard¨®n al mejor libro de historietas de 2001 recay¨® en Cosecha rosa, de Jos¨¦ Luis ?greda, de clara referencia de la po¨¦tica surrealista, pero de evidentes alusiones a la cotidianeidad. Con el regusto de afectos de cocci¨®n lenta, contradictorios y profundos, se presenta Otra vida (Ediciones D2ble D2sis), de Ferm¨ªn Sol¨ªs. Otros nombres son Paco Roca, que en El juego l¨²gubre (La C¨²pula) propone un viaje al Cadaqu¨¦s de Salvador Deseo (alusi¨®n a Dal¨ª) en plena guerra civil, y Dario Adanti, que marca el l¨ªmite alto del delirio surrealista en Kolmillo Blanco (Medio Muerto).

Lejos de los relatos de conflictos armados en series m¨ªticas como Haza?as B¨¦licas, basados en el hero¨ªsmo guerrero y en la dial¨¦ctica de buenos y malos, la guerra ha recibido un tratamiento personal y de denuncia por parte de los nuevos historietistas. El conflicto de los Balcanes ha llenado en los ¨²ltimos a?os cientos de vi?etas, todas ellas expresando su repulsi¨®n por los horrores de la guerra. Uno de los primeros gestos en este sentido, cuando todav¨ªa la opini¨®n p¨²blica a¨²n no hab¨ªa tomado conciencia de la magnitud de lo que estaba sucediendo, fue Nosotros somos los muertos, una publicaci¨®n autoeditada por el dibujante Max. Le han seguido todo tipo de trabajos sobre el tema: F¨¢bulas de Bosnia (Gl¨¦nat), de Tomas Lavric; Sarajevo-Tango (Planeta-DeAgostini), de Hermann; Fax from Sarajevo (Planeta-DeAgostini), de Joe Kubert; Gorazde. Zona protegida (Planeta-DeAgostini), de Joe Sacco, autor tambi¨¦n de Palestina. En la franja de Gaza, sobre el actual conflicto entre palestinos y jud¨ªos. Tambi¨¦n publicados en Espa?a, se encuentran C¨®mo fui bombardeado por el mundo libre, Fin de siglo y ?Vida en los Balcanes?, de la serie Regards from Servia, del dibujante balc¨¢nico Alexandar Zograf, editados por la editorial independiente Undercomic.

Esta misma editora ha publicado Carne argentina, un libro que recoge desde la ficci¨®n toda la realidad actual del conflicto social que se est¨¢ produciendo en Argentina. La obra, editada con la colaboraci¨®n de la editora independiente argentina La Productora, es de car¨¢cter colectivo y algunas de sus historias tienen expl¨ªcitos t¨ªtulos como El corralito, de Federico Reggiani y Gervasio. In¨¦dito en Espa?a es el libro de historietas Stuck Rubber Baby, de Howard Cruse, que demuestra que en Estados Unidos siguen existiendo, aunque con una repercusi¨®n comercial mucho m¨¢s discreta que el mercado de los superh¨¦roes, autores comprometidos con los problemas de implicaci¨®n social.

Cruse nos habla de la dificultad de mantener los afectos cruzados entre personas del mismo sexo y diferente naturaleza racial. Sobre todo si viven en el dulce Estado de Alabama.