La 'Jondura' de Chocolate, Agujetas y Terremoto no lleg¨® al p¨²blico, que abarrot¨® el Real Alc¨¢zar
El baile de El G¨¹ito complet¨® el cartel m¨¢s ortodoxo del certamen sevillano
Las murallas del Real Alc¨¢zar de Sevilla han recuperado durante esta semana el sentido de su existencia: la defensa de sus moradores. En lugar de califas almohades, el palacio ha acogido a artistas y aficionados del flamenco m¨¢s ortodoxo, ese que se siente amenazado por el mestizaje. Dos figuras cl¨¢sicas del cante jondo, Antonio N¨²?ez Chocolate y Manuel de los Santos Agujetas protagonizaron la noche del mi¨¦rcoles Jondura. Junto a ellos estaba Fernando Terremoto, un cantaor joven que ha retomado la pureza de su padre, y el bailaor El G¨¹ito con su tradicional sobriedad, una cualidad que se ha tornado escasa en los escenarios. El p¨²blico, que acudi¨® dispuesto a entregarse, estuvo fr¨ªo.
Los aficionados esperaban que la noche del mi¨¦rcoles, la segunda cita de la XII Bienal de Flamenco de Sevilla, fuese memorable; pero no se produjo esa sinton¨ªa necesaria para que un recital pase de correcto. El cartel de Jondura, con el cante de Chocolate, Agujetas y Terremoto y el baile de El G¨¹ito, atrajo a lo m¨¢s rancio de la afici¨®n al patio de la Monter¨ªa del Real Alc¨¢zar. Las 1.100 localidades estaban agotadas d¨ªas antes. Sin embargo, ninguno de los artistas se llev¨® grandes ovaciones.
'Yo me esperaba m¨¢s. El fr¨ªo de la noche lo ha contagiado todo. Puede que sea por falta de tiempo, eso de tener que desalojar el Alc¨¢zar antes de medianoche es un inconveniente para el flamenco. Los cantaores necesitan entrar en calor y sus intervenciones han sido demasiado cortas para lograrlo', comenta Antonio Castro, un aficionado de los de verdad que ha viajado desde Torredonjimeno (Ja¨¦n).
Fernando Terremoto, acompa?ado a la guitarra por Antonio Higuero, comenz¨® por malague?as y se templ¨® con unas seguiriyas. Las buler¨ªas, con pataita inclu¨ªda, fue lo que m¨¢s enton¨® al p¨²blico. Agujetas, haciendo gala de su estilo desgarrado y visceral, fue quien m¨¢s elogios se gan¨® durante la noche. '?Ole los del siglo pasao!', le espet¨® un admirador que seguramente deb¨ªa referirse al XIX y no al XX. La verdad es que a Manuel de los Santos no le hizo falta que lo jalearan, ya se ocup¨® el mismo: 'Mientras est¨¦ mi primo el Chocolate ah¨ª y Agujetas, se acab¨® t¨®', afirm¨® el cantaor que interpret¨® sole¨¢s, siguiriyas y termin¨® con unos fandados de letras agudas como cuchillos.
Chocolate escogi¨® un palo poco frecuente en los recitales: la serrana y termin¨® con sus famosos fandangos que al p¨²blico le supieron a poco. Despu¨¦s del baile templado de El G¨¹ito, lleg¨® un inesperado final en el que los tres cantaores se subieron al escenario y desgranaron un martinete que termin¨® en carcelera. Mientras Chocolate hablaba de las fatiguitas de la c¨¢rcel y el El G¨¹ito mostraba el gesto cl¨¢sico y elegante que le ha dado fama en todo el mundo, las campanas de la Giralda pusieron la nota m¨¢gica de la noche.
Todo listo para recibir al duende
'Una cosa es ser artista y otra trabajar de artista', dej¨® ayer muy claro Pansequito. El cantaor intervendr¨¢ esta noche en el Real Alc¨¢zar de Sevilla en el espect¨¢culo Duende junto a la cantaora y bailaora Aurora Vargas, el guitarrista Pepe de Luc¨ªa y el bailaor Jos¨¦ Joaqu¨ªn. Las entradas est¨¢n agotadas. 'El arte no es s¨®lo la acrobacia, el virtuosismo y la espectacularidad; sino otra cosa que es lo que nos diferencia a los artistas de los habilidosos', asegur¨® Jos¨¦ Joaqu¨ªn que dedicar¨¢ su intervenci¨®n, seguiriyas y martinete, a homenajear a la figura de Antonio El Bailar¨ªn. 'Para m¨ª el duende est¨¢ en el coraz¨®n. Cuando canto y bailo siempre pongo mi coraz¨®n. Esta noche improvisar¨¦, como siempre, pero dentro del flamenco que he aprendido en mi casa desde chiquitita. No estoy de acuerdo con las cosas que se hacen ahora y se llaman flamenco, creo que con eso enga?amos al p¨²blico', sentenci¨® Aurora Vargas.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.