El Barcelona no tiene defensa

El Bar?a enton¨® el mea culpa para procurar que no se hable m¨¢s del fracaso copero en Novelda y mirar al partido de ma?ana en San Mam¨¦s como si nada grave hubiera ocurrido. El entrenador disculp¨® a los jugadores y ¨¦stos asumieron la responsabilidad de la derrota de forma colectiva, desdici¨¦ndose de las acusaciones individuales que se sucedieron tras el partido, mientras el presidente, resignado, asenti¨®: 'No v¨ª el partido, pero lo sent¨ª con una enorme tristeza, con mucha pena, con una gran impotencia. Todos, salvo los socios, somos culpables de lo sucedido, y yo soy el m¨¢ximo responsable y por tanto me toca asumir mi responsabilidad'. 'Entiendo y comprendo el enfado del aficionado', apostill¨®.

A Gaspart le toc¨® salir ayer a escena porque los directivos han delegado en el presidente los asuntos deportivos desde que decidi¨® de forma unilateral que el mejor t¨¦cnico que pod¨ªa tener el club despu¨¦s de tres a?os de sequ¨ªa -con excepci¨®n de la Copa Catalunya 1999-00-, era Van Gaal, el ¨²ltimo que levant¨® un trofeo en el Camp Nou, la Liga 1998-99. Van Gaal acept¨® el reto a¨²n sabiendo que deber¨ªa manejarse con una plantilla reducida porque la prioridad del club es atajar una deuda de 180 millones, la cantidad que se gast¨® Gaspart en fichajes en sus dos primeros a?os de mandato, despilfarro que le ha dejado un presupuesto menor frente al de los grandes: 170,7 millones de euros ante los 293, por ejemplo, del Madrid.

Infalible como se siente con su m¨¦todo, avalado por su curr¨ªculo y expresado en su libreta, Van Gaal se remite a los errores individuales para explicar las derrotas, actitud que fomenta en el vestuario reproches mutuos y agravios comparativos. Frank de Boer responsabiliz¨® sobre el campo a Robert Enke de dos de los tres goles de Novelda. El central, sin embargo, se desdijo ayer de sus acusaciones y culp¨® a la prensa de tergiversar sus palabras: 'Yo no dije nunca que el portero fuese el culpable, sino que pudo haber hecho algo m¨¢s en los goles, al igual que yo. La eliminaci¨®n es un fracaso colectivo, pero mantengo que se puede ser optimista con este equipo, aunque soy consciente de que la presi¨®n sobre nosotros aumentar¨¢ tras la verg¨¹enza de Novelda'. Enke no se dio por enterado: 'En mi vida he hablado de errores individuales; ¨¦l [De Boer], s¨ª, pero hemos hablado cara a cara y al parecer ha habido un malentendido con los periodistas'. 'Los errores son humanos', dijo Reiziger, otro protagonista de la derrota: 'El problema es que si se producen en defensa se convierten en gol. Pero somos un equipo y nadie debe cargar con las culpas; el entrenador tampoco'. '?Madrigal?', se pregunt¨® en alusi¨®n al goleador del Novelda. 'Sab¨ªamos que iba muy bien de cabeza'.

Van Gaal habl¨® en el vestuario. El t¨¦cnico no pudo dirigir el entrenamiento al verse sorprendido por la tromba de agua que cay¨® en Sitges, donde reside, y se reuni¨® con los jugadores al final de un ensayo presidido por los contratiempos f¨ªsicos de Saviola y Dani, que podr¨ªa causar baja unos quince d¨ªas. Van Gaal intenta que sus futbolistas no pierdan la confianza en un dibujo t¨¢ctico muy exigente y al que los rivales le han cogido el truco, sobre todo cuando atacan con uno o tres delanteros, provocando el desguace del sistema defensivo.

Al entrenador le cuesta leer los partidos, y a la que el rival le mueve una pieza no responde. Ya ocurri¨® con Luis, cuando le atac¨® con Stankovic en el Camp Nou en el partido contra el Atl¨¦tico, y en Novelda, en el momento que Teixid¨® le puso a Gari en el campo. El Bar?a se queda entonces sin defensa, al igual que ocurri¨® el mi¨¦rcoles al tener que responder de un fracaso copero en el que tambi¨¦n intervino Riquelme, quien obtuvo permiso del entrenador para regresar por su cuenta a Barcelona alegando motivos personales.