Una el¨¦ctrica sin chispas
La crisis de la el¨¦ctrica British Energy pone en jaque al Gobierno de Tony Blair
La crisis de British Energy, la compa?¨ªa que gestiona 15 reactores nucleares y genera m¨¢s del 20% de la electricidad del Reino Unido, ha puesto en jaque al Gobierno brit¨¢nico. El ejecutivo ha otorgado un respiro a la firma con un pr¨¦stamo de 410 millones de libras (650 millones de euros), que permite retrasar cualquier percance concursal hasta el 27 de septiembre.
La delicada situaci¨®n de BE revela el fracaso de la privatizaci¨®n de los servicios p¨²blicos en el Reino Unido y la crisis de la energ¨ªa nuclear
?sa es la fecha que se ha fijado el Gobierno para aclarar el futuro de British Energy (BE). El problema para el primer ministro Tony Blair y su aguerrida ministra de Comercio e Industria, Patricia Hewitt, es que no hay soluci¨®n al gusto de todos. British Energy es mucho m¨¢s que una el¨¦ctrica en apuros. Simboliza al mismo tiempo el fracaso de la privatizaci¨®n de los servicios p¨²blicos y la crisis de la energ¨ªa nuclear. Lo que piden los ecologistas es exactamente lo contrario de lo que demandan los sindicatos. Lo que quieren los accionistas de la empresa es lo que combaten las compa?¨ªas rivales. Y mientras la City escruta los escasos ¨¢nimos renacionalizadores del Gobierno agitando sin pudor el fantasma de Railtrack, otro fantasma, el de Enron, amenaza con complicar el caso.
Mientras los sindicatos, preocupados por preservar los 5.200 empleos de la el¨¦ctrica, daban la bienvenida a la ayuda de urgencia aprobada por el Gobierno, los ecologistas pon¨ªan el grito en el cielo. 'Es una verg¨¹enza; lo que tendr¨ªa que haber hecho el Gobierno es dejar que British Energy suspendiera pagos', clam¨® Byrony Worthington, de la organizaci¨®n ecologista Amigos de la Tierra. Los ecologistas, enemigos jurados de la energ¨ªa nuclear, quieren que la empresa acabe cerrando sus plantas.
No son ¨¦sas las intenciones del primer ejecutivo de BE, Robin Jeffrey. Para pasmo de los ecologistas, Jeffrey pretende que el Gobierno exima a la empresa del pago de la tasa por el efecto invernadero argumentando que las nucleares no emiten gases t¨®xicos, lo que le ahorrar¨ªa 125 millones de euros anuales. Y quiere renegociar los pagos por eliminaci¨®n de los desechos radiactivos para reducirlos de 475 a 160 millones de euros al a?o.
Pero Jeffrey no est¨¢ exactamente en una posici¨®n de fuerza. Aunque la crisis de BE se explica en principio por la ca¨ªda del precio de la electricidad, la prensa brit¨¢nica no deja de recordar un d¨ªa tras otro que hace un a?o asegur¨® a los accionistas que la compa?¨ªa 'est¨¢ m¨¢s fuerte que nunca' y hace tan s¨®lo un mes les dio garant¨ªas de que no hab¨ªa ning¨²n problema financiero. Y empiezan a aflorar dudosas operaciones con Enron que habr¨ªan generado unas p¨¦rdidas en torno a los 560 millones de euros.
Algunos analistas creen tambi¨¦n que Jeffrey ha tolerado un paulatino deterioro de la situaci¨®n convencido de que el Gobierno acabar¨ªa aceptando el argumento de que las nucleares, por sus dificultades t¨¦cnicas para reducir costes recortando la producci¨®n, merecen recibir ayudas p¨²blicas en un marco de precios bajos.
Leyes y competidores
Pero ni las leyes europeas ni los competidores de British Energy facilitan esa posibilidad. American Electric Power, propietaria de dos plantas en el Reino Unido, ya ha puesto el grito en el cielo y reclama que su rival cierre alguna de sus plantas para recortar la oferta y hacer que suban los precios. El Reino Unido produce un 30% de electricidad m¨¢s de lo que necesita, superando en 10 puntos el margen de emergencia nacional.
Al Gobierno no le apetece subvencionar a un sector tan pol¨¦mico como el nuclear, que lleva 50 a?os recibiendo ayudas p¨²blicas. Pero tampoco puede permitir que la empresa se vaya al garete y acaben pagando la factura los consumidores con una subida de tarifas. Y tampoco quiere renacionalizar British Energy, privatizada por los conservadores en 1996. A¨²n est¨¢ demasiado fresco el fiasco de Railtrack, la empresa que gestiona la ca¨®tica red ferroviaria del pa¨ªs. ?se es, quiz¨¢, el n¨²cleo del problema.
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