Mar¨ªn pide paso
En el pen¨²ltimo festejo de la temporada barcelonesa, el primero de la tarde, con cuajo, pero pobre de cara, se durmi¨® en el peto en el largo primer encuentro con los montados, lo que, evidentemente, merm¨® sus fuerzas, poniendo a Fern¨¢ndez Meca en la tesitura de exponer para intentar lucimiento y conducir las embestidas, lo que consigui¨® en algunos pasajes del trasteo. Premioso con los aceros, escuch¨® un aviso. Brind¨® la faena de su segundo al convaleciente Antonio Barrera y estuvo arriesgado ante un animal poco claro. Entr¨® a matar con agallas, dando una merecida vuelta al ruedo.
En el mansurr¨®n de Sep¨²lveda que se dej¨® en el ¨²ltimo tercio, Javier Casta?o mulete¨® con valor y cabeza en los medios, sorteando las asperezas de una res a la defensiva en algunos pasajes de una lidia un punto acelerada. El quinto no se ten¨ªa en pie y fue devuelto a los corrales, siendo sustituido por un sobrero de Los Bayones, al que Seraf¨ªn Mar¨ªn le hizo un excelente quite de frente por detr¨¢s, que tuvo una respuesta fuera de turno de Casta?o. El toro se vino arriba en banderillas y Casta?o comenz¨® el muleteo con muy buen aire con la diestra. Su poco acierto estoqueador le priv¨® de un posible trofeo.
Sierro / Meca, Casta?o, Mar¨ªn
Toros: cuatro de El Sierro, uno, en segundo lugar, de Sep¨²lveda, y un sobrero, quinto, de Los Bayones, grandullones, descastados y con poca fuerza. Fern¨¢ndez Meca: silencio tras aviso y vuelta al ruedo. Javier Casta?o: ovaci¨®n y ovaci¨®n. Seraf¨ªn Mar¨ªn: ovaci¨®n tras aviso y dos orejas con salida a hombres por la puerta grande. Plaza Monumental. Un cuarto de entrada. Barcelona, 15 de septiembre.
Seraf¨ªn Mar¨ªn, que sustitu¨ªa a Diego Urdiales, veronique¨® muy asentado a su primero, que mostr¨® muy poca fuerza. Fall¨® a espadas y escuch¨® un aviso en el momento de acertar con el descabello.
El sexto, aunque no diese excesivas facilidades, a ratos met¨ªa bien la cabeza y en conjunto fue el mejor del encierro. Mar¨ªn le sac¨® todo lo que ten¨ªa con aplomo, valor, temple y muy buen trazo en los muletazos. Estupenda faena, rematada de forma contundente, con consecuencias y consideraciones l¨®gicas: dos orejas y salida a hombros por la puerta grande para un torero que pide paso.
Babelia
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