Caballo viejo, potro joven
David Bisbal y Julio Iglesias actuaron el mi¨¦rcoles en Madrid con lleno absoluto
Los dos llenaron el mi¨¦rcoles. El veterano Julio Iglesias, el Palacio de Congresos, a pocos metros de donde su Real Madrid le endosaba seis goles al Genz. El almeriense David Bisbal, el Palacio de Vistalegre, el coso taurino ganado para la m¨²sica en directo. Con sus diferencias, ambos triunfaron y dejaron entre sus seguidores la sensaci¨®n de haber subido a los cielos.
Julio Iglesias se enfrentaba al primero de sus dos conciertos -la segunda vez que tocaba en su vida en un teatro en Madrid, seg¨²n confes¨®- con la serenidad que dan tantos a?os de carrera. Corbata y terno negro impecables, inmaculada camisa blanca, para ganarse a un p¨²blico que a respond¨ªa. Elegante en las expresiones, Julio Iglesias se comporta did¨¢ctico en los mon¨®logos con los que trufa su actuaci¨®n. Hay un poco de s¨ªndrome Club de la comedia entre los artistas espa?oles ¨²ltimamente. Lo de Iglesias no es el humor, pero no pod¨ªa entenderse de otra manera que hablara de las bondades de Espa?a, el pa¨ªs que tanto ama, sin que resultara c¨®mico; lo mismo que cuando se mete a explicar el cruce de ritmos, estilos y g¨¦neros entre la 'ling¨¹¨ªstica' espa?ola y suramericana, cuyos resultados, seg¨²n sus explicaciones, son el bolero, la habanera, el tango, la guaracha o los corridos mexicanos. Trasmisor como nadie del 'Espa?a va bien', Julio abund¨® en la 'espl¨¦ndida' situaci¨®n actual espa?ola, 'la m¨¢s pr¨®spera de toda Europa', sin cortarse en reconocer lo caro que resultaba asistir a su concierto. Para su gente, que puede pagar 200 euros como estas dos noches para verle, Espa?a va mucho mejor que bien.
En la otra punta de Madrid, en Carabanchel, en el primero de los dos conciertos de David Bisbal, su p¨²blico se compon¨ªa, aproximadamente, de un noventa por ciento de mujeres, de todas las edades y condiciones, y un diez por ciento de hombres. Abuelas, madres e hijas. Todas ellas -y ellos- se abalanzaron por las puertas de entrada como si hubieran comenzado las rebajas. Corrieron a coger un buen sitio o a ponerse en primera fila. Diez minutos para las diez de la noche y, vestido con tremenda camisa de enormes cuadros azules, apareci¨® David en lo alto de una escalera, mientras varios chorros de pirotecnia brotaban de la boca del escenario. Gran griter¨ªo generalizado e inicio de los tres pasos de baile que habr¨ªan de repetirse m¨¢s que la morcilla durante el show. A partir de ah¨ª se sucedieron dos cambios de camisa y la interpretaci¨®n de canciones durante casi una hora y media. Perdone el lector que no se den m¨¢s datos sobre el repertorio, pero es que era tan predecible, que, a excepci¨®n de dos correctas canciones del verano -Ave Mar¨ªa y Coraz¨®n latino- y las versiones, lo dem¨¢s era absolutamente prescindible desde un punto de vista musical, que no desde el del fan¨¢tico admirador.
Mientras, Julio Iglesias ten¨ªa hipnotizada a su gente con ese hilito de voz dulce y un repertorio m¨¢s que conocido -Quijote, Natalie, De ni?a a mujer, Hey, La vida sigue igual, Manuela-. Julio Iglesias no canta, acaricia; pero esa voz la tiene tan calada su p¨²blico en la piel, que no hay descanso para la emoci¨®n. Las butacas est¨¢n repletas de elegantes parejas, encorbatados ellos, tirando a cincuentones. El juez Garz¨®n era un ejemplo, que intentaba pasar inadvertido. Seguramente Iglesias, con la parroquia tan pr¨®xima, cant¨® mejor que nunca.
Que el ¨¦xito de ambos fue total, nadie lo duda. A Julio, con toda su historia casi escrita, da igual que se le ponga alg¨²n pero; y en el caso de Bisbal, en el fondo da cierta l¨¢stima que, con todo el dinero gastado en este producto, nadie haya hecho que sus canciones tuvieran algo m¨¢s que sentido comercial.
De Benidorm a OT
El pasado mi¨¦rcoles Julio Iglesias cumpli¨® 59 a?os, y durante su concierto sus seguidores le cantaron el cumplea?os feliz. La participaci¨®n en el Festival de Benidorm con La vida sigue igual le llevaron al mundo de la fama. Casi 40 a?os m¨¢s joven, Bisbal dio sus primeros pasos musicales al frente de la orquesta Expresiones, una de las muchas que se ganan el pan honradamente en las fiestas de los pueblos. De ah¨ª es de donde ha sacado las armas para adentrarse en el mundo de la m¨²sica. Del estilo y manera de cantar de Iglesias ya se ha dicho de todo, pero lo cierto que es el artista de habla hispana que m¨¢s discos ha vendido en la historia del pop. Los argumentos con Julio Iglesias sobran porque es una marca, que vende. Vende elegancia y espa?olismo. ?Son suficientes los argumentos con los que Bisbal ha colocado 800.000 copias de su primer disco? A la vista est¨¢ que s¨ª. Pero no es menos cierto que, sin el fen¨®meno OT David tal vez jam¨¢s hubiera llamado la atenci¨®n entre los cientos de cantantes de orquesta.
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