La pareja vuelve a casa
Tomasevic y Oberto colaboraron en la paliza que el Pamesa dio al Tau
?Qu¨¦ envidia sintieron ayer los espectadores del Buesa Arena! Y cu¨¢ntas preguntas se formularon. ?Por qu¨¦ el Tau, su equipo, el mejor de la temporada anterior, dej¨® escapar a la pareja de moda bajo los aros de toda Europa? S¨ª, tiene a Scola, un diamante en bruto; y a la mole de Rashard Griffith, que el d¨ªa en que se afine volver¨¢ a sembrar el p¨¢nico. Incluso es posible que llegue el d¨ªa en que se olvide a los dos ex. Pero, ?y el gusto que da ver c¨®mo se entienden Oberto y Tomasevic? Un argentino y un yugoslavo, compa?eros ahora y enemigos hace unas semanas en la final del Mundial. Dos fen¨®menos. Ayer volv¨ªan a la que fue su casa, y el p¨²blico los recibi¨® como se merec¨ªan. Ellos solos tiraron del carro del nuevo y temible Pamesa hasta el descanso. Sus n¨²meros rozaron el esc¨¢ndalo. Tomasevic, 12 puntos y cinco asistencias. Oberto, ocho puntos y cinco rebotes en los primeros ocho minutos. Empezaron el choque arrollando, aunque no fueron ellos quienes ganaron a su ex equipo.
TAU 74| PAMESA 92
Tau Cer¨¢mica: Allen (8), Foirest (2), Nocioni (23), Bilba (3), Scola (22); Griffith (8), Vidal (2), Mottola (2), Calder¨®n (2) y Palladino (2). Pamesa: Rodilla (9), Abbio (8), Kammerichs (4), Tomasevic (18), Oberto (8); Hopkins (18), Para¨ªso (17), Luengo (7), Montecchia (3) y Garc¨ªa (-). ?rbitros: Mitjana, Guirao y Conde. Eliminaron por faltas a Scola (m. 39) y Mottola (m. 40). 9.050 espectadores en el Fernando Buesa Arena. Antes del partido, cada miembro de la plantilla del Tau recibi¨® el reloj de los campeones por haber ganado la pasada Liga. Al final del partido, tambi¨¦n lo recibieron los ex baskonistas Oberto y Tomasevic en la puerta del vestuario.
El Tau no estaba preparado para afrontar tan pronto una cita tan se?alada. Todav¨ªa anda de pretemporada. Su ¨²ltimo fichaje, Palladino, hab¨ªa llegado dos d¨ªas antes. El Baskonia, por esa falta de rodaje, se movi¨® a impulsos individuales: Nocioni, el m¨¢s explosivo, empez¨® desarbolando a su clon, Yacar¨¦ Kammerichs; Scola, se comport¨® a ratos como un tormento ofensivo; Griffith aport¨® intimidaci¨®n mientras el cansancio le respet¨®; Allen dirigi¨® cuando Abbio no estaba en pista.
Pero el Tau ten¨ªa un problema en la zona (en el primer cuarto el balance de puntos bajo los aros era de 4-18), as¨ª que se dijo: hay que expulsar a Oberto. Y de hecho lo ech¨® gracias a las faltas personales. Sin embargo, el Pamesa demostr¨® lo que es. Ahora tiene un equipo con todas las letras. Sin el argentino, entr¨® a funcionar el banquillo, Hopkins y Para¨ªso sobre todo. Pero la diferencia en el marcador, enorme, no se debi¨® a ning¨²n nombre propio en particular. La culpa fue de algo m¨¢s difuso: el rebote ofensivo. El Pamesa, pese a tener a un entrenador principiante (Paco Olmos, 32 a?os), se ha hecho mayor.
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