Con la muerte dentro
El alem¨¢n Marcel Beyer anunci¨® que su escritura ser¨ªa siempre un asunto de riesgo en su segunda novela (El t¨¦cnico de sonido) y no lo desmiente esta tercera, Esp¨ªas. Opera sobre una an¨¦cdota tradicional, la b¨²squeda de un pasado, que lo es tambi¨¦n de una identidad. En este caso se trata de un ni?o y sus tres primos en busca de una misteriosa abuela. En el curso de sus indagaciones, descubrir¨¢ que su abuelo fue uno de los componentes de la Legi¨®n C¨®ndor, que su primera abuela -una mujer distinta, simbolizado en el color de sus ojos tan poco alemanes- muri¨®, y la abuelastra, La Vieja, como la llaman (a un paso de ser La Bruja), destruy¨® todo cuanto recordase su existencia; constatar¨¢ que su madre y su t¨ªo -hermanos, hijos del abuelo y la fallecida abuela- sobreviven como en silencio, como figuras fantasmales y reales a la vez; ver¨¢ disgregarse la pi?a de ni?os, incluido ¨¦l, en la juventud y, finalmente, tratar¨¢ de recordar, encontrar y entender una historia que cubre tres generaciones de alemanes: los pertenecientes a la Alemania nazi, los hijos de los nazis y los nietos de los nazis.
ESP?AS
Marcel Beyer Traducci¨®n de Isabel Payno Debate. Madrid, 2002 288 p¨¢ginas. 17,90 euros
?ste es el valor simb¨®lico de la novela: una generaci¨®n que participa en la agresi¨®n de la ideolog¨ªa nazi -y en concreto, su especificidad genocida, que aqu¨ª representa Gernika- contra el 'otro', el diferente, el segregado social, etc¨¦tera. Una segunda generaci¨®n que crece en el silencio, un silencio provocado por sus mayores y que proviene tanto de la culpa como de la humillaci¨®n de la derrota y el castigo que ¨¦sta comporta: son los hijos de los que asesinaron activamente o que, pasivamente, miraron a otro lado. Finalmente, la tercera generaci¨®n formada por aquellos cuya fecha de nacimiento les aleja lo suficiente del conflicto y cuya pertenencia familiar a la catastr¨®fica derrota les impele a saber, pero no a preguntar; por eso esp¨ªan. La Vieja formula su situaci¨®n -y la de los dem¨¢s- de manera evidente: 'Los nietos de su marido son los primeros miembros de la familia que llevan la muerte dentro sin haberse enfrentado a ella jam¨¢s. Ellos no lo saben y eso los hace impredecibles'. Y todo esto, envuelto en una atm¨®sfera que conduce sobre todo al ocultamiento como forma de vida, un ocultamiento que alcanza tambi¨¦n a la expresi¨®n y a los sentimientos.
Beyer entremezcla, hasta
en una misma frase, los tiempos verbales de presente y pret¨¦rito y por ah¨ª comienza a establecer la permanente inquietud y atenci¨®n de un lector que debe leer con toda atenci¨®n para ir descubriendo la trama de un asunto contado a golpes de memoria y la -vamos a llamarla as¨ª- subtrama: el tejido de relaciones simb¨®licas que hacen de esta novela una tremenda met¨¢fora de la Alemania del siglo XX. La escueta y a menudo repetitiva escritura de Beyer despliega un escenario de descripci¨®n de la realidad f¨ªsica y descripci¨®n de la realidad emocional h¨¢bilmente entremezcladas -paisajes, rostros, espacios- que recogen en su seno a los personajes como en una representaci¨®n de desvelamiento que poco a poco va mostrando no ya la verdad de las cosas sino algo m¨¢s inquietante: el peso del pasado de los propios ni?os, esa generaci¨®n que quiere saber, pero que est¨¢ socialmente constre?ida a no preguntar: por eso sus ojos, su atenci¨®n, su sensibilidad, es tan aguda; los primos han ido abandonando poco a poco esa atenci¨®n nacida en la edad de la curiosidad y el sue?o aventurero: la infancia; pero ¨¦l no, ¨¦l llegar¨¢ hasta el final de la novela -hasta el final de su mirada- para saber. Y sabr¨¢, pero eso lo dejo en manos del lector para no obligar su lectura. S¨®lo quiero a?adir que el libro est¨¢ vertebrado en torno a unas cuantas im¨¢genes -el desmonte, las casas, el hongo bajo tierra, el barrio nacido sobre el vertedero, el vuelo de las esporas...-; estas im¨¢genes son eficientes hasta el punto de que el autor no necesita m¨¢s que de unas pocas, debido a su contundencia y a lo sugerentes que son, a lo bien concebidas y tratadas que est¨¢n. ?ste es un libro distinto, de riesgo, de lectura exigente y de segura compensaci¨®n. El extremo opuesto de la banalidad.
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