Cipollini gana una carrera penosa
A falta de dos kil¨®metros, Freire fue v¨ªctima de la rotura de la rueda delantera de su bicicleta al chocar un italiano contra ¨¦l
La rueda delantera de una bicicleta es una cosa sencilla. Un cerco de carbono, ligero, 70 cent¨ªmetros de di¨¢metro, un tubular pegado con fuerte pegamento, un eje y 16 radios planos, de aluminio negro. Una cosa muy sensible. Una pieza elegante y bella, perfecta. Un dise?o inmejorable. 880 gramos de piezas ajustadas al mil¨ªmetro: cualquier desviaci¨®n, fallo de tensi¨®n en los radios, desajuste..., provoca roces y bamboleos, mermas en la eficacia, en el rendimiento. La rueda delantera de ?scar Freire girando en las manos de Sen¨¦n, el mec¨¢nico, es una l¨¢stima. Una cosa torcida y doblada, una hermosura destrozada: 14 radios en su sitio, los otros dos sueltos, rotos. Es la met¨¢fora de un Mundial veloz y horroroso, de una afrenta al ciclismo, en el que Freire, el velocista que sab¨ªa que no iba a ganar, el dorsal n¨²mero 1, acab¨® el 156?; en el que Mario Cipollini, el sprinter que sab¨ªa que su sue?o se cumplir¨ªa un 13 de octubre tibio y soleado en un circuito automovil¨ªstico de la plana B¨¦lgica, gan¨® sin despeinarse, como una etapa m¨¢s de la Vuelta o del Giro.
Algunos miraban la rueda delantera de la Colnago de Freire y se indignaban y hablaban de Ben Hur y Messala, de las ruedas de su cu¨¢driga convertidas en cuchillas. Qu¨¦ exagerados. O no tanto. Freire habl¨® de accidente, descart¨® cualquier mala intenci¨®n. Pablo Lastras, a quien embistieron en una curva y le rompieron el cambio y la patilla, habl¨® de que la gente es muy burra y de que nadie frena. ?scar Sevilla, que lleg¨® hecho unos zorros, magullado y tullido, habl¨® de kamikazes, de locos, de ciclismo imposible, de circuito penoso, de que hay que limar, meter rueda, porque, si no, te mandan para atr¨¢s; de la selva.
No exageraban. El Mundial se corri¨® a m¨¢s de 46 km/h de media, m¨¢s r¨¢pido que nunca; la carrera que deber¨ªa ser dura, selectiva, imponente, la terminaron 168 corredores, m¨¢s que nunca; adem¨¢s, empezaron fort¨ªsimos la ¨²ltima vuelta, cada uno crey¨¦ndose capaz de la victoria, queriendo estar delante, luchando por hacerse hueco, metiendo manillar, sacando codos, trabajando el pedal; el Mundial, la carrera que deber¨ªa designar al mejor, se decidi¨® en la ¨²ltima vuelta, en dos acciones ajenas a la fuerza y la calidad. 'Ganar¨¢ el m¨¢s afortunado', hab¨ªa predicho el campe¨®n saliente. No gan¨® Freire.
El fin del encantamiento, de la relaci¨®n ¨ªntima de Freire con el Mundial, lleg¨® de golpe. El pedal, o el cierre de la rueda trasera de un italiano que buscaba junto a la cuneta, por un caminito estrecho, un sitio c¨®modo, se introdujo entre los radios de la rueda delantera de Freire, que giraba a 80 km/h, 500 giros por minuto. Dos piezas met¨¢licas, dos varillas planas, se tronzaron como palillos. Crac. Faltaban dos kil¨®metros. Freire era uno de los 30 que se jugar¨ªan la victoria. Ya calculaba su sprint. Ya predec¨ªa la lucha, los codazos, los manillares... Crac. La rueda empez¨® a rozar. El fin.
La rueda destrozada fue el golpe definitivo, pero el presagio del desastre hab¨ªa llegado un kil¨®metro antes. Era el comienzo del repecho y toda Italia se puso en fila india para tensar al pelot¨®n. Freire iba delante y Sevilla y Horrillo estaban acelerando para acompa?arle. No llegaron. Alguien intent¨® el imposible. Nadie fren¨®. Sevilla se vio aplastado contra las vallas, en el suelo, rebotando, reba?ando a Horrillo, provocando el tap¨®n: 150 se quedaron cortados. Freire pas¨®. El ¨²nico espa?ol, el m¨¢s importante, pero solo entre cinco italianos, tres alemanes, tres australianos... Tuvo que ratonear, buscarse la vida, mont¨¢rselo solo en la selva, donde al m¨¢s d¨¦bil nadie respeta. Y la rueda, el elemento precioso, dej¨® de girar.
Clasificaci¨®n: 1. M. Cipollini (Ita.), 5h 30m 3s. 2. R. McEwen (Aus.), mismo tiempo. 3. E. Zabel (Ale.), m. t. 4. A. Hauptman (Eslovaq.), m. t. 5. Z. Klemencic (Eslovaq.), m. t. 59. I. Astarloa, a 1m 12s. 61. P. Horrillo, a 1m 26s. 73. Ch. Garc¨ªa Acosta, m. t. 74. A. Tauler, a 1m 37s. 112. J. Beloki, a 2m 6s. 126. H. Zubeldia, a 2m 40s. 156. ?. Freire, a 3m 54s. 157. ?. Sevilla, m. t.
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