Duishebaiev eleva la tensi¨®n
La afici¨®n de Alcobendas recibe al jugador del Ciudad Real con insultos y pancartas despu¨¦s de que lesionase adrede a un jugador local
Talant Duishebaiev regres¨® ayer a Alcobendas. Fr¨ªo, con una mueca r¨ªgida tras el protector dental, el central de la selecci¨®n espa?ola y del Ciudad Real, aguant¨® los permanentes insultos que recibi¨® desde la grada con la mirada fija y desafiante. '?En este pabell¨®n hay un chino cabr¨®n!', fue el ripio ofensivo m¨¢s repetido por lo seguidores m¨¢s ardorosos, unos 50, del club madrile?o. Duishevbaiev regres¨® a Alcobendas cinco d¨ªas despu¨¦s de propinar un balonazo a prop¨®sito al jugador local Israel S¨¢nchez, que perdi¨® un diente y padece una leve lesi¨®n cerebral a causa del impacto. S¨¢nchez no pudo jugar el partido de ayer.
El partido, ganado con insultante comodidad por el Ciudad Real (20-32), se tuvo que disputar en otro pabell¨®n distinto al que habitualmente usa el Alcobendas por motivos de seguridad. Las aficiones permanecieron separadas durante todo el encuentro y vigiladas por cerca de una veintena de polic¨ªas, entre nacionales y municipales. As¨ª, mientras los hinchas del equipo manchego, unos 250, coreaban el nombre de Duishebaiev con la secuencia r¨ªtmica habitual en los recintos deportivos, los aficionados del Alcobendas se dedicaron a acosar al jugador durante todo el encuentro.
'He aguantado bien la presi¨®n, pero este caso me ha hecho mucho da?o', dice el central
Un encuentro considerado de gran riesgo por la Delegaci¨®n del Gobierno y el Ayuntamiento de Alcobendas. Los seguidores del conjunto local colgaron tres pancartas en las que se acusaba a Duishebaiev de perjudicar la imagen del balonmano y al entrenador del Ciudad Real, Juan de Dios Rom¨¢n, de haber afirmado que el pabell¨®n del equipo madrile?o es 'una pocilga'.
Duishebaiev volvi¨® a hablar tras acabar el encuentro y se jact¨® de no haberse descentrado por el ambiente hostil: 'Tengo mucha experiencia, no es mi primer partido y s¨¦ como superar la presi¨®n'. El central, el mejor jugador del mundo, seg¨²n los especialistas, asegur¨®: 'A alguien le ha interesado explotar esta historia y, desde luego, lo ha hecho muy bien, pero a m¨ª me ha hecho mucho da?o. Casos como este hay a miles en el balonmano'. Una visi¨®n con la que los t¨¦cnicos del Alcobendas se muestran completamente en desacuerdo: 'Eso no es as¨ª, este no es un deporte duro en ese sentido'.
La documentaci¨®n sobre lo sucedido el pasado martes en un amistoso entre el Alcobendas y la selecci¨®n espa?ola, cuando el jugador se veng¨® de una jugada previa lanzando violentamente un balonazo a S¨¢nchez, est¨¢ ya en poder de la Comisi¨®n Antiviolencia. Su m¨¢ximo responsable, Carlos Blanco, ya est¨¢ reuniendo el material para adoptar alg¨²n tipo de medida sobre el caso.
La tensi¨®n en las gradas ayer, propicio alguna situaci¨®n inusual, como la de un aficionado del Alcobendas que se baj¨® los pantalones y se?al¨¢ndose el culo desnudo grit¨® ayudado por otros hinchas: 'B¨¦same el culo'. Tambi¨¦n se corearon otras consignas en contra de que el jugador nacionalizado espa?ol juegue en la selecci¨®n: 'No nos enga?emos, en la selecci¨®n no te queremos'.
Duishbaiev, que anot¨® cinco goles, no se distrajo por la tensi¨®n permanente de la grada y esbozaba gestos de rabia dirigidos a la zona donde se agrupaban los seguidores manchegos cuando realizaba alguna jugada de m¨¦rito (y realiz¨® unas cuantas).
Los manchegos tambi¨¦n aportaron su granito de arena al calentamiento general repitiendo la palabra '?Asesino!' cada vez que un jugador local ten¨ªa un encontronazo con un enemigo.
Al finalizar el choque, los dos conjuntos saltaron al centro de la cancha y all¨ª recibieron el aplauso de ambas aficiones. Los jugadores se saludaron chocando las manos, pero Duishebaiev no se mezcl¨® entonces con sus rivales.
Los aficionados abandonaron el pabell¨®n de manera escalonada en previsi¨®n de incidentes. Unos incidentes que, salvo los insultos cruzados, no se produjeron. El ins¨®lito, trat¨¢ndose de balonmano, dispositivo policial ayud¨® a contener el ¨ªmpetu de las dos hinchadas.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.