Francia congela las privatizaciones y da prioridad a la reducci¨®n del gasto social

A la vista de las incertidumbres que pesan sobre el mercado, el Gobierno franc¨¦s ha preferido aplazar sus proyectos de privatizaci¨®n de empresas p¨²blicas y aguardar entre seis meses y un a?o para considerarlo de nuevo, seg¨²n explicaron ayer personas que siguen muy de cerca esos procesos. Las reducciones de capital p¨²blico esperadas en Air France o Renault y el comienzo de la privatizaci¨®n de ?l¨¦ctricit¨¦ de France (EDF) o Gaz de France (GDF) necesitan m¨¢s tiempo de maduraci¨®n. El Gabinete de Raffarin se ha comprometido tambi¨¦n a reformar las pensiones en 2003.

'No se puede malvender el patrimonio de los franceses', argumentaron ayer personas que siguen muy de cerca esos procesos. 'Ning¨²n Estado vende hoy nada en el mercado: no es que no queramos, es que no podemos'. La acci¨®n de Air France, por ejemplo, ha perdido el 36% de su valor desde principios de a?o; reducir el capital p¨²blico desde el 54,4% a menos del 20% ser¨ªa injustificable en ese contexto.

En rigor, no puede hablarse de 'aplazamiento', porque ni el Ejecutivo ni la presidencia de Air France hab¨ªan comprometido una fecha precisa para la operaci¨®n. Pero el Ministerio de Econom¨ªa hab¨ªa mostrado su voluntad de reducir el capital p¨²blico incluso por debajo del 20%. La venta de participaciones en Air France deber¨ªa aportar al Estado parte de los 8.000 millones de euros que se estimaba posible recaudar por privatizaciones el a?o pr¨®ximo y, sin que se haya anunciado la renuncia al proyecto, ahora no es prioridad.

Las razones de fondo que mueven al Gobierno no responden s¨®lo a la mala coyuntura burs¨¢til. En diciembre se celebrar¨¢n las elecciones a tribunales arbitrales de lo social, en los que participan representantes de organizaciones patronales y sindicales. Esas elecciones se consideran la medida de la representatividad de cada central y de ellas depende la subvenci¨®n estatal que recibe cada central.

El Gobierno conservador de Jean-Pierre Raffarin no se comporta como el de Margaret Thatcher, que fue a la guerra con los sindicatos desde un principio; ni siquiera como el de Alain Jupp¨¦, el jefe del Gobierno de derechas que perdi¨® las elecciones legislativas en 1997 tras una marea de protestas. El presidente, Jacques Chirac, no quiere dar pretextos a un levantamiento sindical. Por eso, las pruebas realizadas son de objetivos limitados: ni la revisi¨®n de la jornada de 35 horas semanales, ni el anuncio de que se va a suprimir la cl¨¢usula que impide los despidos colectivos han suscitado grandes protestas.

Ayuda a France T¨¦l¨¦com

Lejos de reducir su compromiso con las empresas, el Gobierno de Raffarin refuerza su tutela sobre ellas. El Ejecutivo prepara ahora una inyecci¨®n de 8.000 millones de euros en France T¨¦l¨¦com, con la finalidad de auxiliar al muy endeudado operador de telecomunicaciones, sin reducir su control (55% del capital). El dinero que el Gobierno debe aportar a France T¨¦l¨¦com equivale a la previsi¨®n de recaudaci¨®n que se hab¨ªa hecho por privatizaciones el a?o pr¨®ximo. Por supuesto, la propia privatizaci¨®n de France T¨¦l¨¦com est¨¢ completamente excluida a corto y medio plazo.

Mientras las privatizaciones entran en comp¨¢s de espera, el Gobierno trabaja sobre el problema mayor de la reforma de las pensiones. Se da por seguro un retraso de la edad de la jubilaci¨®n -los funcionarios puede retirarse a partir de los 58 a?os; los trabajadores del sector privado, desde los 60- y la reducci¨®n de la pensi¨®n, en un porcentaje hoy por hoy desconocido.

Raffarin est¨¢ dispuesto a comprometer la responsabilidad pol¨ªtica de su Gobierno en la aprobaci¨®n de la reforma de las pensiones. Hay fecha: junio de 2003. Esto significa que el Gabinete conservador, un a?o despu¨¦s de su llegada al poder, depender¨¢ de una reforma completamente impopular. A priori no hay mucho riesgo en cuanto al compromiso parlamentario, dado que la Uni¨®n por la Mayor¨ªa Presidencial (UMP) dispone de mayor¨ªa absoluta. El Gobierno filtra cifras -el fondo de reserva de pensiones se alimenta m¨¢s despacio de lo necesario para alcanzar los 152.000 millones de euros que el Ejecutivo de izquierdas hab¨ªa anunciado de cara a 2020- y multiplica sus mensajes en el sentido de aunar esfuerzos para la dolorosa cirug¨ªa que se avecina. Fran?ois Fillon, ministro de Empleo, habla de 'abordar la reforma sin dogmatismos' y de 'tratar de obtener un consenso tan amplio como sea posible'. Todos tratan de anticiparse a la imagen de las calles ocupadas por oleadas de manifestantes.