Los dem¨®cratas se unen para intentar reconquistar el Senado
El ex vicepresidente Mondale, clave para las elecciones del martes en Estados Unidos
La batalla decisiva de las elecciones del pr¨®ximo martes se librar¨¢ en el Senado. Los republicanos mantendr¨¢n probablemente la mayor¨ªa en la C¨¢mara de Representantes, pero en la C¨¢mara alta, en la que los dem¨®cratas dispon¨ªan hasta la semana pasada de una mayor¨ªa de un solo esca?o, est¨¢ ahora empatada y al alcance de los dos partidos. La muerte del senador Paul Wellstone, el pasado viernes, en accidente de aviaci¨®n acab¨® temporalmente con la ventaja dem¨®crata. El ex vicepresidente de EE UU Walter Mondale volver¨¢ a la pol¨ªtica para intentar salvar el decisivo esca?o de Minnesota.
Todas las personalidades del partido, encabezadas por Bill Clinton y Al Gore, acudieron el martes a Saint Paul (Minnesota) para convertir la despedida p¨®stuma a Wellstone en el acto pol¨ªtico m¨¢s relevante de toda la campa?a. Mondale, que fue vicepresidente con Jimmy Carter y a los 74 a?os no contaba con volver a presentarse a unas elecciones, fue aclamado en la ceremonia y anoche ten¨ªa previsto anunciar su candidatura de urgencia.
Wellstone era el miembro m¨¢s progresista del Senado. Muri¨® el viernes, cuando la avioneta en la que viajaba, acompa?ado por su mujer, una hija y tres colaboradores pol¨ªticos, se estrell¨® en una zona boscosa de Minnesota por causas a¨²n desconocidas. Su desaparici¨®n f¨ªsica fue un golpe moral para los dem¨®cratas, y especialmente para el sector m¨¢s liberal. El aspirante republicano, Norm Coleman, ex alcalde de Saint Paul, estaba muy cerca de Wellstone en los sondeos, y el accidente podr¨ªa suponer, adem¨¢s de la tragedia humana, una doble cat¨¢strofe para un partido que, desde la relativa derrota de Al Gore en las presidenciales de 2000, atraviesa a?os confusos: se pod¨ªa perder la mayor¨ªa en el Senado, ¨²ltimo recurso de poder de los dem¨®cratas en Washington, y dejar reducida a la m¨ªnima expresi¨®n (Ted Kennedy) el ala progresista o liberal.
La reacci¨®n fue casi inmediata. El cuerpo de Wellstone estaba a¨²n entre los restos de la avioneta cuando se contact¨® a Mondale, que hab¨ªa sido senador por Minnesota antes de alcanzar la vicepresidencia en 1976, y se convoc¨® a todas las personalidades del partido a una ceremonia cuyos prop¨®sitos f¨²nebres quedaron r¨¢pidamente en segundo plano. No falt¨® casi nadie. Bill y Hillary Clinton, Al Gore, Tom Daschle (l¨ªder del Senado), Ted Kennedy, Jesse Jackson, la gran mayor¨ªa de los senadores dem¨®cratas y, por supuesto, Walter Mondale, subieron al estrado de un pabell¨®n deportivo cuya capacidad fue insuficiente para acoger a las 30.000 personas que acudieron al acto. Los primeros discursos se centraron en honrar la figura de Paul Wellstone. Pero cuando Rick Kahn, tesorero de la campa?a del difunto, se acerc¨® al micr¨®fono para gritar 'tenemos que ganar estas elecciones', el tono se hab¨ªa desplazado ya hacia la pol¨ªtica.
Norm Coleman, que se uni¨® a la ceremonia, dijo despu¨¦s sentirse indignado por la utilizaci¨®n partidista del funeral. El gobernador de Minnesota, el pintoresco ex luchador Jesse Ventura, se enfureci¨® tambi¨¦n y amenaz¨® con usar sus prerrogativas para que Wellstone fuera temporalmente sustituido en el Senado, antes de que los nuevos cargos tomaran posesi¨®n en enero, por un independiente, no un dem¨®crata. La ceremonia fue retransmitida en directo por las televisiones del Estado y hubo bastantes quejas por parte de la audiencia.
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