Ken Loach gana con 'Sweet sixteen' la Espiga de Oro
El cineasta brit¨¢nico Ken Loach gan¨® anoche por unanimidad con Sweet sixteen -un magistral dibujo de la vida airada de un adolescente en una zona obrera deprimida de Escocia- la Espiga de Oro, m¨¢ximo galard¨®n de la Seminci. Con ¨¦l triunfaron, tambi¨¦n de forma arrolladora, el director debutante (Diego Arsuaga) y los tres veteranos protagonistas (Federico Luppi, H¨¦ctor Alterio y Jos¨¦ Soriano) de El ¨²ltimo tren, un maravilloso filme uruguayo compuesto en clave de western.
La proclamaci¨®n de estos premios obtuvo como respuesta una gran ovaci¨®n, que se ensanch¨® a la obtenida por la actriz espa?ola Adriana Ozores, protagonista de La vida de nadie, que comparti¨® el premio de interpretaci¨®n femenina con Dong Jie, jovenc¨ªsima actriz china protagonista de Happy times, filme que tambi¨¦n por unanimidad gan¨® la Espiga de Plata y, al margen del concurso oficial, el Premio de la Cr¨ªtica. Esta bella pel¨ªcula est¨¢ dirigida por Zhang Yimou, uno de los legendarios creadores de la Quinta Generaci¨®n de la Escuela de Beijin, grupo impulsor del formidable renacimiento del cine chino a finales del siglo XX.
Sweet sixteen gan¨® tambi¨¦n el premio dedicado a la fotograf¨ªa, que fue a las manos del magn¨ªfico Barry Ackroyd. Tanto este filme de Ken Loach como el de Zhang Yimou eran ambientalmente considerados, desde los d¨ªas de sus respectivas proyecciones, como firmes aspirantes a ocupar un puesto de altura en la lista de premios final, por lo que no hab¨ªa riesgo de abrir pol¨¦micas en la decisi¨®n del jurado internacional de incluirlos en ella.
En cambio, s¨ª se arriesg¨® ese jurado a levantar una oleada de contestaciones cuando, ante una audiencia algo perpleja, concedi¨® el Premio Especial del Jurado, que tiene altura de r¨¦plica al primer premio, a la pel¨ªcula australiana The tracker o El gu¨ªa, escrita y dirigida por el muy controvertido Rolf de Heer, un cineasta muy fuera de norma y capaz de lo mejor y lo peor. En esta ocasi¨®n, de lo mejor, por lo que la audacia del jurado al distinguirle result¨® dif¨ªcilmente refutable, ya que El gu¨ªa es, como El ¨²ltimo tren, un western lleno de vigor, hermos¨ªsimo y de gran pureza, que ocurre muy lejos del escenario hist¨®rico del cine del Oeste norteamericano, pero que adopta de manera sutil y explosiva sus claves formales y su elocuente e imperecedero lenguaje.
Hay buen gusto, conocimiento y equilibrio en esta lista de premios, que criba con buenos criterios el oro de la ganga en una edici¨®n de la Seminci que supo combinar con astucia la severidad del compromiso y el gozo del juego. La Espiga de Oro a Sweet sixteen y el Premio Especial del Jurado a El gu¨ªa son decisiones que priman al compromiso, pero que est¨¢n compensadas por la Espiga de Plata a Happy times y, sobre todo, por el Premio Pilar Mir¨® (destinado a los directores debutantes) al uruguayo Diego Arsuaga y el de Interpretaci¨®n Masculina al formidable tr¨ªo protagonista de El ¨²ltimo tren, pel¨ªcula que se llev¨® de calle a la gente de a pie y obtuvo tambi¨¦n el Premio del P¨²blico por votaci¨®n entre los espectadores.
Tanto en El ¨²ltimo tren como en Happy times, compromiso, juego y disfrute se funden. Y esta fusi¨®n es tan ¨¢gil y vibrante en el maravilloso western uruguayo, que sin duda le convierte -pues las obras de Ken Loach, Rolf de Heer y Zhang Yimou ya hab¨ªan sido descubiertas por otros festivales anteriores- en el supremo descubrimiento de esta edici¨®n de la Seminci, siendo una pel¨ªcula con rasgos similares a otras que desde aqu¨ª saltaron a la gloria, como la colombiana La estrategia del caracol y la argentina El hijo de la novia, obras viv¨ªsimas e inolvidables que, como El ¨²ltimo tren, se pegan a la memoria y uno sigue moviendo interiormente las peripecias de su viaje mucho tiempo despu¨¦s de llegar a la ¨²ltima estaci¨®n de este ¨²ltimo tren, que es un tren que no cesa, pues su viaje es el de la libertad.
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