Hurac¨¢n en Turqu¨ªa
La espectacular victoria en Turqu¨ªa de un partido de ra¨ªces islamistas ha barrido de golpe el viejo orden pol¨ªtico del pa¨ªs euroasi¨¢tico y le coloca ante el reto m¨¢s decisivo desde la fundaci¨®n de la Rep¨²blica hace 79 a?os. Es dif¨ªcil exagerar la trascendencia de que un miembro de la OTAN, aspirante a ingresar en la Uni¨®n Europea y aliado decisivo de EE UU en la regi¨®n, haya dado la mayor¨ªa absoluta parlamentaria a un partido con un a?o de vida, el de la Justicia y el Desarrollo (AKP), una escisi¨®n moderada del prohibido movimiento islamista. S¨®lo otro partido, adem¨¢s del que dirige el ex alcalde de Estambul con fama de incorruptible Recep Tayyip Erdogan, ha obtenido los votos suficientes para entrar en el Parlamento, el centrista Partido Republicano del Pueblo (CHP), cuyo icono es el ex ministro de Econom¨ªa Kemal Dervis. Los partidos tradicionales, entre ellos el del primer ministro en funciones Bulent Ecevit, han sido sepultados por los votantes, que los responsabilizan de d¨¦cadas de desgobierno y corrupci¨®n y de haber llevado a Turqu¨ªa, con respiraci¨®n asistida por el FMI, a su peor crisis econ¨®mica en m¨¢s de medio siglo.
El experimento que va a comenzar, de un Gobierno apoyado en una mayor¨ªa islamista en la secular Turqu¨ªa, despierta ya las primeras inquietudes en Europa y tiene el potencial suficiente para complicar todos y cada uno de los formidables desaf¨ªos del populoso pa¨ªs musulm¨¢n: sea un eventual ataque contra su vecino Irak, que puede tener repercusiones decisivas en las relaciones de Ankara con su propia minor¨ªa kurda; del contencioso de Chipre en relaci¨®n con la Uni¨®n Europea, pendiente de una decisi¨®n crucial el pr¨®ximo diciembre; o de las continuadas largas de Bruselas a Turqu¨ªa para fijar una fecha para hablar finalmente de adhesi¨®n.
El partido que ha de capear estos escenarios carece de historia y de experiencia, tanto en asuntos internos como internacionales. El AKP necesitar¨¢ tiempo para prepararse y obtener el necesario cr¨¦dito, y, presumiblemente, Erdogan se sentir¨¢ m¨¢s arropado en coalici¨®n con el CHP. Una alianza semejante permitir¨ªa al Partido de la Justicia beneficiarse de la experiencia y las relaciones de Dervis y atenuar a la vez las sospechas que su car¨¢cter isl¨¢mico suscita entre los militares turcos, guardianes de la ortodoxia secular y verdadero poder en la sombra. Pero se tratar¨ªa de un Gobierno singular, sin oposici¨®n parlamentaria, dada la exclusi¨®n de los dem¨¢s partidos por no haber alcanzado el 10% de los votos. (Un list¨®n que aplicado en Espa?a reducir¨ªa el Congreso al PP y al PSOE.)
La hora es hist¨®rica para Turqu¨ªa, pero ser¨¢n los hechos de los nuevos gobernantes, y no los esl¨®ganes electorales, los que den la medida de la etapa que comienza. El Gobierno saliente hizo en agosto reformas profundas, con la mirada puesta en la UE, destinadas a fortalecer los derechos humanos y a democratizar el pa¨ªs. Esas reformas deber¨¢n ser consolidadas por el AKP si, como proclama, pretende conciliar identidad isl¨¢mica y democracia. Un experimento ¨¦ste que tiene vastas implicaciones mucho m¨¢s all¨¢ de las fronteras turcas e importa muy especialmente a los pa¨ªses de la UE.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.