Los comunistas inician el congreso que abrir¨¢ las puertas del partido a los empresarios
Los chinos asisten indiferentes a una reforma que renovar¨¢ y rejuvenecer¨¢ la c¨²pula del poder
Cientos de banderas y millones de flores. Pek¨ªn se ha engalanado incluso con palmeras tropicales que muestran poca resistencia al fr¨ªo de un invierno que se ha adelantado para recibir a los 2.114 delegados del XVI Congreso del Partido Comunista Chino (PCCh). Los expertos aseguran que ser¨¢ 'hist¨®rico', porque se renovar¨¢ y rejuvenecer¨¢ la c¨²pula del poder y porque se cambiar¨¢ la Constituci¨®n del partido para permitir a empresarios, financieros y capitalistas en general integrarse en las filas de un PCCh que hasta ahora les consideraba 'enemigos del pueblo'.
Sin embargo, el inter¨¦s que despierta entre los ciudadanos de a pie es pr¨¢cticamente nulo. 'Me da igual que mande Jiang Zemin o Hu Jintao, ninguno se interesa por los problemas de la gente corriente, y lo ¨²nico importante para m¨ª es que el pa¨ªs se desarrolle econ¨®micamente como hasta ahora', afirma Tang Sui, que regenta un peque?o restaurante en el centro de la capital.
Antes de abandonar el esca?o de secretario general del PCCh, Jiang ha querido asegurarse un puesto al lado del Gran Timonel, Mao Zedong, y del Arquitecto de la Reforma, Deng Xiaoping, para lo que se ha empe?ado en modificar la Constituci¨®n del partido para 'adecuarla a los tiempos actuales'. O lo que es lo mismo, para incluir en ¨¦sta su teor¨ªa de las Tres Representaciones, que no es otra cosa que ampliar las bases tradicionales del PCCh, de campesinos y obreros, a la nueva ¨¦lite china formada de profesionales, intelectuales y empresarios. 'Eso de las Tres Representaciones es demasiado complicado para m¨ª. No me interesa, y mientras los l¨ªderes se sigan repartiendo con sus hijos y amigos buena parte de los negocios del pa¨ªs, tampoco les interesaremos nosotros', declara un taxista de 30 a?os que reniega de la celebraci¨®n del congreso en Pek¨ªn, que ser¨¢ inaugurado oficialmente hoy, porque durante estos d¨ªas la capital est¨¢ cerrada al turismo nacional, con lo que se ha reducido considerablemente su negocio.
Sin embargo, Ji Bingxuan, portavoz del congreso, sostiene que el PCCh se encuentra en uno de sus mejores momentos, con 66 millones de afiliados y con 'millones de j¨®venes' llamando insistentemente a sus puertas. A pesar de ello reconoce que 'el partido es consciente de que debe reforzar la lucha contra la corrupci¨®n'. Seg¨²n Ji, la entrada de la nueva clase media de China en el PCCh 'no va a cambiar la naturaleza' de ¨¦ste, que seguir¨¢ impulsando el desarrollo del 'socialismo con caracter¨ªsticas chinas'. En lo que todos coinciden es en que es la primera vez desde la fundaci¨®n del PCCh, hace 81 a?os, que se produce un cambio en el liderazgo sin que haya purgas o muertes de por medio.
'Indudablemente esto es un importante logro', se?ala un diplom¨¢tico europeo. El actual r¨¦gimen ha obtenido su legitimidad en la prosperidad que ha llevado a 1.300 millones de chinos, lo que le ha permitido convertirse en una de las primeras potencias econ¨®micas del mundo y ganarse un papel en la situaci¨®n mundial. Pero son muchos los analistas que se?alan que los tiempos tambi¨¦n han cambiado y que, si China sigue sin tener en cuenta la opini¨®n p¨²blica, puede desatarse una de conflictivad que desestabilice el pa¨ªs.
Tras una veintena de a?os de fuerte crecimiento econ¨®mico, s¨®lo ensombrecido por la matanza de Tiananmen, la desestabilizaci¨®n amenaza tambi¨¦n a China desde el enorme foso que se est¨¢ creando entre ricos y pobres. En el campo, donde 800 millones de campesinos tienen que pagar unos impuestos demasiado gravosos y donde la educaci¨®n y la sanidad han quedado totalmente descuidadas, existe un claro descontento frente a la nueva clase urbana emergente. La diferencia entre la media de los sueldos del campo y de la ciudad es de uno a seis.
Arduas negociaciones
Para un toro tan dif¨ªcil de lidiar, el congreso tiene la misi¨®n de elegir a toda la c¨²pula directiva del PCCh, comenzando por el Comit¨¦ Central, que en la actualidad tiene 236 miembros. Desde ah¨ª hacia arriba, el Bur¨® Pol¨ªtico, el Comit¨¦ Permanente del Bur¨® Pol¨ªtico y el secretario general, adem¨¢s de la Comisi¨®n Militar Central, cuya presidencia quiere conservar Jiang Zemin durante unos a?os, al igual que hiciera Deng Xiaoping. El ¨²nico nombre sobre el que parece no haber dudas es Hu Jintao, que tomar¨ªa las riendas de Jiang en la secretar¨ªa del PCCh y que en un significativo gesto fue ayer elegido secretario general del pres¨ªdium del XVI Congreso. Los nombres y el n¨²mero de componentes de los dem¨¢s ¨®rganos sigue siendo motivo de arduas negociaciones y pu?aladas traperas entre las distintas corrientes de poder.
Nada es definitivo hasta que no sea promulgado oficialmente en los pr¨®ximos siete d¨ªas, aunque el viceprimer ministro Wen Jiabao y el delf¨ªn de Jiang, su m¨¢s ¨ªntimo consejero, Zeng Qinghong, son considerados los 'candidatos m¨¢s seguros' al Comit¨¦ Permanente del Bur¨® Pol¨ªtico, lo que les abrir¨ªa las puertas a cargos de m¨¢xima responsabilidad en el Gobierno o la Asamblea Popular Nacional durante la sesi¨®n plenaria que celebre ¨¦sta el pr¨®ximo marzo.
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