Ofensas
En la ciudad de (aqu¨ª la localidad), a las (aqu¨ª la hora) del d¨ªa (aqu¨ª el d¨ªa) de (el mes) de (el a?o), reunidos por una parte los se?ores Quintanilla y Cort¨®n en representaci¨®n del se?or P¨¦rez, y los se?ores Barqu¨ªn y Oru¨¦, en representaci¨®n del se?or Fern¨¢ndez, para tratar de una ofensa personal grave habida entre sus ahijados, hizo uso de la palabra el se?or Quintanilla, quien efectu¨® una cuidada exposici¨®n de los hechos, terminada la cual lealmente confesaron los representantes del otro que era necesario estudiar convenientemente si la palabra de ofensa hab¨ªa sido pronunciada con la intenci¨®n de ofender.
Despu¨¦s de su educada y correcta explicaci¨®n, decidi¨® el se?or Quintanilla que estimaba como ofensiva la acepci¨®n: 'Ornitorrinco de izquierdas', pero como quiera que esta palabra (supongamos que sea ¨¦sta la que ocasion¨® la ofensa) fue pronunciada por Fern¨¢ndez en el momento que P¨¦rez pasaba por su lado, sin que esto quiera decir que fuera a ¨¦l dirigida, se daba por satisfecho con una excusa. De todas formas, el se?or Cort¨®n quiso incluir en el acta lo siguiente: 'Que sin duda se encontraba ebrio el se?or Fern¨¢ndez, cuando de un modo tan grosero y extempor¨¢neo trat¨® al se?or P¨¦rez de 'ornitorrinco de izquierdas', pill¨¢ndole por sorpresa, razones por las cuales ha de impetrar de ¨¦l el perd¨®n por su cobard¨ªa'.
El se?or Barqu¨ªn rechaz¨® tan dura satisfacci¨®n diciendo que ¨¦l, por su parte, jam¨¢s autorizar¨ªa con su firma la declaraci¨®n exigida a su ahijado, y que, adem¨¢s, un ornitorrinco, aunque no fuese un animal noble por necesidad, no se acercaba ni con mucho al cerdo o al burro, y que, por otra parte: 'da igual que sea de derechas o de izquierdas, siempre seguir¨¢ siendo un ornitorrinco'. Esto no convenci¨® a los se?ores Quintanilla y Cort¨®n, que le advirtieron que no siguiera mof¨¢ndose de su apadrinado. De todas formas, como el ofensor, se?or Fern¨¢ndez, desconoc¨ªa la exigencia de la petici¨®n de perd¨®n, se decidi¨® consultarle, a cuyo efecto se suspendi¨® la reuni¨®n durante una hora.
Reanudada la conferencia en el mismo lugar, el se?or Barqu¨ªn manifest¨® que su apadrinado se negaba no solo a dar la explicaci¨®n que de ¨¦l se solicitaba, sino que no estaba dispuesto a dar ninguna de las que se le pudieran exigir, y adem¨¢s acusaba al se?or P¨¦rez de haberle devuelto el insulto llam¨¢ndole: 'Pez pl¨¢tano de derechas', e incluso de haberle asegurado que prefer¨ªa ser un ornotorrinco de izquierdas que un pez pl¨¢tano de derechas. Esto provoc¨® un giro inesperado en las conversaciones, de forma que despu¨¦s de una larga deliberaci¨®n, los se?ores Quintanilla, Cort¨®n, Barqu¨ªn y Oru¨¦ decidieron que sus ahijados, ambos considerados como caballeros hasta ese momento, estaban imposibilitados por su estupidez a poder batirse jam¨¢s con ning¨²n hombre de honor.
Consignado como queda dicho en este acta el incidente grave al que se hace referencia, se acord¨® firmar la presente por duplicado, entregando a cada uno de los ahijados una copia, para que hiciesen de ella el uso que consideraran conveniente. En (aqu¨ª la localidad) a (aqu¨ª la fecha) de (aqu¨ª el mes) de (aqu¨ª el a?o).
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