La calle se adapta a los cambios
Los chinos asisten al relevo en la direcci¨®n del PCCh interesados sobre todo en mejorar su nivel de vida
A un centenar de metros del Templo del Lama, sentado en un sof¨¢ desvencijado en el interior de una tienducha de bebidas situada en una calle oscura, Yao Si Yuan da un sorbo a una botella de cerveza, mira con autoridad y dice convencido: 'Para entender lo que representa el nombramiento de Hu Jintao basta con ver la televisi¨®n. Es bueno tener un buen l¨ªder'.
Yao, de 68 a?os, miembro del partido comunista desde los a?os cincuenta, no duda de las bondades del sistema. 'El partido ha heredado las teor¨ªas de Marx, Mao Zedong y Deng Xiaoping, y las ha desarrollado para adaptarlas a las circunstancias. Marx no pod¨ªa imaginar c¨®mo iba a ser hoy el mundo', asegura mientras defiende la enrevesada teor¨ªa de las Tres Representaciones de Jiang Zemin.
Originario de Pek¨ªn, Yao fue bailar¨ªn y actor en una compa?¨ªa que depend¨ªa de la direcci¨®n de ferrocarriles. A¨²n hoy conserva el aplomo que imprimen los escenarios, desde los que educaban a la poblaci¨®n. Uno de los personajes que sol¨ªa interpretar era Zhou Enlai, dirigente comunista y primer ministro, fallecido en 1976.
Nie Sui Zhen, de 52 a?os, que fabrica y vende tortas de s¨¦samo en un espacio de apenas seis metros cuadrados, tambi¨¦n sabe qui¨¦n es el nuevo secretario general del partido. 'Compro todos los d¨ªas el peri¨®dico, pero a la gente corriente lo ¨²nico que nos interesa es llevar una vida cada vez mejor', dice sin dejar de despachar bollos. 'En cualquier caso, Hu seguir¨¢ la misma direcci¨®n de Jiang, que es la de Mao', asegura mientras a?ora el viaje que hizo gratis en tren durante la Revoluci¨®n Cultural a Shaoshan, la villa natal del fundador de la Rep¨²blica Popular China.
Pero Nie insiste en que no entiende de pol¨ªtica. Como uno de los porteros del cercano Templo de Confucio, que afirma que para el pueblo da lo mismo un l¨ªder que otro. 'Esto no es EE UU, donde Bill Clinton tiene una opini¨®n y George Bush tiene otra. En China todo est¨¢ determinado por el partido. El l¨ªder es s¨®lo su representante', a?ade un compa?ero. 'Pero nadie puede resolver todos los problemas', dice el portero mientras mira hacia una de las pagodas. 'La corrupci¨®n en el Gobierno no cambiar¨¢', explica bajando la voz. 'Adem¨¢s, ?para qu¨¦ hablar de esto, si los peri¨®dicos s¨®lo publican las cosas positivas?'.
Para Wang Cu Zhi, de 90 a?os, que lleva trabajando desde los ocho a?os como cal¨ªgrafo, Hu Jintao es un buen l¨ªder. 'El problema de Jiang Zemin es que no sabe tratar el detalle ni aborda los problemas desde una perspectiva amplia', dice desde sus ojos vidriosos. 'Hu tiene sus opiniones, pero no pod¨ªa tomar decisiones. Ahora podr¨¢ hacerlo. Estoy muy contento con el resultado'. Wang, que trabajaba en una editorial agr¨ªcola, se dedica ahora a caligrafiar poemas sobre rollos de papel de arroz que ofrece a la entrada del Templo del Lama a 10 yuanes (1,3 euros). Vende entre ocho y diez al d¨ªa.
A un centenar de metros, el antiguo actor y bailar¨ªn abre una nueva botella de cerveza y da una calada al cigarrillo: 'La empresa p¨²blica y la empresa privada pueden coexistir perfectamente', comenta mientras se?ala las im¨¢genes de la televisi¨®n en las que se ve el gigantesco auditorio del Gran Palacio del Pueblo, presidido por una hoz y un martillo. 'Por eso ha triunfado el comunismo en China, porque ha sabido adaptarse a los tiempos'.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.