Espa?a no ir¨¢ tan bien por este camino
La ca¨ªda de cuota del comercio exterior es una primera se?al de que la econom¨ªa espa?ola est¨¢ perdiendo competitividad
Espa?a tendr¨¢ serios problemas para ser econ¨®micamente competitiva a medio plazo. Entre la CEOE y el Foro Econ¨®mico Mundial se han identificado varios factores de riesgo para el tejido empresarial del pa¨ªs. Ca¨ªda de las exportaciones, inflaci¨®n, falta de innovaci¨®n tecnol¨®gica son ya problemas reconocidos a los deben a?adirse la escasa independencia judicial, la extensa red de tr¨¢fico de influencias o la burocracia.
"Los impuestos indirectos han subido y est¨¢ demostrado que este alza va ligada al incremento de costes y, por ende, de los precios"
"Espa?a va bien" y "Spain is different" son dos frases muy conocidas pero que han perdido fuerza. Ni el pa¨ªs va tan bien ni es tan diferente en el llamado mundo globalizado. Hay un gran riesgo de que la econom¨ªa espa?ola, que crece por encima de la media de la UE en un momento de crisis, pierda impulso, competitividad a medio plazo. Hay unos cuantos datos que amenazan con socavar la competitividad espa?ola.
Las exportaciones retroceden, los impuestos indirectos elevan los precios y los costes m¨¢s de lo aconsejable y la innovaci¨®n tecnol¨®gica permanece relegada. La Confederaci¨®n Espa?ola de Organizaciones Empresariales (CEOE) advierte de estos problemas, mientras que el Foro Econ¨®mico Mundial describe una larga lista de desventajas competitivas del pa¨ªs en su informe de reciente aparici¨®n.
La CEOE, en su informe, analiza la competitividad de la econom¨ªa espa?ola tanto desde las variables que la conforman (precios y costes, fiscalidad y entorno institucional, productividad y calidad) como de los resultados comprobables en la evoluci¨®n de la cuota de mercado de las exportaciones, el saldo comercial y la tasa de cobertura de las exportaciones sobre las importaciones.
Ca¨ªda de las exportaciones
"La cuota de mercado de las exportaciones que lleg¨® a alcanzar el 2% del total mundial en 1998 ha descendido en 2001 al 1,8%, rebasando en apenas una d¨¦cima la situaci¨®n de 1993", dice la Confederaci¨®n. "Esta evoluci¨®n en la cuota durante los ¨²ltimos tres a?os se ha debido a la menor penetraci¨®n de las exportaciones en pa¨ªses diferentes a los EE UU y los de la UE en lo que s¨ª se ha mantenido la cuota", a?ade.
El Gobierno ha achacado la ca¨ªda de las exportaciones al desplome del comercio mundial, que creci¨® un 12% en 2000 y que apenas aumentar¨¢ un 1% este a?o. El comercio exterior en la mayor¨ªa de los pa¨ªses de la UE retrocedi¨® en el primer semestre del a?o frente al mismo periodo de 2001, pero de todas las ca¨ªdas, la de Espa?a fue la mayor, un 6%.
La competitividad espa?ola rivaliza con sus socios europeos tanto en el mercado intracomunitario como en el externo. Pero, adem¨¢s, esa rivalidad que ahora es contra 14 pa¨ªses en dos a?os ser¨¢ contra 24.
Una importante consecuencia de la entrada de nuevos socios, es que Espa?a dejar¨¢ de percibir importantes ayudas, por lo que su competitividad ser¨¢ a¨²n m¨¢s importante. La ampliaci¨®n producir¨¢ un efecto estad¨ªstico de descenso de la renta per c¨¢pita media de la UE, que dejar¨¢ a la mayor parte de Espa?a por encima de la misma, por lo que siete regiones dejar¨¢n de percibir importantes ayudas. "No debe olvidarse", destaca la patronal, "que los apoyos financieros de la UE explican, en alguna medida, el diferencial del crecimiento espa?ol con respecto a la media de la UE".
Pero ya en este momento, sin necesidad de esperar a sentir el impacto de la ampliaci¨®n europea, Espa?a tiene serias deficiencias para competir en precios, en innovaci¨®n tecnol¨®gica e incluso en lo que la CEOE ha denominado competitividad estructural, que es el entorno institucional dentro del que se mueven y desarrollan las empresas.
El pa¨ªs que venda m¨¢s barato ser¨¢ el que m¨¢s venda. Esta es la m¨¢xima de la competitividad en precios. Uno de los factores que la CEOE ha detectado como amenaza a este principio son la creaci¨®n y subida de impuestos indirectos en la Ley de Acompa?amiento de los Presupuestos de 2002. Los grav¨¢menes de estos impuestos, "en concreto los especiales, se aumentaron de forma generalizada y se cre¨® un nuevo impuesto sobre las ventas minoristas de determinados hidrocarburos con tramo estatal y auton¨®mico para financiar las competencias de sanidad cedidas a las Comunidades Aut¨®nomas; adem¨¢s, se aumentaron las tasas existentes y se crearon otras tantas", se?ala la patronal.
"Todo ello", contin¨²a la CEOE, "nos hace prever que, en 2002, la contribuci¨®n de los costes tributarios a los costes unitarios se va a disparar, lo cual no es una buena noticia, teniendo en cuenta la situaci¨®n en la que nos encontr¨¢bamos en 2001. Est¨¢ extensamente demostrado que la subida de los impuestos indirectos va inequ¨ªvocamente ligada al incremento de los costes y, consecuentemente, de los precios", concluye. En consecuencia, el aumento de los impuestos indirectos, en gran parte para paliar la rebaja de los directos como el IRPF (hubo una en 1998 y se prev¨¦ otra en 2003), echa por tierra la m¨¢xima de precios baratos, mejor competitividad.
La cuesti¨®n de la innovaci¨®n tecnol¨®gica es algo que la CEOE viene reclamando desde hace mucho tiempo y no s¨®lo al Gobierno, sino tambi¨¦n a las empresas, de las que se espera el mayor porcentaje de inversi¨®n en este campo. "El desfase tecnol¨®gico" y la falta de impulso de la Sociedad de la Informaci¨®n son considerados por la patronal como factores decisivos para la competitividad espa?ola, que deben corregirse "con acciones tendentes a recuperar la credibilidad perdida", facilitando "el despliegue de infraestructuras de comunicaci¨®n" y mediante un plan similar al que se puso en marcha para la introducci¨®n del euro.
Convergencia tecnol¨®gica
La CEOE cifra en unos 15.025 millones de euros el aumento necesario de inversiones para alcanzar el nivel de la media comunitaria en un plazo de cuatro a seis a?os. Esas inversiones deben provenir, en su opini¨®n, en un 80% del sector privado y en un 20% del p¨²blico. Si no se realiza ese esfuerzo, la patronal asegura que Espa?a no alcanzar¨¢ la convergencia tecnol¨®gica en 12 a?os.
A principios de este mes, el ministro de Ciencia y Tecnolog¨ªa, Josep Piqu¨¦, reconoci¨® que el plan Info XXI para el desarrollo tecnol¨®gico espa?ol no hab¨ªa cumplido sus objetivos. El plan presentado por Aznar en marzo de 2001 se concibi¨® en "un momento de gran euforia", seg¨²n el ministro, y se ejecut¨® en un momento de crisis econ¨®mica. Despu¨¦s de reconocer el fracaso, Piqu¨¦ anunci¨® la recomposici¨®n del plan, que incluye la negociaci¨®n de medidas con las empresas privadas para fomentar el uso de las nuevas tecnolog¨ªas en Espa?a.
Justamente en el tema de la innovaci¨®n tecnol¨®gica es donde el informe de competitividad mundial de 2001 que public¨® recientemente el Foro Econ¨®mico Mundial hace mucho hincapi¨¦ en la lista de desventajas competitivas de la econom¨ªa espa?ola. Espa?a saca muy mala nota en la calidad de la competencia de los proveedores de Internet, en el grado de ¨¦xito del Gobierno en la promoci¨®n de las nuevas tenolog¨ªas y en la labor de legislaci¨®n sobre el tema. El Foro elabora desde 1979 el Informe sobre Competitividad Global a partir de estad¨ªsticas oficiales. Este a?o, adem¨¢s, ha preguntado a casi 5.000 directivos empresariales de todo el mundo sobre la situaci¨®n de 80 pa¨ªses.
El estudio se centra en dos indicadores. Por un lado, el ¨ªndice de crecimiento de competitividad (GCI), que mide la proyecci¨®n del crecimiento en el plazo de cinco a ocho a?os y que depende fundamentalmente de la estabilidad macroecon¨®mica. Con este indicador, la econom¨ªa espa?ola qued¨® en el puesto n¨²mero 22, y super¨® a otros de su entorno como Francia, B¨¦lgica, o Italia. El GCI investiga el nivel de tecnolog¨ªa que posee el pa¨ªs, la eficacia de su Administraci¨®n y sus reglas macroec¨®n¨®micas (pol¨ªtica fiscal y monetaria), para tratar el nivel de competitividad de cada pa¨ªs en el medio y largo plazo. Aqu¨ª, la tasa de inter¨¦s, el acceso al cr¨¦dito o las reservas bancarias l¨ªquidas, sit¨²an a la econom¨ªa entre las primeras de los 80 pa¨ªses estudiados.
Por otro lado, el estudio se centra el ¨ªndice de competitividad microecon¨®mica (MICI por sus siglas en ingl¨¦s), que mide la calidad del desarrollo empresarial actual, y que deja a Espa?a en el tercer peor puesto de la UE, s¨®lo por delante de Portugal y Grecia (Luxemburgo no entra en el estudio). El MICI analiza dos variables principalmente: la eficiencia y productividad de las empresas y el entorno empresarial que las rodea. A este ¨²ltimo punto, la CEOE lo denomina competitividad estructural.
La patronal, para destacar la importancia de este factor, cita a la OCDE: "La competitividad de las empresas no depende s¨®lo de s¨ª mismas, sino tambi¨¦n de la interacci¨®n con las capacidades del entorno donde se desarrolla su actividad (...)". Dentro de los puntos estudiados por el Foro y que dejan a Espa?a en peor posici¨®n, est¨¢n algunos referentes a ese entorno en el que se desarrolla la competitividad empresarial.
Espa?a, saca una p¨¦sima nota en independencia judicial, en el grado de favoritismo al que est¨¢n sujetas las decisiones de la Administraci¨®n, en los obst¨¢culos regulatorios para los negocios o burocr¨¢ticos, como es el n¨²mero de d¨ªas que un emprendedor necesita para poner en marcha un nuevo negocio. Tambi¨¦n destaca negativamente la precariedad laboral y el coste del terrorismo para las empresas o el crimen organizado.
Otra de desventajas m¨¢s acusadas de Espa?a seg¨²n el Foro, es la existencia de una extensa red de tr¨¢fico de influencia y de utilizaci¨®n de informaci¨®n privilegiada. Esta pr¨¢ctica no s¨®lo rebaja la competitividad de las empresas sino que, adem¨¢s, echa por tierra todos los esfuerzos de liberalizaci¨®n que desde el Gobierno intentan imponerse a ra¨ªz de que en ciertos sectores, la informaci¨®n est¨¢ a menudo en las mismas manos y ello obstaculiza la entrada de nuevos competidores.
Peter Cornelius, que encabez¨® el estudio del Foro, indica que aunque la medici¨®n no es perfecta, gracias a la incorporaci¨®n de las encuestas se acerca mucho m¨¢s a la radiograf¨ªa de un pa¨ªs. Pero a?ade, por ejemplo, que les falt¨® medir algunos datos como, por ejemplo, el conocimiento de idiomas, donde Espa?a tampoco destaca positivamente.
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