Somalia, un viejo objetivo en la lucha antiterrorista

Varios meses antes de los atentados de Kenia, EE UU hab¨ªa empezado a plantearse la amenaza que representa Somalia, un pa¨ªs sumido en el caos, el hambre y la guerra de clanes desde hace 10 a?os, un lugar que representa un vivero perfecto para Al Qaeda.

Detr¨¢s del ataque del jueves, tras el que han sido detenidos cuatro somal¨ªes, los servicios secretos de EE UU ven la sombra de Al Itihad Al Islamiya (Unidad del Islam), una organizaci¨®n fundamentalista somal¨ª relacionada con Al Qaeda. Con siete millones de habitantes (el 99% de ellos musulmanes) y una esperanza de vida de 50 a?os, Somalia tiene un Gobierno Nacional de Transici¨®n desde 2000, pero esta autoridad s¨®lo controla la capital, Mogadiscio, y con dificultades. Adem¨¢s de a los se?ores de la guerra, el Gobierno se enfrenta a dos Estados secesionistas: Somaliland, en el noroeste, y Puntland, en el noreste.

Con este panorama, y con el precedente de los atentados de 1998 en Kenia y Tanzania, no es extra?o que el jefe del Pent¨¢gono, Donald Rumsfeld, encargase en septiembre un estudio sobre nuevos escenarios de la guerra contra el terrorismo en el que Somalia ocupaba un lugar preferente. Pero no va a ser un escenario f¨¢cil.

La pel¨ªcula y el libro Black Hawk derribado han recordado recientemente que all¨ª las tropas de EE UU sufrieron una humillante derrota el 3 y 4 de octubre de 1993, cuando murieron 19 soldados y miles de somal¨ªes al intentar capturar a dos lugartenientes del se?or de la guerra Mohamed Far¨¢ Aidid. Ya entonces se dijo que Bin Laden hab¨ªa financiado el entrenamiento de los guerrilleros que se enfrentaron a los rangers y los Delta Force.

Sin embargo, el hecho de que el Gobierno somal¨ª haya realizado un llamamiento de ayuda para combatir el integrismo refleja para algunos especialistas m¨¢s su impotencia que el peligro real que estas c¨¦lulas representan. "En el pante¨®n mundial del terrorismo, Al Itihad no representa casi nada", dijo a Reuters el especialista Ken Menkaus. El propio Mark Bowden, autor de Black Hawk derribado, se?al¨® en una entrevista reciente que "los se?ores de la guerra somal¨ªes son enemigos naturales de los integristas isl¨¢micos".