Aumenta la deuda p¨²blica del Estado
El gasto p¨²blico se sostiene con impuestos y con otros ingresos, entre los que primordialmente est¨¢ el d¨¦ficit. Cuando esto ocurre, esta ¨²ltima proporci¨®n se financia mediante el endeudamiento. Se trata, pues, de un instrumento habitual al que no hay por qu¨¦ renunciar de antemano. Las posibilidades de recurrir a ¨¦l vienen determinadas por la capacidad que se posea para hacer frente a la devoluci¨®n de los pr¨¦stamos y por la confianza que despierta el emisor.
En determinadas circunstancias, tiene l¨®gica econ¨®mica el endeudarse, y lo mismo puede decirse de la l¨®gica pol¨ªtica. Una norma de elemental exigencia democr¨¢tica ha de llevarnos a conocer c¨®mo evolucionan los d¨¦ficit, los activos y los pasivos financieros p¨²blicos. Vaya por delante que esto no siempre se consigue con facilidad. De hecho, en Espa?a, en el ¨¢mbito financiero p¨²blico ocurre lo mismo que en otros aspectos relacionados con las obligaciones y con los derechos, que las zonas de opacidad son amplias, a la vez que la transparencia es m¨¢s escasa de lo debido.
La inversi¨®n p¨²blica que 'escapa' a la medici¨®n de d¨¦ficit supera los cuatro billones y medio de pesetas
Realizadas estas consideraciones preliminares, dir¨¦ que pretendo comparar el peso de la deuda p¨²blica del Estado entre finales de 1995 y finales del a?o 2001. Parto del hecho de que al finalizar el primero de estos a?os, el peso de la deuda en circulaci¨®n, de la que era este agente titular, supon¨ªa el 52,38% del PIB, mientras que seis a?os despu¨¦s se hab¨ªa reducido la ratio hasta el 47,40%. Ahora bien, si en lugar de seguir la marcha en t¨¦rminos relativos se hace la comparaci¨®n en magnitudes absolutas, se ve que en igual periodo de tiempo la deuda p¨²blica en circulaci¨®n del Estado ha experimentado un aumento de 78.900 millones de euros. Esta tendencia se ha mantenido a lo largo del actual ejercicio, pero no ampli¨® las referencias temporales por razones de homogeneidad con otras magnitudes.
Estamos ante una cantidad destacada que no ha sido el ¨²nico recurso financiero del que dispuso el Gobierno del se?or Aznar durante el ¨²ltimo sexenio. En este tiempo llev¨® a cabo un r¨¢pido e intenso proceso de privatizaciones, que estimo que le proporcion¨® 21.000 millones de euros m¨¢s. Por tanto, los recursos obtenidos entre ambas v¨ªas alcanzaron los 99.900 millones de euros.
?A qu¨¦ fueron dedicados? La mayor parte de los mismos se destinaron a la cobertura de los d¨¦ficit de caja no financieros del Estado. En esta finalidad se emplearon 53.040 millones de euros. Otros 19.468 fueron a la concesi¨®n de pr¨¦stamos, adquisiciones de acciones y a aportaciones patrimoniales en diferentes pol¨ªticas p¨²blicas.
La comparaci¨®n entre los recursos y los empleos nos sit¨²a, de un lado, en 99.900 millones de euros, mientras que, del otro, aparecen 72.508 millones de euros. Por tanto, se produce una diferencia que no se explica ni por el d¨¦ficit de caja ni por la variaci¨®n neta de activos financieros. La cuant¨ªa de la diferencia ha sido de 27.392 millones de euros (o lo que es lo mismo, 4.560 billones de pesetas).
?Por qu¨¦, si hay d¨¦ficit cero, sigue creciendo el volumen de deuda p¨²blica del Estado? Porque se ha producido la huida del Presupuesto de una serie de actividades y organismos que no se computan a la hora de medir el d¨¦ficit, pero que siguen siendo actividades p¨²blicas que han de ser cubiertas con recursos de esta naturaleza.
?Tiene sentido lo que est¨¢ ocurriendo? Desde mi punto de vista, no existe justificaci¨®n econ¨®mica. En los a?os que comparo, Espa?a vivi¨® una etapa de baja inflaci¨®n, por lo que dif¨ªcilmente puede sostenerse que la marcha de los precios complic¨® la pol¨ªtica fiscal obligando a ampliar las emisiones, habida cuenta de que se estaban produciendo cambios en el valor de la deuda. Los precios aumentaron el 17%, mientras que el endeudamiento lo hizo el 31%.
Tampoco encuentro s¨®lidas razones administrativas, dado que considero inveros¨ªmil el que -por parte de alguien- pudiera argumentarse que las captaciones de recursos en el mercado se produjeran de manera injustificada.
Mi opini¨®n es otra. Creo que si aparece mayor deuda p¨²blica del Estado es porque ha habido anteriormente un conjunto de d¨¦ficit que han sido financiados a trav¨¦s de ella. De ocurrir las cosas de esta manera, puede suceder que la contabilidad trate de esconderlo y que resulte evidente el af¨¢n de las autoridades de presentar un d¨¦ficit nominal distinto del real. Estas pr¨¢cticas, a las que algunos Gobiernos se dedican con fruici¨®n, suelen durar poco, ya que m¨¢s temprano que tarde los trucos y las trampas quedan al descubierto.
Si no hay ni razones econ¨®micas ni administrativas, ?por qu¨¦ en Espa?a ha aumentado el volumen de deuda p¨²blica del Estado en circulaci¨®n? Esta pregunta la hice en el debate, discusi¨®n y aprobaci¨®n de los Presupuestos para el a?o 2003. No obtuve respuesta, ni en la Comisi¨®n de Presupuestos ni en el Pleno de la C¨¢mara. El silencio oficial no puede servir para que eluda extraer alg¨²n tipo de justificaci¨®n. Son razones pol¨ªticas las que explican la marcha de los acontecimientos.
Durante estos a?os, el Estado asumi¨® cargas procedentes de organismos p¨²blicos, que se decidi¨® que escaparan al control del d¨¦ficit, pero que no pod¨ªa evitarse que se reflejaran en el volumen de su endeudamiento.
?C¨®mo se ha hecho esa tarea de distraer un volumen tan cuantioso de recursos, que, siendo gasto p¨²blico, no figuran como tal, en el momento de medir el d¨¦ficit del Estado? T¨¦cnicamente dir¨¦ que fundamentalmente se ha recurrido a vaciar los gastos que se ven¨ªan contabilizando en los cap¨ªtulos VI (inversiones reales) y VII (transferencias de capital) de la clasificaci¨®n econ¨®mica de los Presupuestos, trasladando al cap¨ªtulo VIII (activos financieros). Ya que en este cap¨ªtulo no cuentan en el c¨®mputo del d¨¦ficit, aunque lo sean. El recurso a la financiaci¨®n externa o la sustituci¨®n de las transferencias destinadas a la cuenta de explotaci¨®n por pr¨¦stamos avalados por el Estado son otros procedimientos que han servido para poner de relieve que el problema del gasto p¨²blico en Espa?a es primero de transparencia, y despu¨¦s, de magnitud.
?D¨®nde se ha hecho esta operativa a trav¨¦s de la cual se viene ocultando la existencia de m¨¢s de cuatro billones y medio de gasto p¨²blico y que no figuran como d¨¦ficit del Estado? En varios sitios y actividades; para ilustrar al lector citar¨¦ algunos.
En el sector p¨²blico empresarial deficitario: en la SEPI o en RTVE. De esta ¨²ltima hemos sabido recientemente que la acumulaci¨®n de deudas arrastrada por ella supera los 6.200 millones de euros. Este desajuste ni ha estado ni va a estar reflejado nunca en el desequilibrio presupuestario. Los pr¨¦stamos que ha necesitado para funcionar han sido avalados por el Estado, y desde esa situaci¨®n pasar¨¢n a incorporarse como deuda p¨²blica que pagar¨¢ el Estado.
Los antiguos organismos aut¨®nomos vienen siendo sustituidos por sociedades estatales poseedoras de igual finalidad. En ellos se contabilizaban las inversiones en cap¨ªtulos que entraban a formar parte del d¨¦ficit. Ahora no, ya que la financiaci¨®n la reciben mediante ampliaciones de capital que, al figurar como un activo financiero, no se consideran d¨¦ficit p¨²blico.
El Ministerio de Defensa viene recurriendo a estos procedimientos contables, al emplear al Ministerio de Ciencia y Tecnolog¨ªa como departamento nodriza. Una profusa actividad bancaria totalmente opaca le permite conceder pr¨¦stamos a empresas esencialmente p¨²blicas para que fabriquen armas con un fuerte componente tecnol¨®gico: el avi¨®n, la fragata, el carro de combate, el radar, el helic¨®ptero, el submarino, el misil o la barcaza de desembarco se financian as¨ª. La investigaci¨®n cient¨ªfica tampoco ha escapado al sistema prestamista.
He expuesto algunos datos y casos referidos a organismos p¨²blicos desde los que se ejecutan pol¨ªticas p¨²blicas que escapan a la medici¨®n del d¨¦ficit p¨²blico. En los seis ¨²ltimos a?os, la magnitud de los recursos empleados en todos ellos supera los cuatro billones y medio de pesetas.
Considero que hacer pol¨ªtica cuesta dinero y que lo mejor que puede ocurrir es que se sepa y que se mida adecuadamente. De no ser as¨ª, cuando lo que se ve es c¨®mo va aumentando la deuda p¨²blica del Estado, sin explicaciones solventes, se abre un marco de duda que lleva con fundamento a afirmar que en Espa?a el d¨¦ficit cero es una penosa mentira apoyada en la alquimia contable.
Francisco Fern¨¢ndez Marug¨¢n es diputado del PSOE.
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