Violencia
La violencia siempre es noticia porque todos la reconocemos como algo que se nos enciende dentro de repente, involuntariamente, de un modo natural; y tambi¨¦n sabemos que es a base de autocontrol, reflexi¨®n, educaci¨®n y ¨¦tica como podemos ser capaces de sofocarla artificialmente si es que deseamos evitar que se desmadre destructora; a veces con un verdadero ejercicio de voluntad.
Llevamos una buena temporada con el tema de la violencia presente, ya sea urbana, social, institucional, de menores en el mundo de la prostituci¨®n y del hogar. Ninguna de ellas se puede decir que sea nueva, porque rebeldes urbanos y sociales, por ejemplo, han sido muchos j¨®venes desde que tenemos noticia hist¨®rica de ellos, y conservadoras de su poder han sido siempre las instituciones que los persiguieron o censuraron. Ahora que estamos en democracia tenemos rachas mejores y peores, pero todo debe pasar a ser m¨¢s normal y a tener mejor soluci¨®n. En cuanto a la compraventa de menores para la prostituci¨®n y la violencia que tiene lugar en el hogar, ha sido en los ¨²ltimos veinte a?os cuando han salido por primera vez a la luz p¨²blica. Seguramente no ser¨¢n m¨¢s de las que hab¨ªa antes, aunque nunca podremos llegar a saberlo; tal como ocurre en otros lugares en los que las mujeres no pueden denunciar su situaci¨®n. La posibilidad de denuncia ser¨¢ siempre un punto de referencia entre el antes y el despu¨¦s.
Con las garant¨ªas y dificultades de nuestra justicia, poder denunciar es un privilegio y tambi¨¦n un proceso molesto y lento que puede tener el peligro de inflamar la ira del adversario o de dificultar un nuevo camino o comienzo; como ocurre cuando la violencia tiene lugar en el trabajo, que es de la que menos noticia solemos tener. Hay casos que pueden llegar a ser terriblemente crueles e injustos y de los que nos enteramos como un secreto del amigo del amigo del amigo maltratado; casos que tampoco podremos verificar ni probablemente ser¨¢n denunciados por miedo a que resulte in¨²til o a quedar se?alado como persona conflictiva, en cuyo caso al denunciante le ser¨ªa dif¨ªcil encontrar otro trabajo. Desde luego, inflamar la ira y dar lugar a un asesinato es peor, pero, afortunadamente, pertenecemos a esa peque?a parte del mundo en la que podemos poner una denuncia contra la violencia.
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