El viento del Sur evita por el momento que una enorme mancha de fuel invada las R¨ªas Bajas

Una larga serpiente negra de 18 millas de largo y seis de ancho amenaza con entrar en las R¨ªas Bajas. Ayer, a los marineros gallegos no les qued¨® m¨¢s remedio que esperarla, ya que el oleaje y el fuerte viento impidieron a pescadores, mariscadores y mejilloneros lanzarse a la mar con sus peque?as embarcaciones como vienen haciendo desde el 3 de diciembre. El hecho de que el viento del Suroeste rolase a Sur por la tarde impidi¨® provisionalmente el desastre ecol¨®gico y econ¨®mico que supondr¨ªa la entrada del fuel en la mayor reserva de marisco de Europa. Sin embargo, el peligro permanece latente.

El ministro de Fomento, Francisco ?lvarez-Cascos, que visit¨® ayer A Coru?a, anunci¨® que la mancha principal se encuentra a unas 28 millas de cabo Silleiro, junto a la bocana de la r¨ªa de Vigo. Pero los marineros de Baiona encontraron manchas m¨¢s pr¨®ximas a la costa, a s¨®lo tres millas de Santa Mar¨ªa de Oia (Pontevedra).

Los pescadores de esa cofrad¨ªa fueron los ¨²nicos que osaron enfrentarse a la fuerte marejada reinante en la zona originada por los vientos de fuerza 4 a 6 (hasta 50 kil¨®metros hora) que hoy tender¨¢n a arreciar. Jug¨¢ndose sus galeones -barcos de unos 15 metros dotados de gr¨²as para sacar el mejill¨®n de las bateas- extrajeron del mar unas 40 toneladas del chapapote que encontraron en esa zona. En Cangas del Morrazo, los pescadores optaron por cerrar la lonja y dejar la limpieza de fuel para los voluntarios. Los marineros de esa cofrad¨ªa pudieron descansar por primera vez desde que el 3 de diciembre comenzaran a enfrentarse al fuel.

En el resto de las r¨ªas pudo m¨¢s la mala mar, con lo que las peque?as embarcaciones de cuatro o cinco metros son incapaces de recoger con eficacia el petr¨®leo. En O Grove (r¨ªa de Arosa) los barcos s¨®lo salieron para comprobar si aparec¨ªan nuevas manchas, pero al ver que no, sus patrones los condujeron a puerto. En tierra, unos 240 voluntarios censados y otros muchos que lo hicieron por libre trabajaron durante todo el d¨ªa en las playas de la zona.

Enfrente, en el puerto de Agui?o, siete barcos inspeccionaron a primera hora la bocana norte de la r¨ªa de Pontevedra sin encontrar ninguna mancha. Los marineros, asustados por las predicciones sobre la evoluci¨®n de la mancha, decidieron marchar a las playas junto con los voluntarios, ya que en el mar no hab¨ªa nada que hacer, seg¨²n el vicepatr¨®n de la cofrad¨ªa de marineros, Jos¨¦ Romero.

Tampoco se pudo sacar fuel de la r¨ªa de Pontevedra. Del puerto pesquero de Bueu, situado en el margen izquierdo de la r¨ªa, s¨®lo parti¨® un barco, seg¨²n el patr¨®n mayor de su cofrad¨ªa, Jos¨¦ Manuel Rosas, y lo hizo para trasladar a unos 50 voluntarios a la isla de Ons (parque nacional de las Islas Atl¨¢nticas). El resto permaneci¨® en el puerto, junto a los diques, donde tejieron barreras de malla de unos 100 metros a las ¨®rdenes de las redeiras.

Seg¨²n el Instituto Hidrogr¨¢fico portugu¨¦s, diversas manchas de chapapote se acercaron a menos de 10 kil¨®metros de la localidad fronteriza de Caminha, pero su director, Augusto Ezequiel, asegur¨® anoche que ya estaban en aguas espa?olas y que las previsiones para las pr¨®ximas 48 horas eran favorables a Portugal, ya que ese fuel se dirige hacia el norte impulsado por el viento del Sur, lo que podr¨ªa empeorar la situaci¨®n en la costa cercana a las R¨ªas Bajas.

En la zona del hundimiento, el petrolero sigue expulsando fuel. Seg¨²n el Gobierno, las manchas de la zona son dos: una de unos 200 por 65 metros y otra de unos 150 por 50. El batiscafo Nautile baj¨® de nuevo ayer hasta los 3.600 metros de profundidad donde se encuentran los restos del Prestige.

En el Cant¨¢brico se detect¨® tambi¨¦n una mancha bastante espesa a s¨®lo tres millas de Llanes (Asturias), informa Javier Cuartas. Seg¨²n anunci¨® el Gobierno, mide unas dos millas de largo por 10 metros de ancho. El dispositivo anticontaminaci¨®n extrajo unas 20 toneladas de fuel frente a Suances y el Gobierno aut¨®nomo vasco prev¨¦ que en dos d¨ªas las manchas lleguen a Euskadi.