Comicidad involuntaria

Hay ocasiones en que, aun a despecho de lo que haya decidido su m¨¢ximo art¨ªfice, una pel¨ªcula toma sus propios derroteros, llega al p¨²blico con sus propias armas, provoca exactamente lo contrario de las expectativas deseadas. Es el caso: pel¨ªcula de terror con un s¨®lido plantel de actores con recursos, ambientada en parajes y, sobre todo, en un hotel al que hace referencia el t¨ªtulo, entre inquietante y sorprendente, el car¨¢cter incre¨ªble de los acontecimientos que propone, los agujeros de sentido de su gui¨®n, la inanidad de sus di¨¢logos terminan provocando no la inquietud buscada, sino el desopilante humor involuntario.

A?¨¢dase a la lista una resoluci¨®n no ya pat¨¦tica sino ideol¨®gicamente abominable, y se tendr¨¢ el panorama completo de una pel¨ªcula que desperdicia sus puntos fuertes y sucumbe ante sus debilidades. Parece claro que sus responsables apuntan hacia el fil¨®n m¨¢s rentable del cine espa?ol reciente destinado a plateas j¨®venes, el del terror hecho de prisa y corriendo, pero cuidado, que con pel¨ªculas de este tenor pronto terminar¨¢n asesinando a la gallina de los huevos de oro.