El airoso g¨®tico del p¨¢ramo
Esbeltas iglesias despuntan en las llanuras burgalesas
De repente el paisaje parece desplomarse y el horizonte se hace todav¨ªa m¨¢s ancho. ?sta es la sensaci¨®n que se tiene cuando se acaban los p¨¢ramos de Burgos, la carretera desciende y se abren las vegas que llegan al Pisuerga y la Tierra de Campos palentina. Estas tierras altas, de clima extremo y caminos rectos (muchos todav¨ªa flanqueados por hileras de chopos nudosos con su faja de pintura blanca), guardan una memoria hist¨®rica y una riqueza art¨ªstica extraordinarias. Al pie del p¨¢ramo, entre los modestos r¨ªos Odra y Brull¨¦s (que unen sus aguas cerca de Villasandino), hay una serie de construcciones g¨®ticas en las que se puede seguir la evoluci¨®n del estilo desde sus primeros ejemplos en la Castilla rural hasta su esplendorosa despedida en el siglo XVI. A menudo son obras gallardas que se alzan en mitad de pueblos humildes, cuyo caser¨ªo tiene m¨¢s adobe que piedra. Sus orgullosos templos ofrecen al paisaje lo que les niega la geograf¨ªa: una estampa airosa que los singulariza en la llanura, un perfil capaz de enfrentarse con las cercanas alturas de los p¨¢ramos y sus pe?as. Son un ejemplo de la fe militante y del orgullo municipal de ¨¦pocas pasadas, y tambi¨¦n de su capacidad de sacrificio: a veces, las pestes o las hambrunas eran el acicate para levantar iglesias o retablos hechos a la medida del dolor, la devoci¨®n o la vanidad de los pueblos, y no siempre a la de su riqueza. Hoy permanecen como testimonios arquitect¨®nicos de una voluntad desproporcionada, dir¨ªamos que unamuniana, de encararse con Dios. Este esp¨ªritu es m¨¢s evidente ahora, en invierno, cuando el paisaje se vuelve solemne y casi ¨¦pico, y el terrazgo tiene m¨¢s aspecto de campo de batalla que de labor.
El poder del reino y la fe
La guerra fue durante mucho tiempo una experiencia cotidiana en estos pagos y de alg¨²n modo fue lo que conform¨® su esp¨ªritu como naci¨®n. En el siglo IX, Castilla era un condado remoto que se?alaba el conf¨ªn del reino asturiano y seguramente (como Roma en sus or¨ªgenes) fue refugio de aventureros y proscritos de toda laya. Estos hombres forjar¨¢n en la frontera un reino que, en uni¨®n con el de Le¨®n, llegar¨¢ a ser el m¨¢s poderoso de la Pen¨ªnsula. El siglo XIII fue uno de sus momentos de esplendor: Alfonso VIII hab¨ªa ganado el paso de Despe?aperros y Fernando III conquistaba Sevilla. Dos grandes obras vinculadas con ambos monarcas, el monasterio cisterciense de las Huelgas y la catedral burgalesa, se convirtieron en la expresi¨®n pl¨¢stica del poder triunfal del reino y de la fe cristiana, y tambi¨¦n de la eficacia de su econom¨ªa de guerra y feudal. Los pueblos de Sasam¨®n y Grijalba levantaron sus parroquias muy poco despu¨¦s, emulando las hechuras de ambos y su empaque. Para ello no dudaron en derribar las iglesias anteriores, que hab¨ªan de ser notables (el nombre de Grijalba dicen que procede de Ecclesia Alba, y Sasam¨®n hab¨ªa sido sede episcopal en el siglo XI: quiz¨¢ por ello en su hastial sur imitaron la portada del Sarmental, que en la catedral de Burgos exalta el poder de su obispo). Sus nuevos templos debieron parecerles magn¨ªficos: eran grandes f¨¢bricas de piedra de tres naves, la central m¨¢s elevada, con pronunciados cruceros en planta y alzado, en los que se mezclaban elementos cistercienses (en los soportes o en la severa decoraci¨®n de las portadas) con otros del g¨®tico m¨¢s avanzado. Durante tres siglos, ninguna iglesia de sus alrededores tuvo su grandiosidad, aunque la del cercano Villamor¨®n (la primera del g¨®tico burgal¨¦s) s¨ª las aventajase en elegancia, encanto y belleza. Los tres templos son padres (o hermanos, junto con otras edificaciones de la ¨¦poca, como las iglesias de Villalc¨¢zar de Sirga o la de Alcocer) de las llamadas iglesias fernandinas que en el siglo XIII se construyeron en los territorios reci¨¦n conquistados de Andaluc¨ªa.
Despu¨¦s del esplendor, la ruina. Hoy Villamor¨®n es un despoblado, y su humilde iglesia no s¨®lo permanece cerrada y vac¨ªa, sino que cualquier d¨ªa puede doblar las rodillas y desaparecer del todo, tal es la incuria en la que se encuentra. Santa Mar¨ªa de los Reyes de Grijalba se salv¨® de este destino gracias a su restauraci¨®n en 1988. Adem¨¢s de su noble arquitectura, conserva una hermosa talla g¨®tica de santa Ana con la Virgen y el Ni?o, su retablo mayor barroco, la pila bautismal rom¨¢nica y unas preciosas vidrieras. Sasam¨®n guarda una peque?a parte de la riqueza que posey¨®: su iglesia fue cuartel y polvor¨ªn de los franceses durante la guerra de la Independencia, el claustro sirvi¨® de pared¨®n para los fusilamientos, y la sacrist¨ªa, de burdel. El saqueo del ej¨¦rcito invasor y la rapi?a de los guerrilleros nacionales hicieron saca de sus tesoros; el pueblo ardi¨® por los cuatro costados y la nave principal de la iglesia se hundi¨® desde el crucero hasta los pies. Todo ello se fue reconstruyendo como mejor se pudo y, aunque todav¨ªa es un edificio herido, la parroquia conserva su estampa aguerrida y mil bellezas que hacen imprescindible la visita al pueblo: sus portadas y esculturas, ricas en iconograf¨ªa musical; el hermoso claustro, el retablo de Santiago de Felipe Bigarny, el San Miguel de Diego de Siloe, su pila y p¨²lpito g¨®ticos, las andas del Sant¨ªsimo renacentistas, los tapices, el crucero historiado de la ermita de San Isidro...
Ricas tracer¨ªas en las b¨®vedas
El arte g¨®tico posterior lo encontraremos representado en las interesantes iglesias de Villegas o Yudego (que posee un extraordinario retablo de Sim¨®n de Bueras), pero la gran arquitectura no brillar¨¢ de nuevo hasta el siglo XVI. Entonces se levantan muchos templos en la comarca que recuperan la altivez del XIII: Melgar de Fernamental, Olmillos de Sasam¨®n, Villasilos... Se impondr¨¢n las llamadas plantas de sal¨®n, con las tres naves edificadas a la misma altura y ricas tracer¨ªas en las b¨®vedas que crean espacios casi m¨¢gicos por su fantas¨ªa. De todas las iglesias que podr¨ªamos visitar, nos detendremos en dos excepcionales: la de la Asunci¨®n de Villasandino y la de la Inmaculada de Villaveta.
Villasandino fue famosa por dar apellido al trovador Alfonso ?lvarez. Seguramente no hubo un poeta m¨¢s querido en el cambio de siglo entre el XIV y el XV, aunque los cr¨ªticos posteriores hayan despreciado su ingenio y su obra. ?l apenas par¨® en su pueblo y, desde luego, no conoci¨® las dos grandes iglesias que se alzan en ¨¦l, aunque s¨ª el puente g¨®tico con el que el obispo don Mauricio cobraba los impuestos por la entrada de mercanc¨ªas en la villa. La iglesia de la Asunci¨®n parece dise?ada por un arquitecto cubista, tan secas y rotundas son sus formas exteriores. Dentro se metamorfosea en un espacio suntuoso, lleno de primor, que Rodrigo Gil de Honta?¨®n supera en la cercana iglesia de Villaveta, quiz¨¢ el mejor templo del XVI burgal¨¦s por la originalidad de su planta (una s¨ªntesis de la central y la de sal¨®n), su elegancia y la riqueza decorativa de sus nervaduras. Adem¨¢s posee un soberbio sagrario del siglo XVII tallado por Gregorio Fern¨¢ndez.
Ahora podemos perdernos por cualquier camino. Estamos muy cerca del de Santiago y de Castrojeriz; m¨¢s all¨¢ nos esperan Fr¨®mista y Villalc¨¢zar de Sirga. Hacia el sur, Los Balbases o Santa Mar¨ªa del Campo. La belleza no da tregua al viajero sensible.
GU?A PR?CTICA
C¨®mo llegar
- Villasandino est¨¢ junto a la carretera nacional 120 (Logro?o-Vigo), a 38 kil¨®metros de Burgos. Todos los pueblos citados se encuentran a menos de 20 kil¨®metros de Villasandino.
D¨®nde comer
- Gloria (947 37 00 59). Arco, 1. Sasam¨®n. Men¨² del d¨ªa, 7,20 euros.
- La Cueva de Mayla (947 36 00 42). Mayor, 11. Villadiego. Men¨², 8 euros.
- Linares (947 45 00 22). Rodr¨ªguez de Valc¨¢rcel, s/n. Villanueva de Arga?o. Men¨², 7,20 euros.
D¨®nde dormir
- Las Postas de Arga?o (947 45 01 56). N-120, kil¨®metro 137. Villanueva de Arga?o. Habitaci¨®n doble, 45 euros.
- El Castillo (947 37 00 44). N-120, km 143. Olmillos de Sasam¨®n. La doble, 36 euros en el hostal y 44 en el hotel.
- La Posada (947 37 86 10). Castrojeriz. Casa rural. La doble, 50 euros.
Gastronom¨ªa
Son afamados los quesos de leche de oveja de Villasilos y de Sasam¨®n.
Visitas
- Sasam¨®n. Es la ¨²nica iglesia que tiene organizadas las visitas todo el a?o. Sus vecinos llevan mucho tiempo comprometidos con la recuperaci¨®n de su patrimonio y se muestran orgullosos de ense?arlo al forastero. Horario: todos los d¨ªas, de 11.00 a 14.00 y de 16.00 a 18.00. Entrada: 1,25.
- Villasandino y Grijalba. En verano cuentan con personal de gu¨ªa. El resto del a?o hay que concertar la visita con los sacristanes o vecinos voluntarios del lugar, que atienden con gran amabilidad al viajero y le acompa?an gustosos. (Villasandino: 947 37 03 15; Grijalba: 947 37 50 65).
- Resto de los templos. La forma m¨¢s segura de encontrarlos abiertos es acercarse a la misa dominical, que en invierno tiene este horario: Yudego, 11.00; Villaveta, 11.45; Olmillos de Sasam¨®n, 11.45; Villasilos, 12.15; Villegas, 12.30. Villamor¨®n (sin culto) depende de la parroquia de Villegas (a un kil¨®metro).
Informaci¨®n
- Oficina de turismo de Sasam¨®n (947 37 00 12). Bajos del Ayuntamiento.
- Grijalba: www.lanzadera.com/grijalba.
- Patronato de Turismo de la provincia de Burgos: www.patroturisbur.es.
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