A?o nuevo, viejos problemas
Cada vez que comienza un nuevo a?o (y ahora estamos estrenando este 2003 que se nos ha venido encima entre chapapote, anuncios de huelgas y olas de fr¨ªo), uno tiene la esperanza de que el a?o viejo se lleve consigo todo lo que nos result¨® triste, desagradable, inc¨®modo..., y que el a?o naciente venga cargado con sus propios problemas nuevos.
Sin embargo, el a?o nuevo comienza con los mismos viejos problemas que nos depar¨® el 2002. Casi sin respetar la tregua navide?a, nuestros pol¨ªticos vuelven a la carga con los mismos asuntos que ya tuvimos que soportar el a?o pasado. No es que yo pretenda que el cambio de a?o signifique un borr¨®n y cuenta nueva que deje los problemas sin resolver, para plantear otros nuevos que, vista la capacidad resolutiva que tienen nuestros representantes, vuelvan a quedar sin resolver. Es que me estoy quejando de que nuestros gobernantes sean incapaces de resolver un problema en el plazo (que a m¨ª se me antoja suficientemente amplio) de doce meses. Si estuviesen en la empresa privada, en la que el balance de p¨¦rdidas y ganancias depende mucho de la diligencia con que los dirigentes afronten y resuelvan los problemas, ya habr¨ªan sido despedidos hace tiempo la mayor¨ªa de nuestros pol¨ªticos.
Es cierto y no ser¨¦ yo quien lo niegue, que hay problemas cuya soluci¨®n tarda meses en llegar, porque los procesos burocr¨¢ticos son lentos (las cosas de palacio van despacio), o simplemente porque las cosas son as¨ª. Pero hay otros casos en que la tardanza en resolver los problemas s¨®lo puede atribuirse a la incapacidad de los dirigentes para ponerse de acuerdo, o lo que es peor, a la mala intenci¨®n de dejar sin resolver los problemas porque eso les beneficia pol¨ªticamente o porque perjudica pol¨ªticamente al adversario, que viene a ser lo mismo. ?sta es la actitud que est¨¢n manteniendo el PSOE-A y la Junta de Andaluc¨ªa, no le demos m¨¢s vueltas. Y si eso se hiciese con los asuntos privados entre ellos, all¨¢ cada cual se las componga; pero la gravedad del problema est¨¢ en que los perjudicados por esos tejemanejes de pol¨ªtica rastrera somos todos los andaluces, y eso duele. S¨¦ que debo ser como la voz que clama en el desierto, y que nadie har¨¢ caso de lo que digo... pero siempre queda el derecho al pataleo.
Viene todo esto a cuento de que siguen coleando algunos problemas viejos, entre los que destaca el tema de la reforma del sistema de protecci¨®n social agraria como consecuencia del mal llamado "decretazo". Recordar¨¢n que el Gobierno de la naci¨®n plante¨® la pasada primavera la conveniencia de abordar una reforma en profundidad de diversos aspectos del mercado laboral, de algunos lastres necesarios de otras ¨¦pocas, que sin embargo estaban (y est¨¢n) dificultando el crecimiento econ¨®mico y social de Espa?a. Y entre ellos, en lo que m¨¢s nos afecta, propon¨ªa una reforma en profundidad del sistema de subsidios, concretamente, del subsidio agrario.
No ser¨¦ yo, a estas alturas, quien niegue la importancia que el sistema de protecci¨®n social agraria (sistema que, para los flacos de memoria, fue creado por la UCD, continuado por el PSOE y mejorado por el PP), ha tenido para Andaluc¨ªa. Posiblemente, sin los fondos que tanto por la v¨ªa del PER como del subsidio agrario han venido a nuestra tierra durante todos estos a?os, no hubiera sido posible el gran desarrollo que durante la democracia hemos tenido. Otra cosa es que no haya sido suficiente, porque seguimos siendo la ¨²ltima Comunidad Aut¨®noma de Espa?a en todos los indicadores econ¨®micos, de empleo, de bienestar social y de generaci¨®n de riqueza. Pero ese es otro tema.
No creo que debamos seguir discutiendo sobre si ha sido bueno o no el sistema; ha sido, y punto. Lo que se plantea ahora es si debemos mantener un sistema pasivo de subsidio, o pasar ya a un sistema activo de formaci¨®n e incentivos al empleo; es decir, si seguimos pagando por no trabajar, o condicionamos el pago del subsidio a la b¨²squeda de empleo y formaci¨®n. Y yo creo que s¨®lo los demagogos preocupados por los votos y no por el progreso real de Andaluc¨ªa pueden seguir defendiendo un sistema que consiste en pagar por no trabajar. All¨¢ por el mes de mayo, desde esta misma tribuna, demostr¨¢bamos con datos oficiales que el PER (Plan de Empleo Rural), habiendo sido uno de los elementos de supervivencia del campo andaluz, sin embargo hab¨ªa tenido la consecuencia perversa de incrementar el n¨²mero de desempleados en Andaluc¨ªa. Vamos a ver, si a usted le ofrecen un sueldo por no trabajar, ?se va a poner a buscar trabajo?
Y ya entonces dec¨ªamos, y hoy tenemos que repetir porque los problemas siguen siendo los mismos en 2003 que en 2002, que ya va siendo hora de que se cambie el sistema, y se subvencione a quien realmente no tenga posibilidad de encontrar un empleo, siempre que demuestre estar haciendo lo necesario para encontrarlo (formaci¨®n, b¨²squeda activa, etc¨¦tera). Por tanto, bienvenida sea la reforma.
Si todos (Gobierno de la Naci¨®n, sindicatos y Gobierno auton¨®mico) ponen de su parte buena voluntad y di¨¢logo sin l¨ªmites, la soluci¨®n es posible. S¨®lo hay que dejarse de demagogias, de gestos teatrales y de politiquer¨ªa barata...
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