El chapapote llega a la Alhambra
Un grupo de gallegos crea en Granada su propia plataforma Nunca M¨¢is para suscitar la solidaridad por el vertido
La Alhambra no tiene costas pero el mar que trae consigo el chapapote y lo deposita como la se?al visible de un desastre y como prueba de la incuria de ciertos pol¨ªticos no necesita playas para sumar destinos. En Granada ha bastado el tes¨®n de un pu?ado de gallegos residentes que, a mediados de noviembre, decidieron mostrar las proporciones de la cat¨¢strofe y buscar la solidaridad y la ayuda de los granadinos para que las bolas de fuel contaminen simb¨®licamente la ciudad. "Hemos visto a la gente llorar cuando les explic¨¢bamos que estuvimos recogiendo chapapote. Porque el mar no es nuestro, es un solo mar y es de todos", sostiene Luis Manuel Juiz, un funcionario que desde hace cuatro meses est¨¢ destinado en el Instituto Nacional de Estad¨ªstica.
"Ser¨¢ una lucha duradera", precisa Juiz y luego enumera las inc¨®gnitas a¨²n por despejar: "Queremos saber qui¨¦n dio las ¨®rdenes de alejar el barco, por qu¨¦ se encomend¨® el salvamento a una empresa privada o por qu¨¦ no se siguieron las normas que el propio Gobierno dio en 2001", dice.
Juiz naci¨® hace 39 a?os en El Ferrol y arrastra una vida laboral agitada. Fue radiotelegrafista de la Armada ocho a?os. Luego, durante m¨¢s de una d¨¦cada, jefe de comunicaci¨®n de la Embajada de Espa?a en Tr¨ªpoli y, por fin, parece que se ha remansado en una oficina de Granada dedicada a la estad¨ªstica. Cuando se traslad¨® a su nuevo destino, hace cuatro meses, tom¨® contacto con la colonia gallega y surgi¨® la posibilidad de reabrir la Casa de Galicia, desajustada desde la muerte de su ¨²ltimo presidente.
En eso estaban cuando se parti¨® el Prestige y la Casa de Galicia se convirti¨® en Nunca M¨¢is de Granada. Juiz encontr¨® la ayuda de otros gallegos, m¨¢s de los que hab¨ªa imaginado. A su lado aparecieron personas como Ram¨®n Rodr¨ªguez y David Monteagudo, un estudiante de El Ferrol de 24 a?os que hace tres lleg¨® a Granada con el prop¨®sito de culminar la carrera de Teolog¨ªa, aunque secretamente vino a cumplir un destino diferente; encontrarse con la mujer de su vida y cambiar los libros de teolog¨ªa por los de magisterio.
"Ahora somos una especie de Manuel Fraga llamando a los gaiteros", dice entre risas Luis Manuel Juiz. La plataforma abri¨® una direcci¨®n propia de correo electr¨®nico (nuncamaisgranada@yahoo.es), pidi¨® ayuda a varias empresas gallegas radicadas en la capital granadina, se present¨® ante todos los ayuntamientos de la provincia y convoc¨® las primeras actividades: recogidas de firmas, reparto de banderas y carteles, venta de productos gallegos y degustaciones.
Nunca M¨¢is de Granada no tiene sede. Las reuniones se celebran principalmente en un restaurante, El Fog¨®n Gallego, donde el pr¨®ximo s¨¢bado, a medianoche, van a preparar una queimada. Tambi¨¦n colaboran asiduamente otro establecimiento de hosteler¨ªa, El Caladero, y Distribuciones Rodr¨ªguez, una firma que comercializa vinos y alimentos gallegos.
"Queremos hacer camisetas y organizar m¨¢s actividades. No queremos que esto se olvide. Va a ser una lucha larga. Ayer vi en televisi¨®n que el temporal hab¨ªa arrastrado de nuevo el chapapote a Muxia y que ha dejado todo tan manchado como estaba", explica desolado.
"El pueblo gallego est¨¢ completamente indignado. Los afectados somos todos, desde el primero al ¨²ltimo. Las ayudas est¨¢n concedidas pero hasta las pr¨®ximas elecciones auton¨®micas, como si fueran un examen para comprobar c¨®mo se comportan los gallegos", agrega Luis Manuel Juiz.
La respuesta de los granadinos ha sido satisfactoria, aunque de todos los ayuntamientos por ahora s¨®lo han acusado recibo del manifiesto el de Granada y el de Almu?¨¦car. Pero Juiz y sus amigos no se desaniman. "?Sabes c¨®mo se dice en andaluz Nunca M¨¢is? Me lo dijo el otro d¨ªa un granadino. Se dice as¨ª: Ya Est¨¢ Bien, Cojones".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.