El servicio de vigilancia electr¨®nica de Fuerteventura, bajo m¨ªnimos
El Ministerio del Interior anunci¨® en septiembre de 2002 que desplazar¨ªa a Fuerteventura a 25 miembros de los Grupos Rurales de Seguridad (GRS), pertenecientes a la Guardia Civil, para reforzar el Sistema Integral de Vigilancia Exterior (SIVE) que acababa de entrar en funcionamiento en la isla. Los agentes llegaron a Fuerteventura, estuvieron unas semanas y se fueron. Hoy no queda ninguno.
En Fuerteventura, el SIVE est¨¢ en manos de 17 guardias civiles a las ¨®rdenes de un sargento. En teor¨ªa. La realidad es que s¨®lo trabajan 10: cuatro, entre ellos el sargento, se hallan de baja psicol¨®gica, y otros tres est¨¢n de permiso, seg¨²n fuentes del instituto armado.
Para detectar las pateras que llegan a la isla, los guardias disponen de una furgoneta con radar y c¨¢mara t¨¦rmica. El problema es que el conductor debe poseer un carn¨¦ del tipo C-1 (para veh¨ªculos hasta de 7.500 kilos). S¨®lo tres de los 17 agentes lo tienen, y hace tres meses dos de ellos estaban de baja. De modo que, en cuanto terminaba su turno, el ¨²nico guardia que pod¨ªa conducirla la dejaba en Gran Tarajal (el punto al que llegan la mayor¨ªa de las embarcaciones) y se iba a su casa. Otros dos guardias se quedaban dentro del veh¨ªculo, espiando el mar. En ocasiones, la furgoneta se ha quedado aparcada por falta de personal.
Cuando se produce una llegada masiva de inmigrantes, los guardias encargados del SIVE se ven obligados a pedir ayuda a sus compa?eros de los cuartelillos de Corralejo, Puerto del Rosario y Gran Tarajal, con lo que la seguridad en el interior de la isla, de la que est¨¢n encargados, queda desasistida, seg¨²n aseguran ellos mismos.
"La seguridad ciudadana se ha resentido", confirma el alcalde de Puerto del Rosario, Manuel Travieso, de Coalici¨®n Canaria. "S¨®lo el esfuerzo de la polic¨ªa local evita que se disparen los ¨ªndices de delincuencia".
"Son necesarias m¨¢s medidas de control", subraya el presidente de la Federaci¨®n Insular de Asociaciones de Vecinos, Juan ?ngel Hern¨¢ndez. "El hecho cierto es que la inmigraci¨®n es un fen¨®meno que s¨®lo est¨¢ empezando. Por nuestra cercan¨ªa al continente africano, estamos condenados a soportar un flujo cada vez mayor de embarcaciones".
M¨¢s cr¨ªtico se muestra el presidente del Cabildo insular, Jos¨¦ Juan Herrera Velasco, de Coalici¨®n Canaria: "Los efectivos del SIVE son insuficientes, y eso provoca que el n¨²mero de retenidos en la isla sea cada vez mayor". Herrera asegura que ha informado de la situaci¨®n al presidente del Gobierno aut¨®nomo, Rom¨¢n Rodr¨ªguez, para que exponga el problema al ministro del Interior, ?ngel Acebes,. El ministro tiene previsto visitar la isla el mes pr¨®ximo.
"La inseguridad es manifiesta", afirma el presidente del Cabildo, "porque las fuerzas de seguridad est¨¢n absorbidas por la inmigraci¨®n. Los efectivos son escasos no s¨®lo en seguridad, sino tambi¨¦n en atenci¨®n sanitaria y social".
Algunos guardias destinados en la isla dicen estar molestos con el Ministerio del Interior. Seg¨²n ellos, la Direcci¨®n General de la Guardia Civil se ha volcado para apoyar los dispositivos de control de la inmigraci¨®n irregular en Algeciras y en Ceuta, y ha dejado Canarias abandonada. En Fuerteventura los vecinos les dan la raz¨®n.
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