Canto de una reforma electoral
"Todas las verdades aguardan en todas las cosas", dicen que dijo el poeta Walt Whitman. Y cuentan que sigui¨® diciendo que "ni la l¨®gica ni los sermones convencen. / La humedad de la noche me penetra con m¨¢s intensidad". Como el rigor del fr¨ªo que nos aguarda cada invierno, y nos penetra. Y como sus nieves y lluvias nos arrastran hacia lo extraordinario por mucho que queramos darles la espalda. Carreteras y puertos de monta?a cortados, naves industriales inundadas, colegios cerrados y ni?os en las casas. Como ocurri¨® el otro y el otro invierno. El invierno contiene su verdad. Otra cosa son los sermones.
Desde que fue nombrado presidente del Araba Buru Batzar, I?aki Gerenabarrena se ha especializado en los sermones, sin percibir que la verdad est¨¢ en las cosas. En la prensa del domingo aparec¨ªa una larga homil¨ªa en forma de declaraciones del burukide alav¨¦s. Tras ciertas digresiones sobre territorialidad y tradici¨®n, mandaba a "primero de EGB" a Ram¨®n Rabanera y Mariano Rajoy, y a todo el que se interpusiera en el prof¨¦tico camino de Ibarretxe y su plan. Se hubiera ahorrado tanta palabra con decir que todo eso que ahora tanto le gusta, la reforma del sistema de elecci¨®n de las Juntas Generales de ?lava, lo promover¨¢ despu¨¦s de mayo y con un amplio consenso. Porque, si no, no convence. No hay verdad en su retah¨ªla de palabras. Ahora apela al Estatuto, ma?ana estar¨¢ superado y, probablemente, lo acabaremos echando de menos, como dijo Xabier Arzalluz del lehendakadi Ardanza.
Lo cierto y verdad es que las elecciones forman parte del paquete constituyente en toda democracia seria, y que no se pueden cambiar las reglas de juego cinco minutos antes de jugar una final. ?Se imaginan la que se hubiera organizado el pasado domingo en La Catedral si el s¨¢bado la Real hubiera impuesto a la LFP la supresi¨®n del fuera de juego para que Nihat y Kovacevic tuvieran mayor movilidad en el ataque durante el derby? Pero estamos entrando en temas demasiado profundos; volvamos a la pol¨ªtica.
La ¨²nica verdad que contiene la iniciativa del PNV y EA es la voluntad de desplazar al PP del Gobierno foral de ?lava. Y a Gerenabarrena le ha tocado jugar el papel de predicador (un poco tosco y lenguaraz, para decirlo todo) de la buena nueva de la Cuadrilla. Lo cierto es que, ni a¨²n as¨ª (lo explicaba convincentemente Kepa Aulestia estos d¨ªas), ni a¨²n as¨ª, quitar¨¢n el Gobierno de ?lava al PP, paso que es imprescindible para ir fraguando el plan Ibarretxe (tras apartar a Sudupe en Guip¨²zcoa y a Bergara en Vizcaya, gente demasiado pr¨¢ctica).
Vayamos, como gusta Gerenabarrena, a "primero de EGB" de democracia. Tema primero, apartado uno: toda elecci¨®n debe celebrarse en libertad. Y por asumir ese principio con riesgo de su vida, el sobrin¨ªsimo se ensa?¨® con Emilio Guevara, lo recordar¨¢n. Seguimos en el tema primero. Hemos visto modalidades electorales variad¨ªsimas. Y, en efecto, el principio de territorialidad o el de tradici¨®n han funcionado. No siempre conjuntamente, porque el que debe prevalecer es el de igualdad entre votantes. Estados Unidos corrigi¨® su sistema electoral en su fundaci¨®n para que estados como Virginia tuvieran una representaci¨®n adecuada: cada tres negros computaban un voto, aunque no tuvieran derecho a votar. Alemania gust¨® siempre de respetar cierta tradici¨®n. Pero siempre, absolutamente siempre, se logr¨® tras un consenso al margen del juego partidario. Nunca fue una peque?a trampa de trilero para ganar unas elecciones.
Las verdades nos aguardan en las cosas. Si el PNV y EA posponen este debate hasta despu¨¦s de las municipales y buscan el consenso generalizado, sus razones nos empapar¨¢n como la humedad de la noche. Si no, ser¨¢ lo que es: un juego brib¨®n.
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