Un buen b¨²nker para el dinero
Los expertos ven dif¨ªcil que ahora se repita la mejor¨ªa que se conoci¨® tras la guerra del Golfo
D¨ªa a d¨ªa los mercados financieros sufren las consecuencias del ambiente preb¨¦lico. Bolsas en p¨¦rdidas, petr¨®leo en m¨¢ximos, deuda con tipos m¨ªnimos y un euro fuerte. La inminencia de la guerra entre Estados Unidos e Irak obliga a preparar estrategias. Pero la situaci¨®n se antoja distinta para los expertos que ven muy dif¨ªcil que se repita el buen comportamiento de los mercados tras la guerra del Golfo. Ahora, la econom¨ªa est¨¢ tocada.
La deuda es ahora un refugio muy peligroso con tipos en m¨ªnimos por la entrada masiva de dinero y unos d¨¦ficit p¨²blicos crecientes
Lamentablemente no existen varitas m¨¢gicas ni bolas adivinatorias que permitan prever cu¨¢ndo ser¨¢ el conflicto entre Estados Unidos e Irak y las consecuencias que pueda tener en el mundo de la inversi¨®n. La aproximaci¨®n que realizan los expertos sobre el devenir del dinero busca todas sus referencias en la guerra del Golfo de hace una d¨¦cada. Hay numerosos elementos en com¨²n que pueden conseguir que se repita la historia (ganancias en todos los mercados tras el conflicto), aunque tambi¨¦n no son pocos los factores que impiden un claro paralelismo con lo acontecido entre agosto de 1990 y abril de 1991.
S¨ª se conocen las consecuencias que d¨ªa a d¨ªa est¨¢ teniendo el ambiente preb¨¦lico de continuas acusaciones que van marcando la marcha de los mercados. El ambiente de guerra ha colocado a las bolsas en p¨¦rdidas, algunas tan abultadas como la del mercado alem¨¢n que superan el 11% despu¨¦s de un inicio de ejercicio con voluntad de ganancias. El petr¨®leo marca m¨¢ximos en los dos ¨²ltimos a?os con un precio cercano a los 33 d¨®lares por barril en el mercado londinense.
Ahora, el novedoso euro atrae a los inversores que huyen del d¨®lar, como lo evidencia la revalorizaci¨®n de la moneda europea en los ¨²ltimos meses. Tambi¨¦n los mercados de deuda y de bonos empresariales se han visto favorecidos por el ambiente de conflicto b¨¦lico. El dinero entra en busca de refugio y provoca subida de los precios y ca¨ªdas de las rentabilidades. El pasado mi¨¦rcoles, el bono espa?ol a 10 a?os se colocaba en valores m¨ªnimos de los ¨²ltimos a?os, con una rentabilidad ligeramente por encima del 4%.
As¨ª, ya hay ganadores y perdedores de la tensi¨®n b¨¦lica. Los accionistas acumulan importantes minusval¨ªas, mientras que los bonistas siguen sacando ganancias de un pozo que ya se presum¨ªa seco. En tanto, el alza del petr¨®leo amenaza los precios y la recuperaci¨®n de las econom¨ªas y favorece a las petroleras con mayor actividad extractora.
Los analistas ya preparan estrategias de inversi¨®n si comienza una guerra entre Estados Unidos e Irak. Una guerra que se producir¨ªa 12 a?os despu¨¦s de la del Golfo, y es en este conflicto en el que se fijan para adivinar el futuro y aprovechar tan nefasta realidad.
Rememorar la anterior guerra
Hasta ahora se ha repetido buena parte de la situaci¨®n que ocurri¨® en la guerra del Golfo. El precio del petr¨®leo comenz¨® a subir tras la invasi¨®n iraqu¨ª de Kuwait hasta alcanzar un m¨¢ximo de 40 d¨®lares el barril. El inicio de las hostilidades provoc¨® una r¨¢pida ca¨ªda del petr¨®leo que lleg¨® a los 18 d¨®lares al comienzo de la invasi¨®n terrestre para situarse en los 20 d¨®lares una vez terminado el conflicto.
Existe un viejo dicho en Wall Street por el que hay que "comprar con el estruendo de los ca?ones y vender con el toque de la corneta". La pregunta clave es si se repetir¨¢ el aforismo burs¨¢til. Respecto a las bolsas, la estadounidense fue la clara ganadora. Este mercado despu¨¦s de caer m¨¢s de un 10% empez¨® a recuperarse con el inicio de las hostilidades para subir m¨¢s el 20,3% al cierre de 1991. En las plazas europeas no se conoci¨® la misma euforia y el ¨ªndice Euro Stoxx 50 finaliz¨® con una ganancia en torno al 10%. Eso s¨ª, ambos mercados sufrieron p¨¦rdidas en 1990 cuando la crisis a¨²n no se hab¨ªa solventado. Las compa?¨ªas financieras y las ligadas a la marcha del ciclo econ¨®mico fueron las que mejor comportamiento tuvieron.
Los mercados de deuda no sufrieron con la invasi¨®n de Kuwait, y el inicio de las hostilidades, as¨ª como el fin de la contienda, confirmaron la tendencia alcista en los bonos con entrada de dinero fresco que elev¨® el precio de estos activos. Tambi¨¦n en Estados Unidos las ganancias fueron sustancialmente superiores a las obtenidas en Europa tanto en 1990 como en 1991.
Pero todo esto es pasado y muchos siguen confiando en que este esquema positivo para el mercado se repita. Sin embargo, hay analistas que no encuentran paralelismos y creen que el inicio de las hostilidades puede no ser tan positivo para la evoluci¨®n de los mercados financieros.
Michael Hartnett, director de estrategia de renta variable europea de Merrill Lynch, apunta en su ¨²ltimo informe que actualmente, la d¨¦bil situaci¨®n econ¨®mica, el nivel de los ¨ªndices y el mal entorno financiero mundial, podr¨ªan empeorar con el enfrentamiento b¨¦lico. Eso s¨ª, no descarta una r¨¢pida subida del mercado en el inicio de las hostilidades, pero que durar¨ªa muy pocos d¨ªas para retomar la senda bajista con m¨¢s entusiasmo. "En primer lugar, porque las bolsas est¨¢n actualmente m¨¢s caras que lo que lo estaban a comienzos de 1991". Los mercados en t¨¦rminos de PER (veces que el precio contiene el beneficio por acci¨®n) se encuentran en niveles de 30 veces frente a las 15 de 1991. "Adem¨¢s", a?ade, "la econom¨ªa global se encuentra cerca de un periodo de recesi¨®n y de deflaci¨®n. Hay un bajo crecimiento en la mayor¨ªa de las zonas econ¨®micas, cuando en 1991, Jap¨®n y Alemania crec¨ªan de manera s¨®lida y hab¨ªa cierta debilidad en Estados Unidos y Gran Breta?a", concluye.
Preocupaci¨®n en bonos
Pero si el panorama burs¨¢til no se ve claro, peor apuntan las cosas para los mercados de bonos. El clima preb¨¦lico ha engrandecido las amenazas que se ciernen sobre estos mercados. El dinero se ha trasladado a los bonos, bajando a¨²n m¨¢s las rentabilidades en un momento en el que la guerra puede disparar los d¨¦ficit p¨²blicos que ya est¨¢n engordando despu¨¦s de los distintos programas de rebaja de impuestos.
En esta situaci¨®n de mayor d¨¦ficit cabe esperar una subida importante de los tipos de inter¨¦s para financiarlos con la consiguiente ca¨ªda del precio de los bonos y el alza de las rentabilidades.
V¨ªctor Gonzalo, director de Intermoney se muestra contundente: "veo m¨¢s oportunidades de venta que de compra". No obstante explica que la situaci¨®n preb¨¦lica ha beneficiado a la deuda p¨²blica y tambi¨¦n a los bonos emitidos por las empresas. "El comportamiento de los bonos de empresas ha sido parad¨®jico. En este comienzo de a?o las empresas se han puesto a emitir grandes cantidades y todo ha sido absorbido con facilidad, cuando a finales de a?o eran pocos los que emit¨ªan por las exigencias de los mercados ante la menor solvencia de las compa?¨ªas. En caso de guerra se comportar¨¢ mejor la deuda que los bonos empresariales. La situaci¨®n de estos bonos puede ser preocupante y no veo sensata la demanda de estos bonos en compa?¨ªas que est¨¢n atravesando dificultades financieras".
As¨ª, los flujos de dinero hacia la renta fija han permitido estas alegr¨ªas de comprar todo en el comienzo del a?o ya con la espada de Damocles de la guerra pendiendo sobre los mercados. El director de Intermoney apunta tambi¨¦n que el mercado europeo tiene mejores expectativas que el estadounidense por cuanto existe todav¨ªa un margen en la bajada del precio del dinero.
No hay que olvidar que en 1991 en Estados Unidos, el precio del dinero estaba en el 7%, mientras que en Gran Breta?a se colocaba en el 14%.
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