La pipa de la guerra
La marca Churruca, por la que litigan dos hermanos desde hace 12 a?os, saldr¨¢ a subasta
La marca de pipas Churruca es el centro de un aut¨¦ntico culebr¨®n legal que empez¨® en 1991 con la ruptura de las relaciones de sus dos copropietarios y hermanos, Jos¨¦ y Luis L¨®pez Lluch, y que suma entre 60 y 70 procedimientos judiciales. El ¨²ltimo acto de este laber¨ªntico conflicto ser¨¢ la subasta de la marca Churruca y del logotipo del cocinero que la identifica. Una subasta a la que podr¨¢n concurrir los hermanos L¨®pez Lluch, aunque no en solitario, ya que la puja es abierta.
Jos¨¦ L¨®pez Palaz¨®n comercializaba especias dirigidas a la elaboraci¨®n de embutidos hasta que en la segunda mitad de los a?os sesenta leg¨® el negocio familiar a sus hijos a partes iguales. Junto al negocio, el patriarca de la familia tambi¨¦n don¨® diversas marcas comerciales, entre ellas la de Cosme Dami¨¢n de Churruca (con la efigie del almirante espa?ol), registrada para productos de herborister¨ªa, y el cocinero, que a?os m¨¢s tarde se convertir¨ªa en el distintivo visual de los productos Churruca, para condimentos y especias. Poco despu¨¦s, Jos¨¦ L¨®pez Lluch, el mayor de los dos hermanos, empez¨® a trabajar con frutos secos. En 1978 se constituye la sociedad mercantil Productos Churruca y un a?o despu¨¦s se registra formalmente la marca Churruca, una vez que se compr¨® a un ciudadano vasco los derechos del uso del apellido. La marca era propiedad de los dos hermanos a partes iguales, no de la empresa, y ambos, en alg¨²n momento, la han cedido a sus respectivas empresas.
Un 'culebr¨®n' legal, que suma m¨¢s de 60 procedimientos judiciales, enfrenta a los hermanos L¨®pez Lluch desde 1991
Con sus m¨¢s o sus menos, pero en aquel momento dentro del anonimato, la empresa recorri¨® en los a?os ochenta una trayectoria que coloc¨® a Churruca en el imaginario colectivo y que se rompi¨® en 1991 con la crisis definitiva entre los dos hermanos. En aquel momento, Jos¨¦ y Luis eran due?os de Productos Churruca al 50%. Jos¨¦ ocupaba la presidencia de la sociedad y se encargaba de la comercializaci¨®n, mientras que Luis hac¨ªa lo propio con la fabricaci¨®n. La crisis, en cualquier caso, se plasm¨® cuando Luis consigui¨®, por una operaci¨®n accionarial, dejar fuera de la empresa a su hermano. A partir de ese momento empez¨® un fuego cruzado de demandas y apelaciones, la primera de las cuales fue la impugnaci¨®n de la primera junta tras la salida de Jos¨¦ de la empresa y en la que se realiz¨® la primera ampliaci¨®n de capital a la que ¨¦ste, tras la situaci¨®n creada, decidi¨® no acudir. Posteriores ampliaciones de capital, a las que Jos¨¦ no atendi¨®, redujeron al m¨ªnimo su participaci¨®n en la empresa, que ahora ronda el 6%. "Todas las juntas generales desde entonces est¨¢n impugnadas", comenta Jos¨¦ Luis Boronat Calabuig, abogado de Luis.
Tras su salida de Productos Churruca, los hijos de Jos¨¦ crearon otra empresa, Sti Ib¨¦rica, y la empresa empez¨® a utilizar la marca Churruca, de la que aqu¨¦l era copropietario. Obligado Jos¨¦ en un primer momento a retirar sus productos Churruca del mercado, un fallo de 1995 reconoci¨® el derecho a ambos de hacer uso de la marca. La decisi¨®n, seg¨²n Boronat, marca un punto de inflexi¨®n y, a partir de ese momento, Productos Churruca deja paulatinamente de utilizar la marca.
Con la subasta de la marca se cerrar¨¢ uno de los flancos de este conflicto. Los inmuebles, propiedad a partes iguales de ambos, fueron subastados y liquidados en 2001, y queda pendiente ante el Tribunal Supremo la operaci¨®n con la que Luis se hizo con el control de Productos Churruca.
"En lo principal, le hemos dado la vuelta a todo", defiende Rafael Blanes Albi?ana, abogado de Jos¨¦ L¨®pez Lluch. Unos y otros aseguran haber intentado una soluci¨®n amistosa, sin ¨¦xito.
Vidas paralelas
Mientras, las dos empresas han ido haciendo camino y ambas han desarrollado otras marcas con las que lanzan sus productos al mercado. Productos Churruca obtuvo en 1992 y 1993 buenos resultados, pero a partir de 1995 entr¨® en p¨¦rdidas, de las que sali¨® tres a?os despu¨¦s. En el ejercicio 2001-2002 (de junio a junio) la empresa gan¨® 107.330 euros.
Sti Ib¨¦rica, por su parte, factur¨® el a?o pasado 25 millones de euros. El grupo familiar compr¨® en 2001 Damel, firma propietaria de productos como Palotes o Cheiw y que el a?o pasado factur¨® en torno a 15 millones de euros. El director general de Sti Ib¨¦rica, Jos¨¦ Vicente L¨®pez, hijo de Jos¨¦, aclara que a¨²n cabe la posibilidad de alcanzar un acuerdo entre las partes que deshaga la comunidad que mantienen sobre la marca y evite la subasta. Las dos partes, en cualquier caso, coinciden en apuntar que la subasta tardar¨¢ en celebrarse cerca de un a?o.
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