Chapapote general: no perdamos la memoria

S¨®lo faltaba el AVE. La huelga general, el Prestige, la guerra... el Gobierno del Partido Popular no cesa de provocar esc¨¢ndalos a partir de una actitud prepotente y reaccionaria, cada vez m¨¢s autoritaria y m¨¢s alejada de los sentimientos de los ciudadanos, incluso de los de millones de electores que votaron a esa opci¨®n creyendo sinceramente que la vieja derechona posfranquista hab¨ªa evolucionado definitivamente hacia el centro democr¨¢tico.

?lvarez-Cascos, el ministro representante del ala m¨¢s carca del PP, vuelve a estar en medio de una nueva muestra de incompetencia y mala gesti¨®n, en una obra p¨²blica trascendental y de presupuestos multimillonarios. ?lvarez-Cascos, el mismo que orden¨® alejar el Prestige mar adentro antes de irse de caza, el mismo que ha cambiado mil y una veces el trayecto por donde tiene que llegar la alta velocidad a Catalu?a, el mismo que niega la gesti¨®n del aeropuerto de El Prat a la Generalitat. Este ministro era secretario general del PP y lo relevaron contra su voluntad para que la imagen de renovaci¨®n fuera cre¨ªble. Pero ?qu¨¦ debe de tener este hombre para que siga acaparando tanto poder pol¨ªtico, incluso cuando los esc¨¢ndalos le est¨¢n salpicando? Probablemente la respuesta est¨¦ en similitudes de origen y -?por qu¨¦ no?- de destino con su l¨ªder, Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar. Por eso un d¨ªa lo aparcaron, pero nunca lo han anulado.

La arrogancia de Aznar cada vez se parece m¨¢s a aquella incontinencia celtib¨¦rica que hizo famoso a ?lvarez-Cascos cuando a¨²n estaba en la oposici¨®n. Incluso en las actitudes personales, no hace falta remontarse demasiado en el tiempo para recordar la boda del ministro hace unos a?os, superado por amplio margen por la de la hija del presidente hace unos meses en El Escorial.

Todo esto no ser¨ªa tan grave si ¨²nicamente se tratase de una cuesti¨®n de actitud. Pero detr¨¢sde las formas se esconde una incompetencia creciente reforzada con actitudes chulescas y desafiantes. Con el AVE -como ya pas¨® en Galicia- hay errores de soberbia, por no haber escuchado a los profesionales, por no haber hecho informes serios y por malgastar los presupuestos en concesiones interesadas o en ahorros imprudentes. Los ge¨®logos -como antes los t¨¦cnicos mar¨ªtimos- tambi¨¦n denuncian que no se les quiere escuchar y que no les dejan hacer su trabajo. Este es el precio del "d¨¦ficit cero", el gran objetivo del Gobierno espa?ol, para seguir afirmando que "Espa?a va bien". Cuando hay situaciones de emergencia o nuevas infraestructuras claves, los recursos tienen que estar a su servicio y no s¨®lo de la cuadratura contable.

Este invierno hemos descubierto una palabra nueva en el diccionario: chapapote. Su significado nos lleva a la tragedia de Galicia y a los "restos" de petr¨®leo que siguen destrozando costas y empobreciendo a pescadores, aunque ahora se hable menos que hace dos meses. Su sonido se parece al de chapuza y en todo caso tiene connotaciones pegajosas, destructivas y sucias.

El PP est¨¢ lanzando chapapote en todo aquello que toca y las manchas llegan a la costa de nuestra democracia contamin¨¢ndola de forma progresiva, incluso en el ¨¢mbito internacional, donde tanto hab¨ªa costado dar prestigio al nombre de Espa?a.

?ste es el PP de ?lvarez-Cascos y Aznar, pero tambi¨¦n el de Piqu¨¦ y de Alberto Fern¨¢ndez, y tambi¨¦n, no hay que olvidarlo, el que durante dos legislaturas ha apoyado el Gobierno de Pujol y de Mas. El PP, a pesar de su mayor¨ªa absoluta, gobierna Espa?a con el apoyo de los votos del grupo parlamentario encabezado por Xavier Trias en el Congreso. Es el peaje que debe pagar por el apoyo del PP al Gobierno ag¨®nico de CiU, al que tiene atrapado, quieran o no, ese chapapote general.

No perdamos la memoria.

Joan Rangel Tarr¨¦s es secretario de organizaci¨®n y finanzas del PSC.