Bush, Blair y Aznar debaten la decisi¨®n final

George W. Bush, Tony Blair y Jos¨¦ Maria Aznar anunciaron ayer una reuni¨®n de urgencia en las islas Azores, un archipi¨¦lago portugu¨¦s casi a mitad de camino entre Europa y EE UU. Los tres copatrocinadores de la resoluci¨®n para la guerra contra Irak deber¨ªan buscar, en su encuentro del domingo, una salida al atolladero diplom¨¢tico en que les ha sumido la oposici¨®n mayoritaria del Consejo de Seguridad. La Casa Blanca defini¨® el encuentro como "un esfuerzo de ¨²ltimo minuto" y "un intento final de conseguir una resoluci¨®n de la ONU". El margen de maniobra, sin embargo, era casi inexistente. La asesora de seguridad nacional de EE UU, Condoleezza Rice, dijo que hab¨ªa llegado "el momento de la verdad". La guerra podr¨ªa ser ya cuesti¨®n de d¨ªas.

La asesora de Bush, Condoleezza Rice, dice que "ha llegado el momento de la verdad"

El portavoz de la Casa Blanca, Ari Fleischer, present¨® la cumbre de las Azores, que se celebrar¨¢ en la base militar estadounidense de Lajes , en la isla Terceira, como "un esfuerzo por apurar hasta la ¨²ltima gota las opciones diplom¨¢ticas" y por "discutir las posibilidades de resolver la situaci¨®n pac¨ªficamente". El presidente George W. Bush segu¨ªa empe?ado, seg¨²n Fleischer, en "actuar con Naciones Unidas". "Veremos si eso es o no es posible", a?adi¨®.

A¨²n quedaba la esperanza de que Sadam Husein emprendiera el camino del exilio, indic¨® el portavoz, pero esa esperanza pod¨ªa considerarse asfixiada por la falta de unidad en el Consejo de Seguridad. Fleischer culp¨® de forma impl¨ªcita a Francia del fracaso de la resoluci¨®n del tr¨ªo e, indirectamente, de la guerra. "Sadam Husein se siente m¨¢s seguro que antes, y el hecho de que algunos pa¨ªses hayan hecho lo posible por anular la amenaza del uso de la fuerza ha reducido las posibilidades de que se vaya de forma pac¨ªfica", manifest¨®.

Las "opciones diplom¨¢ticas" a¨²n disponibles eran muy pocas, a juzgar por la rapidez con que se rechaz¨® en Washington la propuesta conciliatoria ofrecida por Chile. Tres semanas de plazo adicional, como propon¨ªa el presidente Ricardo Lagos, le parecieron casi un disparate a Fleischer. Un alto cargo del Departamento de Estado indic¨® que a¨²n quedaban "posibilidades por explorar" en torno al ultim¨¢tum incluido en el proyecto de resoluci¨®n de Bush, Blair y Aznar, pero admiti¨® que, de no ser por el perjuicio que ello podr¨ªa causar a sus aliados, el presidente de Estados Unidos habr¨ªa puesto ya punto final al proceso negociador.

Atribulado Blair

Con la cita de las Azores, decidida el jueves por la noche y confirmada el viernes por la ma?ana, tras una ¨²ltima conversaci¨®n telef¨®nica con el presidente del Gobierno espa?ol, Bush aspiraba a prestar ayuda a su atribulado socio Tony Blair. Al margen de la b¨²squeda de una f¨®rmula casi m¨¢gica que permitiera salvar el proceso negociador dentro de la ONU, el objetivo de la Casa Blanca se centraba en demostrar que Blair no estaba solo, que contaba con aliados europeos como Aznar, o incluso el primer ministro portugu¨¦s, Jos¨¦ Manuel Dur?o Barroso, anfitri¨®n de la cumbre, y que persegu¨ªa hasta el final un acuerdo pac¨ªfico. La declaraci¨®n efectuada ayer por Bush sobre el proceso de paz en Oriente Pr¨®ximo pod¨ªa interpretarse igualmente como un salvavidas para el primer ministro brit¨¢nico, que asumi¨® inmediatamente el protagonismo sobre la cuesti¨®n.

Pero m¨¢s all¨¢ del encuentro en las islas atl¨¢nticas no se adivinaba otra cosa que el estallido b¨¦lico. El presidente Bush ten¨ªa ya en su mesa el texto del discurso con que deb¨ªa anunciar a los estadounidenses la inminencia de la guerra y recomendar que los extranjeros evacuaran Irak. Ese discurso podr¨ªa ser pronunciado el mismo lunes, si de las Azores no surgiera una soluci¨®n altamente improbable. Bush no se mostraba dispuesto a dar m¨¢s tiempo a Sadam Husein ni, por supuesto, a repatriar sus tropas. La gama de posibilidades se agotaba, en principio, en el destino del proyecto de resoluci¨®n: o recib¨ªa modificaciones de urgencia y se presentaba a votaci¨®n el mismo lunes o se renunciaba a la votaci¨®n, se arrojaba el texto a la papelera y se afrontaba la invasi¨®n de Irak sin respaldo expl¨ªcito de la ONU. A Bush no le incomodaba la falta de resoluci¨®n final. A Blair y Aznar s¨ª pod¨ªa afectarles pol¨ªticamente.

"Los tres l¨ªderes no hablar¨¢n de cuestiones militares ni de preparativos b¨¦licos", asegur¨® el portavoz Fleischer. Fuentes del Departamento de Estado comentaron a la agencia Reuters que s¨ª hablar¨ªan del calendario b¨¦lico (inicio del conflicto y duraci¨®n estimada) y, sobre todo, de las perspectivas para la posguerra.