Traca fallera

Miles de falleras y falleros protagonizan desde hoy una fiesta que exalta la iron¨ªa, lo ef¨ªmero, el placer por el placer... La quema de los monigotes, la noche del 19 al 20 de marzo, es el momento m¨¢s esperado.

Hoy, desde bien temprano, Valencia es un puro ir y venir de falleras, falleros y operarios. Se ha iniciado a las ocho la plant¨¤ de las fallas infantiles, y la medianoche ver¨¢ el comienzo de la puesta en pie de las fallas de los mayores; en total, m¨¢s de setecientos monumentos de arte, iron¨ªa y sentimiento popular. A partir de ese momento, la vida toda de la ciudad se paraliza -se dispara- bajo, con, desde, entre, hacia, para, por, seg¨²n, sobre y tras la gran fiesta de la primavera, la magna eclosi¨®n de la luz, la m¨²sica, el aroma, el color, el estruendo y los sentidos.

Es la explosi¨®n de la sensualidad, el fuego elevado a la categor¨ªa de arte, la exaltaci¨®n de lo ef¨ªmero, del placer por el placer, en tiempos en los que todo se mide, se pesa, se sopesa y se convierte en flamante moneda de curso legal. La absurda pregunta: "Y esto, ?para qu¨¦ sirve?", obtiene en fallas millones de respuestas, una por cada persona que se acerca a ellas; disfruta de su socarroner¨ªa y acerado esp¨ªritu cr¨ªtico; se deja envolver por el espectacular desfile de la ofrenda de flores a la Virgen de los Desamparados, desdoblada hace ya a?os en dos d¨ªas (el 17 y el 18) debido a la multitudinaria participaci¨®n, m¨¢s de 50.000 falleras, que lucen un traje rico y elaborado; abre la boca (de asombro, por precauci¨®n) en las mascletaes de cada d¨ªa -la cita, a las dos de la tarde, en la plaza del Ayuntamiento-, con m¨¢s de cien kilos de p¨®lvora cada una; se adentra en la c¨¢lida noche entre espectaculares fuegos de artificio; es arrastrada por los omnipresentes sones de las bandas de m¨²sica, que en tierras valencianas suenan especialmente bien, y se rinde, enamorada, ante la evidencia de uno de los mayores espect¨¢culos del mundo: las fallas ardiendo en la medianoche del 19 al 20 de marzo.

La rotundidad de esta aut¨¦ntica danza del fuego no habr¨¢ de impedir, sin embargo, la contemplaci¨®n de uno de los momentos m¨¢s ¨ªntimos y sentidos: las l¨¢grimas de las falleras, que evidencian la despedida de un a?o inolvidable, al tiempo que presagian, al igual que la primavera reci¨¦n nacida, que la fiesta, ma?ana, vuelve de nuevo a empezar.

- Turismo de Valencia (963 51 04 17 y www.ayto-valencia.es).