?xodo de cerebros europeos
La rigidez salarial y el r¨¦gimen fiscal para las rentas altas explican la 'fuga' de profesionales y empresarios a EE UU
No es un fen¨®meno nuevo. La fuga de cerebros hacia Estados Unidos no es un problema desconocido para la sociedad europea. Pero, ahora, la "deslocalizaci¨®n de las ¨¦lites" ha dejado de ser un problema reducido que s¨®lo afectaba a un n¨²mero muy peque?o de especialistas, y amenaza con convertirse en un alarmante ¨¦xodo de toda clase de personal cualificado.
La econom¨ªa americana no s¨®lo es capaz de captar a muchos de los mejores cient¨ªficos o ingenieros europeos, sino a una nueva generaci¨®n de empresarios y a un gran n¨²mero de universitarios que se sienten frustrados por las limitadas expectativas profesionales -y econ¨®micas- que ofrece Europa.
Aunque la expatriaci¨®n de perfiles cualificados s¨®lo representa el 1% de la fuerza laboral europea, impide reducir la brecha tecnol¨®gica
El informe European Economy 2003, elaborado por expertos del Centro de Estudios Econ¨®micos de la Universidad de M¨²nich (CES) y del Instituto alem¨¢n IFO, apunta como principales causas de ese ¨¦xodo al r¨ªgido modelo de retribuci¨®n salarial europeo y al r¨¦gimen fiscal de las rentas m¨¢s altas, que penalizan el riesgo y favorecen la salida de los profesionales mejor preparados. "Si la mayor preocupaci¨®n es la redistribuci¨®n de la renta, el precio a pagar es un cierto nivel de fuga de cerebros. Pero la redistribuci¨®n de la renta es poco eficaz ante la movilidad de la mano de obra cualificada. En consecuencia, una fuga de cerebros m¨¢s intensa puede llevar a la sociedad a reconsiderar su pol¨ªtica redistributiva, ya que es m¨¢s costosa", se?ala el informe.
La "deslocalizaci¨®n de cerebros" s¨®lo representa alrededor del 1% de la fuerza laboral europea. Aunque este porcentaje es a¨²n poco relevante, puede ser una bomba de relojer¨ªa para la ambiciosa tarea de reducir la brecha tecnol¨®gica entre Europa y EE UU y podr¨ªa poner en crisis el modelo de educaci¨®n p¨²blica europeo de cuyos rendimientos se beneficia el PIB americano.
El informe advierte de que la contribuci¨®n de cient¨ªficos y empresarios al conjunto de la econom¨ªa es significativamente mayor que lo que sugiere su peso relativo en el mercado laboral: "Ese colectivo podr¨ªa ser mucho m¨¢s importante de lo que indican sus conocimientos porque son imprescindibles para la creaci¨®n de empresas y para el crecimiento. Potencialmente, la fuga de cerebros podr¨ªa entonces tener implicaciones da?inas para la productividad y el modelo social de Europa".
De acuerdo con el censo americano, el colectivo de doctores universitarios europeos que han emigrado recientemente a EE UU, es entre dos y cuatro veces mayor que en anteriores flujos. Durante el quinquenio 1995-1999, el n¨²mero de alemanes que obtuvieron un visado H.1B, que s¨®lo se concede a los extranjeros m¨¢s cualificados, aument¨® m¨¢s del 65%; el 40% en el caso de los brit¨¢nicos, y m¨¢s del 100% en el de franceses.
Otras fuentes, como el informe sobre la competitividad global del Foro Econ¨®mico Mundial, revelan que esta fuga es aceptada por los ejecutivos europeos. Preguntados diversos empresarios de todo el mundo sobre si estaban de acuerdo con la permanencia de sus ¨¦lites en sus pa¨ªses, la encuesta puso de manifiesto que los ejecutivos estadounidenses tiran m¨¢s para casa que sus hom¨®logos europeos.
Seg¨²n algunas interpretaciones, estos flujos migratorios son un efecto de la globalizaci¨®n mundial. Para otros, como los del CESIFO, la movilidad no explica por s¨ª sola el d¨¦ficit europeo.
Si los cerebros regresaran al cabo de pocos a?os con el know-how (conocimiento) adquirido en Estados Unidos, Europa har¨ªa un buen negocio: optimizar¨ªa su modelo educativo y tendr¨ªa un problema menos. Pero la realidad es que ni los cerebros europeos quieren regresar a casa, ni las universidades y empresas europeas fabrican el n¨²mero suficiente para reponer a los que se van.
El porcentaje de emigrantes con estudios superiores que entra en Estados Unidos desde Francia, B¨¦lgica, el Reino Unido y Alemania, es de hecho m¨¢s del doble de media que las respectivas tasas nacionales de poblaci¨®n con estudios equivalentes. En el caso de Espa?a e Italia la brecha es menor. "Los emigrantes europeos tambi¨¦n est¨¢n mejor cualificados que sus colegas estadounidenses", se?ala el informe, que a?ade que la tasa de estadounidenses con estudios universitarios es del 35%, inferior a la de los europeos que emigran, pero superior a la de sus pa¨ªses de origen.
Menos empresas
Desde el punto de vista empresarial, los expertos argumentan que la aceleraci¨®n de este fen¨®meno est¨¢ relacionada con la ca¨ªda de la creaci¨®n de empresas. El caso franc¨¦s puede ser elocuente: el n¨²mero de nuevas empresas a mediados de los noventa no ha hecho m¨¢s que caer desde sus m¨¢ximos de finales de los ochenta, lo que en parte podr¨ªa ser atribuible al marco regulatorio.
Algunos estudios muestran que la concentraci¨®n de nuevas empresas del sector de la biotecnolog¨ªa en determinadas ¨¢reas est¨¢ asociada al n¨²mero de sabios por metro cuadrado. "El n¨²mero de cient¨ªficos estrella tiene un fuerte impacto positivo en la formaci¨®n de empresas. Perder las estrellas puede parecer cuantitativamente irrelevante si se mide multiplicando el n¨²mero de los que se van por su salario (una manera de estimar la productividad); sin embargo, esa gente tiene un impacto crucial en la formaci¨®n de empresas de alta tecnolog¨ªa y, por tanto, en el crecimiento potencial de la econom¨ªa a largo plazo", afirman los expertos del CESIFO.
Prima a la movilidad
Un informe de la National Science Foundation revela que alrededor del 56% de los europeos que estudian en EE UU intentan quedarse y que el 59% de los brit¨¢nicos y el 35% de los alemanes que se graduaron entre 1990-1991 trabajaban en ese pa¨ªs en 1995. El 12% de los graduados de las grandes ¨¦coles francesas en 1998 acabaron trabajando en EE UU el a?o siguiente, seg¨²n un reciente trabajo del Senado franc¨¦s, y alrededor de la mitad de los doctorados europeos que estudian en EE UU terminan qued¨¢ndose. Los que regresan lo hacen porque reciben una prima salarial a la vuelta.
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