Del malva al amarillo
El aire ya es todo ¨¦l perfume. Por la fracci¨®n invisible del paisaje viajan infinitas consignas qu¨ªmicas. Sencillas, diminutas y atiborradas de olor, las mol¨¦culas manan de miles de millones de flores. La vida llama a raudales y hay que ir. Las ofertas de la primavera reci¨¦n inaugurada son tan dulces como casi apabullantes. Los est¨ªmulos se acumulan a las puertas de nuestros sentidos.
La m¨¢s llamativa de tales ofertas convierte en dominantes del decorado a ciertas coloraciones. Durante buena parte del mes de marzo, las laderas de las monta?as espa?olas se han te?ido de ros¨¢ceos, malvas y azulencos. Los responsables han sido principalmente tres especies de nuestra comunidad arbustiva: los brezos rubios, lavandas o cantuesos, y, en parte, los romeros. La primera especie es capaz de tapizar laderas enteras de las sierras de Aracena, de los Montes de Toledo y de Le¨®n. Pero tambi¨¦n las vertientes de la cordillera Cant¨¢brica, sin olvidar Sierra Morena e incluso en buena parte las del sistema Central. Es decir, m¨¢s de la mitad de la Espa?a montana. Pero, puestos a elegir, pocos lugares superan a los Ancares, fronterizos entre Le¨®n y Lugo. All¨ª hay tantas matas floridas que podemos afirmar que nuestros montes rezuman tonos malvas. Eso s¨ª, con algunos entreverados que ponen el azul de los romeros o el blanco de las jaras.
Con los primeros atisbos de abril, el paisaje, como si estuviera un poco harto de tanto morado, da un brusco giro hacia el lim¨®n. Ya estamos abriendo el calendario de los amarillos. Que comienza con los fogonazos, siempre muy espaciados, de los mimosos, ¨¢rboles que se incendian incluso en febrero, pero que sujetan su flor hasta bien entrado abril. La segunda oleada de amarillos la ponen las retamas negras, y no menos, aunque su tama?o resulta mucho m¨¢s reducido, las aulagas, tojos, carquexias y la ¨²ltima generaci¨®n de jaramagos. Todos ellos animan un panorama de leves chisporroteos de oro sobre la ya patente oleada de verdes que crecen, como una barba adolescente, sobre la tabla de los campos.
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