El legado a Navarra
4.000 esculturas, 1.700 tizas y maquetas y abundante material y documentaci¨®n forman la disputada herencia de Oteiza
El 4 de febrero de 1992, Jorge Oteiza y el entonces presidente de Navarra, Juan Cruz Alli (UPN), firmaban en el palacio de la Diputaci¨®n Foral, en Pamplona, el protocolo de donaci¨®n de la obra del artista al pueblo navarro. "Harto del pa¨ªs y de sus gobernantes", en palabras del propio escultor, que ven¨ªa manteniendo serias divergencias sobre diversos proyectos con el nacionalismo vasco gobernante en Euskadi, Oteiza decid¨ªa entregar a Navarra sus fondos art¨ªsticos, documentales y los bienes muebles e inmuebles que pose¨ªa en su casa-taller de Alzuza.
Fue su esposa, Itziar Carre?o, quien le impuls¨® en 1975 a vivir en este peque?o pueblo cerca de Pamplona, donde lo primero que Oteiza hizo al instalarse fue construir una fuente p¨²blica de la que sigue manando agua fresca. Itziar, fallecida en 1991, reposa en el cementerio local y junto a ella ser¨¢ enterrado hoy el escultor.
Cuatro a?os despu¨¦s de aquella firma, en febrero de 1996, Oteiza formaliz¨® ante notario la composici¨®n del patronato que dirigir¨ªa la fundaci¨®n gestora de su herencia. Fue la libre voluntad del artista la que decidi¨® la composici¨®n de un ¨®rgano hoy radicalmente dividido y enfrentado en los tribunales.
Ocho patronos
Oteiza ide¨® un patronato de ocho miembros. Lo preside su amigo personal y antiguo mecenas, el constructor Juan Huarte. Junto a ¨¦l sent¨® a Francisco Javier S¨¢enz de Oiza (fallecido en julio de 2000), y autor del dise?o del museo construido en Alzuza, cuya inauguraci¨®n est¨¢ prevista para finales de este mismo mes; a dos representantes del Gobierno regional (el consejero de Educaci¨®n y Cultura y el director de la instituci¨®n Pr¨ªncipe de Viana), y a cuatro destacados representantes del mundo art¨ªstico y cultural muy vinculados a su vida y obra: Xabier Morras, Jaione Apalategi, Juan Antonio Urbeltz y Jos¨¦ ?ngel Irigaray.
Fiel a su car¨¢cter, Oteiza vincul¨® su herencia al impulso de un complejo proyecto cultural, educativo y art¨ªstico destinado a crear "un hombre nuevo", con un fuerte compromiso did¨¢ctico hacia la infancia y la exigencia de convertir sus bienes y creaciones en el germen de un permanente debate ontol¨®gico.
El Ejecutivo de UPN, previo acuerdo de la Fundaci¨®n Oteiza, ha financiado en su integridad el proyecto muse¨ªstico de S¨¢enz de Oiza para Alzuza, una obra p¨®stuma que exhibir¨¢ en su interior el ingente legado cedido por Oteiza a la sociedad navarra. La obra, que ha costado 10,2 millones de euros, reproduce en su estancia central la oscura galer¨ªa del monasterio de Aranzazu (Guip¨²zcoa), donde S¨¢enz de Oiza conoci¨® a Oteiza.
El legado inventariado lo constituyen unas 4.000 esculturas, abundante documentaci¨®n personal (cartas, estudios, escritos), los objetos que configuraban su taller creativo, la propia casa del artista y de su esposa y, con un especial valor, las 1.700 tizas y maquetas de su famoso laboratorio, piezas experimentales configuradas en diversos materiales y muchas de ellas jam¨¢s reproducidas a escalas media o monumental.
En 2002, se puso de manifiesto la profunda disparidad de criterios en la fundaci¨®n. El escultor firm¨® un documento para integrar en el patronato a su representante art¨ªstico, Carlos Catal¨¢n. El objetivo era mejorar la coordinaci¨®n entre el propio escultor y un ¨®rgano que los cr¨ªticos (Apalategi, Urbeltz, Morr¨¢s e Irigaray) consideran "inoperante".
Los cuatro vocales cr¨ªticos comenzaron a impugnar judicialmente las decisiones que el patronato adoptaba con el voto de calidad de su presidente, Juan Huarte. No aceptaron la designaci¨®n de Alberto Rosales como director del museo, pero perdieron el juicio celebrado en Aoiz. La sentencia, recurrida, dictamin¨® que Oteiza no estaba legitimado para modificar la composici¨®n del ¨®rgano gestor de su herencia. El juzgado rest¨® validez legal a la decisi¨®n de los cr¨ªticos de propiciar la "itinerancia internacional" de la obra de Oteiza, una iniciativa materializada por el artista en un contrato de cinco a?os prorrogables firmado en 2001 con la galer¨ªa Marlborough para la exhibici¨®n y venta de sus obras en un periplo por Estados Unidos que deb¨ªa iniciarse este mes en Nueva York, pero que, seg¨²n Catal¨¢n, se ha aplazado por la guerra en Irak.
Los responsables culturales del Gobierno navarro exhiben los logros de estos a?os, destacando la construcci¨®n del museo de Alzuza y la creaci¨®n de la C¨¢tedra Jorge Oteiza en la Universidad P¨²blica de Navarra, que dirige el profesor de Bellas Artes de la UPV Pedro Manterola. La fundaci¨®n ha exigido notarialmente a la Marlborough que anule la gira prevista y se abstenga de exhibir o vender las reproducciones de piezas realizadas en los ¨²ltimos a?os en la calderer¨ªa Sarem de Anglet (Francia) con ese fin.
Catal¨¢n reivindica el derecho estatutario de Oteiza a producir esculturas o variantes de sus tizas y maquetas, una primera copia de las cuales es siempre entregada a la fundaci¨®n museo.
"Traiciones"
Catal¨¢n, al que apoyan los cuatro vocales cr¨ªticos, insiste en que el sector oficial "ha traicionado" el esp¨ªritu de Oteiza, no respetando su voluntad escrita y practicando un degradante "reduccionismo" en el desarrollo de los instrumentos culturales y art¨ªsticos puestos por el artista vasco a disposici¨®n de la fundaci¨®n. El Gobierno lo niega y acusa a Catal¨¢n de haber "manipulado" la voluntad del fundador con intenciones de lucro econ¨®mico.
Los socialistas navarros han coincidido con los cr¨ªticos en que UPN ha traicionado el esp¨ªritu del legado y han acusado al Gobierno de Miguel Sanz de instrumentalizar la fundaci¨®n en beneficio de una pol¨ªtica cultural partidista con graves negligencias en la custodia de la obra del escultor.
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