Saqueos tras la toma de Kirkuk
Los 'peshmergas' controlan los yacimientos de petr¨®leo del Norte y se dirigen a Mosul
El r¨¦gimen de Sadam Husein se desmorona tambi¨¦n en el norte de Irak. Ayer les toc¨® el turno a las dos principales ciudades de la regi¨®n, Kirkuk y Mosul. El d¨ªa de la gloria lleg¨® para los kurdos, pero la fiesta de la liberaci¨®n de Kirkuk, que cay¨® sin resistencia como una fruta madura tras la toma de Bagdad por EE UU un d¨ªa antes, degener¨® en un saqueo masivo de los edificios p¨²blicos.
A primera hora de la ma?ana de ayer, los peshmergas (milicianos) de la Uni¨®n Patri¨®tica del Kurdist¨¢n (UPK) se apoderaron de Kirkuk, capital provincial de m¨¢s de 700.000 habitantes, y de sus importantes yacimientos de petr¨®leo. No tuvieron que disparar un solo tiro.
Al filo de las tres de la madrugada de hoy (dos horas menos en la Espa?a peninsular), el secretario norteamericano de Defensa, Donald Rumsfeld, aseguraba que peque?os contingentes de la fuerza invasora de EE UU y de peshmergas penetraban en Mosul, la ciudad m¨¢s poblada del norte, con m¨¢s de 1.700.000 habitantes, en lo que parec¨ªa m¨¢s una rendici¨®n negociada que una conquista militar.
La coalici¨®n confiaba anoche en una r¨¢pida ca¨ªda de Mosul, que negocia su rendici¨®n
Las tropas iraqu¨ªes que resistieron en Kirkuk m¨¢s de 20 d¨ªas los intensos bombardeos de EE UU se retiraron la noche del mi¨¦rcoles al jueves hacia el sur. La ocupaci¨®n de Kirkuk y Mosul por los peshmergas amenaza con provocar una reacci¨®n militar de consecuencias imprevisibles por parte de Turqu¨ªa, radicalmente opuesta a un Kurdist¨¢n independiente. Ankara anunci¨® ayer el env¨ªo de observadores militares.
"Hagan algo. Han venido desde Erbil y Suleimaniya a robarnos", denunciaba un taxista ante un grupo de periodistas en la plaza del Gobierno de Kirkuk, donde poco antes hab¨ªa sido derribada una descomunal estatua de Sadam Husein. Sobre el pedestal vac¨ªo, un ni?o mostraba una pancarta que dec¨ªa: "EE UU, te quiero". Kirkuk era en la tarde de ayer un avispero de milicianos y civiles armados afanados en robar en todos los edificios p¨²blicos. Lo mismo daba la sede del Partido Baaz, espina dorsal del r¨¦gimen, que el club de oficiales del Ej¨¦rcito, el Ayuntamiento o el polideportivo Camiones, generadores, mobiliario, menaje, m¨¢quinas de escribir, bombonas de butano... todas las propiedades estatales, del Ej¨¦rcito, todo lo que tuviera algo que ver con el poder era presa del saqueo.
"La situaci¨®n est¨¢ bajo control", aseguraba por tel¨¦fono desde Suleimaniya el viceministro de Cooperaci¨®n de la UPK, Chusty Asad. "La gente ha acumulado tanto odio contra el r¨¦gimen de Sadam que de alguna forma tiene que expresarlo", agregaba el responsable kurdo. "Y no ha sido nada distinto de lo ocurrido en Bagdad o Basora". Los peshmergas asist¨ªan impasibles al multitudinario saqueo o se sumaban de buen grado al pillaje, mientras las fuerzas especiales norteamericanas se limitaban a proteger la sede del Gobierno provincial, uno de los pocos edificios oficiales que parec¨ªa haberse librado de la ira popular y de los ladrones.
?sas fueron las ¨²nicas tropas de la coalici¨®n que pusieron un pie en el centro de Kirkuk hasta bien entrada la noche. Al menos dos columnas de paracaidistas hab¨ªan tomado posiciones al atardecer en los accesos a la ciudad desde Suleimaniya y Erbil, desde donde una tercera unidad militar se dirig¨ªa anoche para reforzar la presencia norteamericana. Mohamed Rassgar Al¨ª, un funcionario ¨¢rabe en la Administraci¨®n aut¨®noma kurda, era el encargado de poner de nuevo en marcha los servicios p¨²blicos en Kirkuk. "Disculpen, pero estoy agotado", explicaba a un grupo de periodistas, "y a¨²n no hemos podido controlar el suministro de agua y electricidad". Despu¨¦s se reuni¨® con cuatro oficiales de las fuerzas especiales de Estados Unidos para intentar devolver la normalidad a la poblaci¨®n.
Washington, que hab¨ªa advertido a los kurdos de que no ocuparan la ciudad, tiene que desplegar ahora sus fuerzas en la ciudad y conseguir que se retiren los peshmerhas. Los generales de Ankara, que cuentan con unos millares de soldados en el norte de Irak, mantienen concentradas unidades militares y carros de combate ante la frontera com¨²n desde hace m¨¢s de un mes.
Los peshmergas aprovecharon el desmoronamiento del frente norte para apoderarse de Kirkuk, donde, como suele decir el l¨ªder de la UPK, Yalal Talaban, "late el coraz¨®n del Kurdist¨¢n" iraqu¨ª. La capital kurda del petr¨®leo hab¨ªa perdido sus l¨ªneas de abastecimiento en los dos ¨²ltimos d¨ªas, despu¨¦s de que los milicianos de la UPK cortaran la carretera que conduce a Tikrit (feudo del r¨¦gimen de Bagdad y ciudad natal de Sadam Husein) y conquistaran las principales poblaciones a lo largo de la carretera de Mosul, la mayor ciudad del norte de Irak y tambi¨¦n capital de una importante regi¨®n productora de petr¨®leo.
En el club de oficiales de Kirkuk no quedaba gran cosa de valor a las seis de la tarde (dos horas menos en la Espa?a peninsular). Dos ni?os sal¨ªan con tubos fluorescentes, un muchacho hac¨ªa sonar un timbre de bicicleta con una melod¨ªa simplona y dos o tres especialistas del reciclaje desmontaban con mimo puertas, ventanas y suelos de baldosas. Al lado de un primoroso jard¨ªn de c¨¦sped buen cuidado y enmarcado por cipreses, el mec¨¢nico Mustaf¨¢ Mohamed Aziz, de 34 a?os, hac¨ªa un esc¨¦nico aparte para sugerir a este enviado especial: "Si quiere le llevo a la casa de Abderram¨¢n Abduni . Ah¨ª s¨ª que podremos encontrar cosas interesantes".
El secretario de Defensa de EE UU, Donald Rumsfeld, anunciaba anoche que tropas estadounidenses y micilianos kurdos hab¨ªan comenzado a entrar en Mosul despu¨¦s de observar signos de que los militares iraqu¨ªes o bien estaban abandonando las armas o bien estaban huyendo de la zona. Varios miles de militares hab¨ªan negociado su rendici¨®n, seg¨²n la cadena estadounidense CNN. En su retirada hacia Mosul desde la carretera de Erbil, las tropas iraqu¨ªes dinamitaron ayer el puente sobre el r¨ªo Gaser, un sector que ha sido escenario de una de las batallas m¨¢s encarnizadas en el frente norte, y que fue recuperado por las fuerzas de Bagdad despu¨¦s de haber sido ocupado por peshmergas y comandos de EE UU.
Millares de veh¨ªculos recorr¨ªan tambi¨¦n ayer las carretas hacia Kirkuk, en lo que muchos kurdos denominaban "la caravana de Al¨ª Bab¨¢". En los puestos de control, los milicianos kurdos se limitaban a buscar armas en los veh¨ªculos sin preguntar por el origen de los neum¨¢ticos, motocicletas o aparatos de aire condicionado que llevaban en el maletero los taxistas. La densa humareda que desprend¨ªa ayer el supermercado de los funcionarios del r¨¦gimen de Sadam en Kirkuk, saqueado a conciencia por los ciudadanos, se mezclaba con el humo procedente de al menos dos pozos de petr¨®leo que llevan ardiendo m¨¢s de una semana a consecuencia de los bombardeos a¨¦reos de EE UU. La atm¨®sfera era asfixiante en Kirkuk, donde la alegr¨ªa de la celebraci¨®n kurda quedaba empa?ada por el empe?o de este antiguo pueblo guerrero en cobrar su bot¨ªn de guerra.
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