Telef¨®nica dice que el Gobierno no le permite "competir libremente"

Telef¨®nica, que mantiene una cuota de mercado por ingresos superior al 80%, pide al Gobierno que la deje "competir libremente". El presidente del grupo, C¨¦sar Alierta, aprovech¨® ayer la junta de accionistas que aprob¨® las cuentas de 2002 y el reparto del 30% de las acciones de Telef¨®nica en Antena 3 para cargar contra los "graves problemas" y las "restricciones artificiales" a la competencia que, a su juicio, arrastra el marco regulador de las telecomunicaciones.

Fue una junta con algarab¨ªa, y su transcurrir estuvo condicionado por la presencia de un pu?ado de trabajadores de Sintel y de representantes de sindicatos minoritarios de Telef¨®nica. Su griter¨ªo intermitente perturb¨® las explicaciones de Alierta y del consejero delegado, Fernando Abril, sobre la evoluci¨®n del grupo en el a?o (perdi¨® 5.577 millones) y sobre el "optimismo justificado" cara al futuro. Esta actitud, que se ha convertido en sistem¨¢tica, desanim¨® a algunos accionistas, que se marcharon antes de votar. Muchos de ellos se quejaron por considerar que esos grupos aprovechan la repercusi¨®n de una junta para protestar sin tener en cuenta el derecho de recibir informaci¨®n.

Por encima de estas voces, Alierta quiso tranquilizar a los representantes de su mill¨®n y medio largo de accionistas. Su mensaje apunt¨® que, tras la crisis, el sector encara una fase de "crecimiento sostenible" en la que Telef¨®nica se ha situado en "ventaja" al haber "sacrificado dudosos beneficios de presente", en alusi¨®n al saneamiento de activos por un importe de 6.326 millones de euros. Pero este panorama m¨¢s amable, al que ayudan factores como el inicio de la recuperaci¨®n en Argentina o la base de clientes de banda ancha como punto de partida para abordar nuevos negocios, topa con "la presi¨®n regulatoria", que, en palabras de Fernando Abril, "continuar¨¢ entorpeciendo nuestra actividad en telefon¨ªa fija y m¨®vil".

En Espa?a, el ex monopolio considera que ya ha hecho "su parte" para liberalizar el mercado, y que ahora le toca mover ficha al regulador. "Limitar la actuaci¨®n comercial de cualquier operador", dijo Alierta en referencia a las trabas que en su opini¨®n le impiden recuperar clientes migrados a los operadores rivales, "¨²nicamente perjudica a los usuarios". Otra de las cr¨ªticas se refiere a los precios de interconexi¨®n, que "no reconocen los costes reales" y que "frenan las inversiones". El presidente de Telef¨®nica ech¨® otra andanada contra el "intervencionismo en precios minoristas y mayoristas", porque desincentiva la innovaci¨®n. Alierta concluy¨® que la compa?¨ªa sale bien parada de la apertura del mercado a otros competidores pese a "una de las regulaciones m¨¢s exigentes y unas obligaciones de servicio universal injustas, que exceden las de cualquier otro pa¨ªs del mundo", y expres¨® su deseo de que la nueva ley de las telecomunicaciones, en tr¨¢mite parlamentario, "permita recuperar la confianza" de los inversores en el sector.

En Latinoam¨¦rica, donde la apuesta del grupo es "a largo plazo" aunque en 2002 Telef¨®nica Latinoam¨¦rica tuvo unas p¨¦rdidas de 182 millones, la preocupaci¨®n tiene que ver con la apertura del bucle local y los posibles riesgos de cambio en el price cap (tarifa m¨¢xima) en Brasil, los intentos de suprimir la cuota de abono en Per¨² y la congelaci¨®n de tarifas en Argentina.

Caso Sintel aparte, en el que el antiguo presidente de su comit¨¦ de empresa estim¨® en 150 millones de euros el coste para Telef¨®nica del proceso judicial abierto por la quiebra de la empresa, buena parte del largo turno de preguntas rezum¨® la inquietud de la plantilla por la v¨ªa que el grupo explora para ser m¨¢s competitivo. Entre otras medidas, fuentes pr¨®ximas al grupo se?alan que Telef¨®nica planea un recorte de entre 10.000 y 15.000 empleos en cinco a?os, principalmente en la divisi¨®n de telefon¨ªa fija. Alierta, que resolvi¨® las respuestas en pocos minutos, reiter¨® lo dicho el d¨ªa anterior: el objetivo es "mejorar la eficiencia comercial y operativa en un di¨¢logo normal con los representantes sindicales".