Grundig suspende pagos tras fracasar en la b¨²squeda de un grupo inversor
El fabricante alem¨¢n de productos electr¨®nicos arrastra p¨¦rdidas de 150 millones de euros
El fabricante de productos electr¨®nicos Grundig, todo un s¨ªmbolo del renacimiento industrial de Alemania tras la Segunda Guerra Mundial, suspendi¨® pagos ayer. La decisi¨®n fue inevitable despu¨¦s del fracaso de las negociaciones con dos posibles inversores, los grupos Sampo (Taiwan) y Beko (Turqu¨ªa). La empresa, que emplea a 3.800 personas, ha estado buscando un inversor desde que en 2001 registr¨® p¨¦rdidas de 150 millones de euros. Sus principales acreedores son el Deutsche Bank y el estatal Bayerische Landesbank. La quiebra no afectar¨¢ a la filial espa?ola.
En rueda de prensa en N¨²remberg, el presidente de Grundig, Eberhard Braun, anunci¨® que se ha llegado a un acuerdo con los bancos acreedores para seguir produciendo durante las pr¨®ximas semanas, tiempo durante el cual, de todas formas, se tiene que encontrar un inversor dispuesto a inyectar dinero en la compa?¨ªa, o directamente a adquirirla. Tambi¨¦n el empresario Anton Kathrein, accionista mayoritario con un 89% de las participaciones, ha afirmado que la suspensi¨®n de pagos es "una oportunidad" para la empresa. En c¨ªrculos financieros alemanes se especula que la insolvencia permitir¨ªa a Grundig deshacerse de sus compromisos financieros con un fondo de pensiones, por un valor cercano a los 200 millones de euros.
De ser as¨ª, este alivio podr¨ªa volver a despertar el inter¨¦s tanto de Sampo, grupo con el que en enero ya se hab¨ªa firmado un acuerdo, como de Beko, que la semana pasada hab¨ªa roto las negociaciones por diferencias sobre el precio a pagar. La empresa alemana es atractiva para ambos grupos por su legendario nombre de marca y su extensa red de comercializaci¨®n. Adem¨¢s, algunos de sus negocios -como las radios de coche que se producen en Portugal, o los dispositivos para la recepci¨®n de se?ales de sat¨¦lite- siguen siendo rentables.
No sucede lo mismo, en cambio, con aquellos productos que convirtieron a Grundig en una de las m¨¢s conocidas y potentes compa?¨ªas alemanas: las radios convencionales y los televisores. Fundada en 1945 por Max Grundig, la empresa creci¨® con el desembarco de estos receptores en millones de hogares europeos. Tras ser uno de los primeros fabricantes de televisores a color, Grundig lleg¨® a su apogeo a finales de los a?os setenta, cuando lleg¨® a emplear a 38.000 personas.
Gesti¨®n err¨¢tica
Desde entonces, desde hace casi treinta a?os a esta parte, las cosas fueron de mal en peor. Una err¨¢tica gesti¨®n y la fuerte p¨¦rdida de competitividad frente a los fabricantes electr¨®nicos de Asia y Oriente Pr¨®ximo, que producen a menor coste, terminaron por hundir a la compa?¨ªa. Hasta hoy, Grundig sigue produciendo televisores en su planta de Viena, pero es precisamente este negocio uno de sus flancos m¨¢s d¨¦biles.
La suspensi¨®n de pagos, no obstante, no afectar¨¢ a las actividades de su filial espa?ola ni a sus 80 empleados, ya que son compa?¨ªas independientes jur¨ªdicamente, seg¨²n explic¨® ayer a Efe el director general de Grundig Espa?a, Javier Freijo. La empresa, que comercializa los productos de electr¨®nica de consumo de Grundig en la Pen¨ªnsula, tiene su sede en El Prat de Llobregat (Barcelona) y delegaciones en Madrid y A Coru?a.
Durante a?os, a las dificultades productivas y comerciales se sum¨® la incertidumbre sobre la composici¨®n del c¨ªrculo accionarial: entre 1984 y 1997, la compa?¨ªa fue controlada por la multinacional holandesa Philips; luego pas¨® a manos de un consorcio bancario, y en 2000 fue adquirida por el fabricante de antenas Kathrein.
En otro rasgo caracter¨ªstico de c¨®mo ha venido funcionando la econom¨ªa alemana, Grundig, que en 2001 arroj¨® p¨¦rdidas de 150 millones de euros y as¨ª lo hab¨ªa hecho tambi¨¦n durante buena parte de los a?os noventa, fue mantenida a flote por los bancos, algunos de los cuales, como el p¨²blico Bayerische Landesbank, durante mucho tiempo intentaron evitar por razones pol¨ªticas la quiebra.
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